Sobre el cierre de playas, las microalgas y los vertidos de aguas residuales al mar (V)

28 Dic, 2018 | Medio Ambiente, Reflexiones, Reportaje, Sociedad | 1 Comentario

(…Continuación)

Tras las controvertidas manifestaciones realizadas el 11 agosto de 2017 por el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra, vinculando claramente las microalgas con los vertidos fecales, al día siguiente el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife negaban dicha relación desmintiendo al subdelegado, que La Opinión de Tenerife recogió en un artículo con el titular Desmentido unánime al subdelegado’ en el que decía:

« Varios responsables del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife desmintieron ayer las declaraciones del subdelegado del Gobierno central en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra, en las que relacionó las manchas de microalgas que afectan este verano a las costas de la Isla con los vertidos de aguas sin depurar al mar.

Uno de los departamentos que salió al paso de las palabras de Díaz Guerra fue la Consejería de Política Territorial del Ejecutivo regional, que aseguró que la actual floración de la cianobacteria (como en realidad se denominan las mal llamadas microalgas) Trichodesmium erythraeum en las costas del Archipiélago «se debe a una serie de condiciones naturales que han permitido su proliferación masiva y su aproximación a la costa».

Política Territorial indica en un comunicado que la entrada de una masa de agua rica en nutrientes al sur de La Gomera y Tenerife, como consecuencia de un largo periodo de calmas en el mar durante el pasado mes de junio, acompañado de reiterados episodios de calimas y un calentamiento de la superficie del mar por la llegada del verano, ha contribuido a desencadenar la proliferación de esta cianobacteria.

Agrega la Consejería que esta cianobacteria con buenas condiciones ambientales y fertilizada por el polvo sahariano (calima) es capaz de ascender hasta la superficie, reproducirse a gran velocidad, agruparse y formar estos filamentos, manchas o natas que se extienden en la superficie del mar y teñir de color su superficie, tal y como afirman técnicos y científicos. La Viceconsejería de Medio Ambiente y el Observatorio del Cambio Climático trabajan actualmente en el estudio de este proceso natural, cuyas manifestaciones son cada vez más notorias debido al calentamiento global del planeta, indica el Gobierno de Canarias.

Quien también salió a la palestra fue el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, José Antonio Valbuena, que apuntó que es «mentira» relacionar las microalgas que han aparecido en las costas de Tenerife con los vertidos al mar. «No solo es mentira, sino que se está generando de alguna forma una alarma social innecesaria, no es digna del representante del Estado en Canarias», subrayó Valbuena. El consejero ha recordado que el catedrático de Biología de la Universidad de La Laguna, Manuel Norte, ha sido tajante al explicar que no son microalgas, sino cianobacterias y no precisan de los residuos para desarrollarse.

Valbuena ha dicho que este experto así lo ha explicado en un estudio «y por lo tanto se le considera una materia superior al subdelegado del Gobierno». Puso por ejemplo que si Tenerife fuese una isla sin habitantes, pero con su vegetación de montes y masa forestal desierta, habría tecnobacterias en la superficie del mar exactamente igual, «por lo tanto es una mentira relacionar las cianobacterias con los vertidos al mar».

Guillermo Díaz Guerra, sin embargo, no se retractó e insistió ayer, durante la presentación de los medios estatales contraincendios en Tenerife, que existe «sin duda» una vinculación de los vertidos de aguas negras, «un problema que viene de atrás en las Islas», y la proliferación de estas manchas marrones. El subdelegado aseguró que uno de los factores que inciden en las microalgas es la subida de la temperatura, producida en parte por los vertidos. »

El 13 de agosto de 2017 eldiario.es publica en Canarias Ahora el siguiente artículo de Carlos Castañosa que, con el titular ‘Las microalgas y el otro desastre escatológico’, insiste con enconada crítica en la posible relación existente entre el fenómeno de la aparición de las microalgas y los escandalosos niveles de vertidos incontrolados de aguas residuales al mar (se habla de nada menos que ¡53 millones de litros diarios!), así como en la lamentable gestión política del asunto eludiendo responsabilidades y culpando a otros del desastre:

« Quizá haya que separar ambos conceptos. A ello se entregan con denuedo cuantos políticos aparecen en el ruedo del sensacionalismo para apoyarse en el incuestionable testimonio de especialistas, investigadores y catedráticos de prestigio contrastado para hablar de las microalgas, o cianobacterias que, al parecer, forman parte de la naturaleza y esporádicamente aparecen en plan invasivo para incordiar a los humanos.

