El pasado 8 de octubre, el Ayuntamiento da a conocer el siguiente comunicado:
« Un delfín mular hembra de 2,55 metros apareció varado en la mañana de hoy sábado 8 de octubre en la costa granadillera. El animal se avistó flotando a la deriva a 500 metros del litoral, por lo que se procedió a activar el protocolo de actuación por parte del Ayuntamiento de Granadilla de Abona, en el que participaron la Policía Local y el servicio de socorrismo de playas, entre otros. El cuerpo del delfín ha sido trasladado hasta el complejo medioambiental de Arico donde se le practicarán los correspondientes estudios para conocer las causas de su muerte. »
No es la primera vez que un cetáceo aparece varado en la costa de nuestro municipio, tal como se refleja en un informe de noviembre de 2004 encargado por la Sociedad para la Investigación y Conservación del Mar ‘Tenerife Conservación’ a los catedráticos Manuel Carrillo Pérez y Marisa Tejedor Fuentes al que hemos tenido acceso, titulado La Familia Ziphiidae (Cetácea) en las Islas Canarias, en el que se analizan datos de avistamientos y varamientos de cetáceos en el periodo 1995-2004 en aguas de La Palma y Tenerife.
En dicho informe se recoge que “la presencia del zifio de Blainville está referenciada cientificamente en la isla desde 1983 por el varamiento de una hembra de 420 cms. en Mesa del Mar, TM de Tacoronte… Desde esa fecha sólo se ha registrado un nuevo caso de varamiento ocurrido este mismo año. Se trató de un macho adulto de 414 cms. que apareció varado en Montaña Pelada, TM de Granadilla de Abona”. Tenerife es uno de los lugares privilegiados del mundo por la presencia regular de este tipo de cetáceos.
Sobre otro tipo de cetáceo, el zifio de Gervais, el informe también recoge que “la primera referencia de la presencia de la especie en la isla la encontramos en un ejemplar varado en 1990 en la costa de El Médano, Granadilla de Abona”.
En cuanto a la notable presencia de cetáceos en las Islas Canarias, el informe dice: “Como ocurre con el resto de la fauna marina, en Canarias, la posición de las islas y el efecto de varias corrientes marinas permiten la existencia de representantes de la fauna cálida y tropical junto a elementos propios de aguas templadas o frías. Por un lado la Corriente Fría de Canarias, un filamento descendente de la Corriente del Golfo, facilita la presencia de especies del Atlántico americano y europeo, y por otro, la proximidad del continente africano, uno de los bancos pesqueros más productivos del mundo debido a la emersión de aguas frías cargadas de nutrientes aporta elementos norafricanos. Parece ser que ciertos años, cuando el anticiclón de las Azores no ocupa su posición habitual y los vientos alisios dejan de soplar, se produce la entrada de aguas cálidas del sur, y se detecta la presencia de especies tropicales. La temperatura del agua y la disponibilidad de alimento parecen ser las características que más condicionan la distribución, tanto temporal como geográfica, de las ballenas y delfines en Canarias”.
También dice el informe: “Los varamientos y avistamientos de zifios acontecidos en diferentes sectores de las islas durante los últimos 14 años (recordamos que el informe data de 2004) han puesto de manifiesto dos hechos importantes: Por un lado, la situación privilegiada de las Islas Canarias como una de las mejores áreas a nivel mundial para la observación y estudio de diferentes especies de zifios y, por otro lado, la aparición de serias amenazas para su conservación como la contaminación, el tráfico marítimo y el varamiento atípico de numerosos ejemplares coincidente con ejercicios navales”.
Y también: “En Tenerife está bien documentada la presencia de dos especies con poblaciones residentes todo el año y que son a su vez emblemáticas del turismo de observación de cetáceos. Aunque estas especies se distribuyan por toda la isla, es en el Sur, en el Lugar de Importancia Comunitario (LIC) ES-7020017 donde el delfín mular Tursiops truncatus, con un tamaño de población estimada en 122 ejemplares, y la peculiar población de calderón tropical Globicephala macrorhynchus, con un tamaño de población de 362 ejemplares, alcanza las mayores densidades. No se conoce otro lugar en el mundo donde una población de cetáceos tenga tanta fidelidad por un espacio tan reducido”.
El espacio denominado ‘Sebadales del Sur de Tenerife’ está situado en la zona sureste de la Isla. Cubre una superficie de 2.692,68 hectáreas y baña el litoral de los municipios de Arona, San Miguel de Abona y Granadilla de Abona. Este espacio se encuentra declarado desde septiembre de 2011 como Zona Especial de Conservación (ZEC), figura contenida en la Red Natura 2000 cuya finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats naturales más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas. La ZEC se encuentra gestionada de manera que se garantice la protección y la conservación de los tipos de hábitats naturales y las especies de interés comunitario presentes en el espacio, adoptándose las medidas de conservación necesarias para alcanzar un equilibrio sostenible entre el desarrollo de los usos y actividades en la zona y la conservación de los valores naturales que contiene y que son:
Fondos someros con suave pendiente y cubiertos por un gran manto de arenas claras, organógenas en su mayor parte, donde se desarrolla una de las praderas de fanerógamas marinas más extensa del archipiélago canario y con un mejor estado de conservación, conocidas como ‘sebadales’. Se trata de una comunidad compleja, que constituye una importante zona de cría y alevinaje para especies de interés pesquero, así como para otras especies como el ‘caballito de mar’ (Hippocampus hippocampus) o la ‘carmelita’ (Myrichthys pardalis). También se encuentran en este espacio zonas de arrecifes rocosos con cuevas marinas, donde habitan especies como la ‘brota de tierra’ (Gaidropsarus guttatus), las esponjas Caminus vulcani y Corallistes nolitangere, la ‘oreja de mar canaria’ (Haliotis tuberculata coccinea), la ‘lapa de pie blanco’ (Patella ulyssiponensis aspera) o la ‘langosta canaria’ (Scyllarides latus). Esporádicamente se puede observar en el área la presencia de poblaciones en paso de delfín mular (Tursiops truncatus), así como de ejemplares de ‘tortuga boba’ (Caretta caretta) y de ‘tortuga verde’ (Chelonia mydas) que utilizan el sebadal como zona de alimentación y descanso.
El delfín mular (Tursiops truncatus) es un mamífero marino de coloración gris oscura en el dorso que se va degradando hacia las zonas inferiores, siendo la región ventral blanquecina o rosada. Pueden aparecer pequeñas manchas oscuras salpicadas por el cuerpo. Cuenta con una aleta dorsal curvada en el centro de la espalda y con aletas pectorales proporcionadas. Especie cosmopolita típica de regiones tropicales y templadas, aunque puede vivir también en aguas relativamente frías. Se caracteriza por tener un comportamiento muy gregario. Posee una dieta muy variada: merluzas, besugos, caballas, pulpos, calamares y gambas, entre otros animales marinos. Reside en las aguas del archipiélago canario durante todo el año, formando grupos reducidos.
Tras las pruebas realizadas a la hembra de delfín mular que se encontró varada en nuestra costa el pasado día 8 de octubre, la Oficina del Veterinario de Fauna de Medio Ambiente del Cabildo Insular de Tenerife informó que ésta “falleció por muerte natural causada por posibles problemas en el parto”.