Un grupo de vecin@s del Casco de Granadilla de Abona, afectados y preocupados por la proliferación de robos con fuerza y violentos registrados durante los últimos meses en viviendas, negocios y centros públicos y privados del centro urbano de la población, han decidido movilizarse y organizarse para exigir medidas más eficaces contra estos hechos.
Así, en una reunión celebrada la pasada semana en las dependencias del Casino XI de Junio (precisamente uno de los inmuebles en el que ya se han producido dos robos), convocada para determinar qué día tendría lugar una concentración ante el Ayuntamiento para reclamar más seguridad en la zona, se consensuó el contenido de unas cartas que sobre el problema ya se han enviado al subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz Guerra, al Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y al Ayuntamiento.
El colectivo de vecin@s, que trabaja ya en la organización de la concentración pacífica ante el Ayuntamiento, acordó llevarla a cabo el miércoles día 25 del presente mes, en la cual esperan que los responsables municipales les den una respuesta ‘clara’ y creíble sobre las medidas que en la práctica se van a adoptar para solucionar un problema que se les ha escapado de las manos al dar crédito a la versión de la Guardia Civil, la cual minimizó una situación que sin embargo l@s vecin@s afectad@s califican como mínimo de ‘muy preocupante’, por no decir de ‘grave’, por las consecuencias que ha podido tener al utilizarse la violencia física en algunos de los robos realizados.
Los impulsores de esta movilización vecinal explicaron que, hasta hace poco, el Casco no registraba un especial elevado número de delitos de este tipo más allá que cualquier pueblo de las medianías del Sur. Sin embargo, a partir del último cuatrimestre del pasado año, manifestaron, la preocupación por la proliferación de asaltos a viviendas y otro tipo de inmuebles ha aumentado alarmantemente.
Asimismo, evidencian que al menos en dos de los robos sobre los que se tiene constancia «los moradores estaban dentro de sus casas, se percataron del robo y sufrieron lesiones por parte de los ladrones, y en cuatro casos más los delincuentes entraron en casas donde los propietarios estaban durmiendo». «Ambos tipos de casos generan, inevitablemente, mucha alarma social entre las personas afectadas y sus vecin@s, así como entre las fuerzas de seguridad, pues las consecuencias de un enfrentamiento entre víctimas y autores del delito son imprevisibles», advirtieron.
En la reunión realizada en el Casino, cuya asistencia era abierta a tod@s l@s ciudadan@s interesad@s , también se dejaron claras las bases “para evitar cualquier tipo de aprovechamiento político de esta protesta ciudadana”. L@s vecin@s estiman que en los últimos meses se han registrado más de una veintena de robos y, en algunas viviendas, se han producido hasta dos asaltos, por lo que esperan que concentrándose ante el Ayuntamiento sus quejas sean escuchadas por el Alcalde y los concejales, así como que «el mensaje llegue a quien tiene que llegar».
En cuanto a los datos sobre inseguridad ofrecidos por la Guardia Civil hace poco más de un mes en la reunión mantenida por la Junta Local de Seguridad, según los cuales no se ha producido un aumento significativo de los robos en el transcurso de los últimos meses, l@s vecin@s han mostrado su total desacuerdo con los mismos en vista de que los hechos demuestran todo lo contrario, lo cual le consta también a la Policía Municipal según se desprende de los datos que ésta maneja.
La concejala de Seguridad, Guacimara González, que también acudió a la reunión en calidad de ciudadana, aseguró que “los datos que obran en poder de la Policía Local contradicen los aportados por la Guardia Civil», según explicaron fuentes vecinales organizadoras de la reunión. Algun@s de l@s asistentes le preguntaron a la edil por qué si el Ayuntamiento tenía constancia de esas contradicciones no había salido en su momento a desmentir lo que aseguró el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz Guerra, en base a los datos aportados por la Guardia Civil, para hacerlo ahora bajo la presión de la movilización vecinal casi un mes después de celebrada la citada Junta Local de Seguridad.
La concejala aprovechó una de sus intervenciones para explicar que en las últimas dos semanas se había aumentado la vigilancia en el Casco y en su entorno en vista de que los robos continuaban produciéndose, resaltando que, de hecho, en los últimos días no se había registrado ningún caso. Para un portavoz del movimiento vecinal, ese aumento de la presencia policial significaba que las autoridades locales se estaban eco de las quejas vecinales que iban a más.
Otra cuestión que en la reunión quedo clara, y así se lo manifestaron a la concejala, fue el «sentimiento de desprotección» que los vecinos residentes en el Casco están sintiendo, así como que «la actuación policial había dejado mucho que desear». También se comentó el caso de un joven, vecino del Casco, que trabaja para una empresa que realiza servicios para el Ayuntamiento y que está implicado en alguno de los robos con violencia, una afirmación ante la que Guacimara González no se pronunció.