La lucha por la salud de nuestras costas está garantizada por el admirable y exhaustivo trabajo de investigación científica, en coordinación institucional entre organismos oficiales como: Facultad de Ciencias-Biología Marina (ULL); Instituto Español de Oceanografía; Escuela Náutica de S/C; Facultad de Ciencias del Mar (ULPGC); Banco español de Algas (Telde)… entre otros centros, que han recogido la inquietud popular ante la preocupante acometida masiva en nuestras costas, para dar respuesta técnica y minimizar la alarma social por el cierre de playas al baño y actividades acuáticas.

Dichas manifestaciones coinciden en que se trata de un fenómeno esporádico y natural, que afecta principalmente a zonas cálidas y aparece cuando las condiciones lo favorecen. El cambio climático (incremento de la temperatura); la persistente flojera de los alisios; las reiteradas calimas que proporcionan nutrientes para favorecer la fotosíntesis… Parece ser que en breve se irán como han venido. Solo se trata de tener localizado cada Bloom”, controlar su evolución, adoptar las medidas de protección en orden a evitar posibles afecciones para la salud pública y mantener informada a la población.

En el lado negativo de este episodio nos encontramos con su lamentable gestión política. En declaraciones, entrevistas, artículos y columnas, abunda el discurso institucional de escurrir el bulto; elusión de responsabilidades ante el desastre medioambiental y sanitario que supone el vertido sistemático e incontrolado de aguas fecales en todo nuestro litoral.

Datos de mayo de 2016: En la capital tinerfeña, según el censo del Gobierno canario, hay 34 vertidos al mar (se cree que hay “muchos más”), de los que solo 9 están autorizados. De 21 conducciones, 9 causan daños graves, 2 muy graves y 1 moderados. Uno de ellos, en La Hondura, vierte 625.000 litros de aguas residuales cada hora al mar sin tratamiento”. Esta atrocidad se agrava con la estimación actual de 53 millones de litros diarios de deshechos escatológicos que se arrojan sin tratamiento ni control al litoral de la isla. ¡Son 19.000 millones de litros al año! No hay ecosistema que pueda soportar semejante barbaridad.

Y mientras, nuestros supuestos representantes, sacudiéndose las pulgas de la culpabilidad intentando echárselas a otro. No. Es que esta cuestión no es mi responsabilidad”. Es el tremendo hándicap que sufrimos los ciudadanos por la multiplicidad de competencias sobre una misma área que, aparte de suponer una burocracia infame, solo sirve para que cada avestruz pueda esconder su cabeza en el agujero preparado al efecto.

Resultado de imagen de microalgas en el medano

Indigna comprobar como cada uno se aferra al dictamen científico de los investigadores sobre las microalgas para enmascarar la catástrofe de los vertidos. Suntuosos titulares y falaces declaraciones para esconder una realidad que puede cargarse el monocultivo turístico como nuestra, casi única, fuente de ingresos.

El Sr. Guillermo Díaz Guerra, subdelegado del Gobierno, ha tenido el arranque de llamar a las cosas por su nombre. Con respeto a ultranza por los estudios científicos, con el uso de razón bien aplicado, nos indica como natural que los microorganismos vegetales se acomoden allá donde encuentran abundantes nutrientes. Los mismos investigadores pueden corroborarlo si se les pregunta también por el atentado contra la salud pública que suponen los masivos vertidos fecales en Tenerife.

A D. Guillermo, a pesar de sus conocimientos profesionales, le han caído encima como anatema por crear una alarma social “injustificada”. Pero nadie, absolutamente nadie, se pronuncia sobre la necesidad de resolver tan grave problema. Ni siquiera alguien que proponga soluciones concretas, viables y perentorias ante una patología que por sí sola no se cura sino que con el tiempo, si no se le aplica remedio urgente, puede entrar en coma irreversible.

