Dice la Wikipedia sobre el ‘martes 13’:
« En las culturas de España, Grecia y algunos de los países de América Latina como Uruguay, Argentina, Chile, Perú Venezuela y Colombia se considera el martes 13 un día de mala suerte.
En español existe un antiguo refrán que explica en parte la superstición:En martes, ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes.
Hay mucha gente con fobia a este día, que no viaja a ningún lado por superstición. También es habitual que los aviones no tengan fila 13 (se supone que los pasajeros no comprarían billetes para dicha fila). La fobia a este día se llama ‘Trezidavomartiofobia‘.
Las connotaciones negativas que se le dan al martes 13 no tienen fundamentos científicos, por lo cual se debe tener muy claro que sólo se trata de un mito.
Incluso hay mucha gente que lo ha tomado al revés, por lo cual dentro de sus creencias, lo consideran como un día de buena suerte. Tanto así, que durante ese día muchos apuestan por ese número en los juegos de azar.
Las connotaciones aplicadas a este día son iguales a las del viernes 13 en las culturas anglosajonas o el viernes 17 en Italia.
Por qué el 13
El número trece desde la antigüedad fue considerado como de mal augurio ya que en la Última Cena de Jesucristo había doce apóstoles y Jesús. Se considera a Judas el traidor como el número 13. La Cábala enumera a 13 espíritus malignos, al igual que las leyendas nórdicas; en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al Anticristo y a la Bestia. También una leyenda escandinava cuenta que, según la misma tradición, en una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal era el 13º invitado. En el Tarot, este número hace referencia a la muerte y a la desgracia eterna y para otra vida.
El martes 29 de mayo de 1453 cayó la ciudad de Constantinopla. Según parece, el Papa y las Repúblicas de Venecia y Génova enviaron una flotilla de ayuda a la ciudad sitiada, pero ésta caería antes de que llegaran. Cuando la flota de socorro iba a entrar por el estrecho de los Dardanelos, se cruzaron con unos pocos barcos de refugiados que huían de la ciudad conquistada; al preguntar cuándo había caído, éstos respondieron que el martes. La caída de Constantinopla supuso un profundo trauma para las potencias cristianas, y el día de su caída, el martes, asociado además al dios de la guerra romano, pasó a considerarse de mala suerte.
‘Martes’ es una palabra que deriva del nombre del planeta Marte, que en la Edad Media lo llamaban «el pequeño maléfico» y que significa voluntad, energía, tensión y agresividad. Marte es el dios de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Además, la leyenda dice que un martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel… »
‘En martes no te cases ni te embarques’ es para los supersticiosos lo mismo que decir que ‘en día aciago y funesto como el martes, no emprendas ningún negocio de importancia’. El martes, día de la semana consagrado al planeta y dios Marte, del que tomó el nombre y con cuya figura le representan, fue considerado entre los egipcios como día de muy mal agüero, porque decían que era el del nacimiento de Tifón, uno de los gigantes que se atrevieron a escalar el cielo. Entre los turcos el martes está también considerado uno de los días funestos, como el jueves lo era entre los griegos, por cuya razón no suelen ponerse en camino, ni emprender en él cosa importante.
El origen de este proverbio parece ser que fue por haber sido martes el día en que el rey D. Alfonso el Batallador, primero de Aragón, fue vencido y muerto por los moros en la batalla de Fraga el año de 1134. De aquí el otro refrán: En Viernes, Miércoles y Martes, no te cases, ni te embarques. Dicen escritos históricos de 1276 sobre este hecho que “el estrago fue tal y la matanza, que desde entonces comenzó el vulgo a llamar aquel día, que era martes, de ‘mal agüero’ y ‘aciago’.
Los supersticiosos toman sus precauciones los martes 13, incluso hasta los viernes 13. «Mejor prevenir que curar», dicen, y van por la calle prestando más atención que la habitual. Además de hacer suyo el refrán ‘no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes’, cocinar panqueques, quemar palo santo y hasta limpiar los pisos con vinagre son algunos de los rituales que muchos supersticiosos hacen en este día.
Además del ‘ni te cases ni te embarques’ en referencia al martes 13, el hecho de ‘no pasar debajo de una escalera’, ‘tocar madera para evitar la mala suerte’, ‘salir de casa con el pie derecho’, ‘no levantarse por el lado izquierdo de la cama’, entre otras supersticiones cuyo origen se pierde en la historia, son cosas que hacen numerosas personas para evitar el infortunio.
Sin embargo, el hecho de que muchísimas personas crean algo no lo convierte necesariamente en una verdad. Las supersticiones existen porque nosotros mismos las vamos creando. Surgen de lo que se llama la ‘idea colectiva’ o ‘memes’ que carecen de base científica ni explicación lógica pero que, a fuerza de repetirse, la gente piensa que son ciertas. Al estar tan imbricadas dentro de la textura genética social, muchas personas que no se consideran supersticiosas suelen decir: “bueno, déjame no hacer tal cosa por si acaso”. Y es aquí donde entra en escena el martes 13 con su secuela de ideas y supersticiones.
UNA ANTIGUA PRÁCTICA NUMEROLÓGICA PARA COMPROBAR
El Profesor Zellagro nos invita a comprobar, mediante una técnica numerológica muy sencilla, cómo podemos ‘darle una vuelta’ al martes 13 a nuestro favor aprovechando lo que se llama ‘nuestro número de nacimiento’ y las claves que proceden del antiguo estudio de la Numerología, según una tradición que se remonta a la antigua Grecia, desde los tiempos de Pitágoras hace más de dos mil quinientos años.