Los reivindicativos alcaldes del sur, los exigentes empresarios hoteleros, la potente CEOE, el riguroso empresariado de la construcción… en lugar de desconcertar a la opinión pública con aberraciones como la 2ª pista del aeropuerto del Sur, debieran poner todo su empeño en resolver este vergonzoso disparate que puede llevarnos a la ruina… A todos. »

Con el titular Un estudio contradice al Gobierno: los vertidos fecales alimentan las microalgas’, La Opinión de Tenerife publica ese mismo día el siguiente artículo:

« Un reciente estudio científico publicado en la prestigiosa revista Nature contradice al Gobierno de Canarias y da la razón al subdelegado del Gobierno central en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra: los vertidos fecales sí tienen una relación directa con la proliferación de las manchas marrones de las mal llamadas microalgas, en realidad cianobacterias.

El informe, al que ha tenido acceso LA OPINIÓN DE TENERIFE, es reciente. Llegó a la revista Nature el pasado mes de febrero y fue publicado el 29 de junio. Se titula ‘El estallido de aguas residuales desencadena la floración de Trichodesmium y aumenta las tasas de fijación de N 2′. Lo firman los investigadores israelíes Eyal Rahav, perteneciente al Instituto de Oceanografía de Israel, y Edo Bar-Zeev, del Instituto Zuckerberg para la Investigación del Agua, adscrito a la Universidad Ben-Gurión.

En el apartado de conclusiones se lee: «Nuestros resultados proporcionan la primera observación registrada de una floración de Trichodesmium [las mismas bacterias que están creando este verano las manchas marrones en Canarias, especialmente en Tenerife] en las aguas costeras de las aguas superficiales del Mediterráneo meridional, que fue estimulada por un evento prolongado e intenso de desagüe de aguas residuales».

Los investigadores «sugieren» que la introducción de altas cantidades de nutrientes procedentes de los vertidos fecales «desencadenó la formación de la floración de Trichodesmium» en el Mediterráneo. Específicamente, las altas concentraciones de vertidos «pueden haber proporcionado las fuentes de energía para satisfacer los requisitos metabólicos para la fijación de nitrógeno y la formación de floración».

La mayoría de estudios anteriores sobre las floraciones o bloom de la cianobacteria Trichodesmium erythreaum, que es la que está causando las mareas marrones que han llegado este verano a las costas de Tenerife, aseguraban que no había relación directa entre este fenómeno natural y los vertidos de aguas negras al mar sin tratamiento, un grave problema que afecta a todas las islas, especialmente a las más pobladas, Tenerife y Gran Canaria.

Imagen relacionada

Pero este nuevo estudio va en una dirección contraria, ya no solo de esos anteriores informes, sino de las explicaciones dadas por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

El pasado viernes, 49 días después del primer informe de la Dirección General de Salud Pública (dependiente de Sanidad) que advertía de la llegada de estas manchas, el Ejecutivo explicaba lo siguiente en sus primer informe público de aclaración: «Es cierto que se producen vertidos indeseables de aguas residuales al mar, mal depuradas o sin depurar, y es cierto que estamos ante un afloramiento masivo de microalgas, pero la asociación de estos dos eventos, y la imputación de uno a otro, carece de base científica que lo justifique, por lo que desde el punto de vista técnico es un error que contribuye a la desinformación de la población».

Las conclusiones del estudio israelí sí son coincidentes, sin embargo, con la opinión del subdelegado del Gobierno central en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra, que además es licenciado en Farmacía y, por tanto, tiene conocimiento en esta materia.

Díaz Guerra aseguró el pasado jueves: «No existe ninguna duda de que hay una vinculación entre la aparición de microalgas y los vertidos de aguas sin tratar».

De esta manera, Díaz Guerra se convertía en la primera autoridad pública en relacionar ambos fenómenos, ya que afirmó que «la contaminación por microalgas es solo un síntoma de una enfermedad» y apuntó que en vez de trabajar para dispersar estas manchas se deben enfocar los esfuerzos en reducir las emisiones no controladas.

Un día después, responsables del Gohbierno de Canarias y del Cabildo de Tenerife criticaron a Díaz Guerra por esta afirmación y lo acusaron de estar dando pábulo a una mala interpretación que generaba desinformación entre la población…

…Con los días se ha demostrado que el criterio de Díaz Guerra sí tenía base científica. »

Sin embargo el 14 de agosto, en un artículo con el titular La aparición de microalgas en las playas no «son vertidos incontrolados» y obedece a un fenómeno natural’, laprovincia.es dice:

« «No son vertidos incontrolados, sino son afloramientos masivos de microalgas, que tienen un aspecto muy similar». Con esta afirmación el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, José Manuel Baltar, frena las informaciones acaecidas en los últimos días sobre la aparición de microalgas «tóxicas» en diferentes puntos del litoral de la isla de Tenerife.

Con análisis en la mano recién efectuados, el titular de Sanidad subraya con rotundidad que no existe ningún peligro para la salud pública por la aparición de las microalgas en las zonas afectadas -El Rosario, de Tabaiba a Radazul, y en algunos puntos del litoral de la capital-, que obedece a «un fenómeno natural y no a que las playas estén contaminadas por vertidos incontrolados».

En menos de un mes, la Dirección General de Salud Pública ha realizado «más de medio millar de análisis en este ciclo de tiempo solo en Tenerife, que es la zona donde tenemos ahora mismo el ataque público al respecto, y las aguas están perfectas», reitera el consejero, e insiste que desde el primer día el director general de Salud Pública, José Juan Alemán, ha estado explicando la situación e «intentando frenar una alarma innecesaria». En este sentido, el titular de Sanidad recuerda la existencia de una página web informativa –canariassaludable.org- en donde se explica «detalladamente» desde el viernes información actualizada al respecto.

«Cuidado con el daño que se causa a Canarias»

«Por mucho que sea la serpiente del verano», expresa José Manuel Baltar en relación a la aparición de una noticia por falta de hechos relevantes, «hay que solicitar a todos los ciudadanos, que yo creo que lo están teniendo, y sobre todo a todos los responsables políticos y agentes sociales, el mayor nivel de precaución en sus aseveraciones, así como a los medios de comunicación, porque el daño de imagen que le están causando a Canarias y el daño que se hace a nuestra primera industria, como es el turismo, es terrible».

El consejero se refiere a recientes noticias publicadas en medios nacionales que alarman sobre la aparición de algas «tóxicas» en las Islas, motivo por el que reclama la «máxima cautela», así como aconseja confiar en los estudios técnicos y profesionales relacionados con nuestro entorno. «Estudien lo que están publicando», aconseja con preocupación el titular de la Consejería de Sanidad. »

El 16 de agosto, con el titular ‘Clavijo pide «prudencia» y UGT exige una investigación «independiente» sobre las microalgas’, SER Canarias publica:

« El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, fue preguntado este martes por la situación que viven las costas de las Islas con la presencia de microalgas, durante la celebración de la ofrenda a la Virgen de Candelaria. Clavijo afirma que estamos ante un fenómeno que no es nuevo y que se viene dando desde el año 2004; además insistió en que las cianobacterias se originan de manera «natural, por la calima y las altas temperaturas».

Además, el jefe del Ejecutivo regional pidió «prudencia» ante las informaciones que han salido en los últimos días, sobre todo porque el turismo podría verse seriamente perjudicado y «no sobran destinos» en otras partes del mundo.

El sindicato UGT ha solicitado al Gobierno de Canarias que encargue una investigación «independiente» para conocer el origen de las manchas que han aparecido acompañadas de malos olores en distintos puntos de la costa de Tenerife.

«Es preciso que los investigadores determinen el origen de este fenómeno, por si efectivamente existe una relación directa con la contaminación por vertidos de aguas fecales», subrayó UGT Canarias en un comunicado. »

(Continuará…)

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