Así, según esta técnica, este martes 13 de septiembre equivale a un 4, de manera que emplearlo bien nos podría servir para transformar activamente nuestra vida aprovechando sus indicaciones. ¿Pero cómo se llegó a ese número?: Simplemente sumando el día (13), mes (9) y año (2016) y reduciéndolo a un dígito, o sea: 13+9+2016=2038, cuyos números al sumarse entre sí nos dan el 13 (2+0+3+8=13) y a su vez éste nos da el 4 (1+3=4).
Utilizando ese cuatro para añadirlo a nuestro ‘número de nacimiento’, según esta propuesta numerológica tendremos la ‘clave’ de este martes 13 y cómo podemos aprovecharla. Calcular nuestro ‘número de nacimiento’ es bien simple: Se trata del número del día que nacimos reducido a un dígito. Por ejemplo, si nacimos los días 1, 10, 19 y 28 de cualquier mes y año, nuestro número de nacimiento es el uno. No importa el mes o el año que hayamos nacido, el número de nacimiento no cambia nunca. Será el dos para los que hayan nacido los días 2, 11, 20 y 29; el tres para los nacidos los días 3, 12, 21 y 30; el cuatro para los nacidos los días 4, 13, 22 y 31; el cinco para los nacidos los días 5, 14 y 23; el seis para los nacidos los días 6, 15 y 24; el siete para los nacidos los días 7, 16 y 25; el ocho para los nacidos los días 8, 17 y 26; y el nueve para los nacidos los días 9, 18 y 27; esto independientemente del mes y año de nacimiento.
Ahora tomamos nuestro ‘número de nacimiento’ y se lo sumamos al 4, que es la ‘clave’ de este martes 13 y tenemos lo que podemos esperar. Así que, simplemente, sumamos 4 al número de nacimiento explicado anteriormente, de manera que:
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Si la suma nos dio como total un uno (o sea, si nacimos los días 6, 15 y 24), estaremos en el mejor ‘tono’ para iniciar algo nuevo, ya sea una relación, trabajo, amistad, planear un viaje o unas vacaciones. Según este método, todo lo que empecemos en este día está muy bien auspiciado siempre que nos organicemos adecuadamente.
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Si la suma nos resultó un dos (si nacimos un 7, 16 o 25) es un buen momento para la ‘asociación’, la unión con otras personas, bien sea para decidir mudarnos con alguien, comenzar una sociedad o una relación, y también para sacar ‘relajadamente’ de nuestra vida y nuestra mente a quien nos está molestando constantemente.
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Si la suma nos resultó un tres (si nacimos un 8, 17 o 26) nos será propicio para el entretenimiento, las diversiones y la expansión, por lo que nos recomiendan aprovecharlo para ir pensando en unas buenas vacaciones, tomarnos la noche para salir de casa, disfrutar de nuestras relaciones y compartir con buenos amigos. En definitiva, es hora de expansionarnos.
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Si la suma nos dio un cuatro (si nacimos un 9, 18 o 27) nos está indicando ‘solidez’, como decidirnos a comprar algo que teníamos pendiente (casa, etc.), echar raíces, mudarnos a un buen sitio, confirmar un empleo y fortalecer nuestros vínculos de amistad con gente positiva que nos aprecian. Es decir, un buen momento para acabar con las vacilaciones.
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Si la suma dio un cinco (si nacimos un 1, 10, 19 o 28) nos está indicando la posibilidad de viajes y de ‘cambios’, de situaciones inesperadas asociadas bien con el trabajo, con la posibilidad de un traslado o similar. Las perspectivas en general son buenas y, sobre todo, propicias para aclarar las dudas.
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Si la suma resultó un seis (si nacimos un 2, 11, 20 o 29) entonces es propicio para las manifestaciones de amor y se puede esperar arreglos sentimentales, regreso de personas ausentes, la posibilidad de un embarazo o de ser padre, etc. Es tiempo idóneo para perdonar y olvidar, para amar y dejarnos amar.
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Si la suma resultó un siete (si nacimos un 3, 12, 21 o 30) es ideal para decidirse a iniciar proyectos nuevos, como empezar algún curso, aprender tecnologías diferentes o matricularnos en algo. También es propicio para resolver cuestiones relacionadas con leyes y abogados o para esperar noticias asociadas con este tipo de asuntos.
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Si la suma resultó ser un ocho (si nacimos un 4, 13, 22 o 31) debemos vigilar nuestro bolsillo porque somos propicios a gastar y comprar. Las deudas que contraigamos ahora nos puede resultar difícil liquidarlas rápidamente. Es propicio para que haya movimiento de dinero, por lo que si tenemos algún sueño revelador en este sentido no conviene dejarlo de lado.
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Finalmente, si la suma resultó ser un nueve (si nacimos un 5, 14 o 22) nos está indicando que es ideal para terminar algo que habíamos empezado, como firmar un documento que hayamos estudiado previamente o dar el ‘sí’ o el ‘no’ a algo. También es propicio para aplicar el famoso dicho de ‘borrón y cuenta nueva para empezar de cero’.
¿Cuál es tu número?. Comprueba si lo que nos recomienda esta propuesta numerológica es buena para ‘darle la vuelta’ a la mala suerte del martes 13, según nos sugiere el Profesor Zellagro.