‘Rutas saludables’: un programa para realizar actividad física que mejora la salud de la población de Granadilla de Abona

29 May, 2021 | Actividades, Salud, Sociedad | 0 Comentarios

Se ha comprobado que la actividad física practicada de forma regular ayuda a prevenir y tratar las enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer de mama y de colon. También ayuda a prevenir la hipertensión, el sobrepeso y la obesidad, y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar. Además de los múltiples beneficios para la salud que entraña la actividad física, las sociedades más activas físicamente pueden recibir otros beneficios como un menor uso de combustibles fósiles, un aire más limpio y carreteras menos congestionadas y más seguras. Estos resultados están interrelacionados con el logro de los objetivos comunes, las prioridades políticas y las aspiraciones de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”…

No reconocer los beneficios de la actividad física ni invertir en su fomento como una prioridad en la prevención y el tratamiento de las ENT supone una oportunidad perdida. La falta de acción continuada hará que los costos debidos a la inactividad física sigan aumentando, contribuyendo al incremento de su impacto negativo en los sistemas de salud, el medioambiente, el desarrollo económico, el bienestar de la comunidad y la calidad de vida para todos”…

En sus diversas formas, la actividad física tiene beneficios sanitarios, sociales y económicos multiplicadores. Caminar y montar en bicicleta son medios para desplazarse fundamentales, pues permiten que las personas realicen actividad física regular a diario, pero su papel y popularidad está disminuyendo en muchos países”…

La actividad física es importante en todas las edades y debe integrarse en múltiples entornos de manera diaria. Para muchos adultos, el lugar de trabajo es un entorno clave para estar físicamente activo y reducir los hábitos sedentarios. Los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo, las pausas activas, los programas en el lugar de trabajo y la actividad incidental ofrecen oportunidades para aumentar la actividad física durante la jornada laboral, y pueden contribuir a un aumento de la productividad y una reducción de las lesiones y el absentismo. El fortalecimiento de la provisión y el acceso a oportunidades y programas adecuados puede permitir a todas las personas mayores mantener un estilo de vida activo en función de sus capacidades”…

Dada la contribución de la actividad física al logro de la Agenda 2030, es hora de invertir en ella, no solo por sus beneficios directos para la salud, sino por la manera en que el aumento del caminar, montar en bicicleta, la recreación activa, los deportes y el juego pueden llevar al logro de un mundo más equitativo, sostenible y próspero”…

A medida que aumenta el desarrollo económico de los países, aumenta la inactividad. Hay países en que los niveles de inactividad puede llegar al 70% en razón de los cambios en los patrones de transporte, al mayor uso de la tecnología y al medio urbano. Los niveles de actividad física también se ven influenciados por los valores culturales. En la mayoría de los países, las niñas, las mujeres, las personas mayores, los grupos desfavorecidos y las personas con discapacidad o enfermedades crónicas tienen menos oportunidades de acceder a programas y lugares seguros, asequibles y apropiados en los que poder realizar actividad física”…

La actividad física puede y debe integrarse en los entornos en los que las personas viven, trabajan y juegan. El deporte y el entretenimiento activo pueden ayudar a promover la actividad física para personas de todas las edades y capacidades. A nivel mundial, puede ser un motor central del turismo, el empleo y la infraestructura, y también puede ayudar en programas humanitarios, fomentando el desarrollo y la integración social de la comunidad”…

En particular las personas mayores, independientemente de si trabajan o no, pueden beneficiarse de la actividad física practicada regularmente para mantener su salud física, mental y social y permitir un envejecimiento saludable. Los prestadores de atención primaria y secundaria de salud y de asistencia social pueden ayudar a las personas de todas las edades a ser más activas y prevenir las ENT, al tiempo que utilizan la actividad física como un medio para aumentar las tasas de rehabilitación y recuperación”…

Son éstas algunas de las numerosas reflexiones que con el titular ‘PLAN DE ACCIÓN MUNDIAL SOBRE ACTIVIDAD FÍSICA 2018-2030: MÁS PERSONAS ACTIVAS PARA UN MUNDO MÁS SANO’ hace un estudio promovido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual plantea cuatro objetivos estratégicos alcanzables a través de veinte medidas normativas que son universalmente aplicables a todos los países, reconociendo que cada uno se encuentra en un punto de partida diferente en sus iniciativas para reducir los niveles de inactividad física y hábitos sedentarios. Todo ello se plantea estableciendo una VISIÓN (‘Más personas activas para un mundo más sano’), una MISIÓN (‘Asegurar que todas las personas tengan acceso a entornos seguros y propicios, así como a diversas oportunidades para mantenerse físicamente activas en su vida cotidiana, como un medio que permita mejorar la salud individual y comunitaria, y contribuir al desarrollo social, cultural y económico de todas las naciones’) y una META (Una reducción relativa del 15% en la prevalencia mundial de la inactividad física en adultos y adolescentes para el 2030) y los siguientes OBJETIVOS:

1: CREAR UNA SOCIEDAD ACTIVA mediante cuatro medidas normativas que tienen como objetivo crear normas y actitudes sociales positivas y un cambio de paradigma en toda la sociedad a través del mejoramiento de los conocimientos, la comprensión y la valoración de los múltiples beneficios de la actividad física practicada con regularidad, en función de la capacidad y a todas las edades.

2: CREAR ENTORNOS ACTIVOS mediante cinco medidas normativas que abordan la necesidad de crear espacios y lugares favorables que promuevan y salvaguarden los derechos de todas las personas, de todas las edades y capacidades, de forma que tengan acceso equitativo a lugares y espacios seguros en sus ciudades y comunidades que les permitan realizar actividad física de manera regular.

3: FOMENTAR POBLACIONES ACTIVAS mediante seis medidas normativas que describen los múltiples entornos en los que un aumento de programas y oportunidades puede ayudar a personas de todas las edades y capacidades a participar regularmente en actividades físicas, solas o junto a sus familias y comunidades.

4: CREAR SISTEMAS ACTIVOS mediante cinco medidas normativas que describen las inversiones indispensables para fortalecer los sistemas necesarios a fin de aplicar acciones internacionales, nacionales y subnacionales efectivas y coordinadas dirigidas a aumentar la actividad física y reducir el sedentarismo. Estas medidas abordan cuestiones de gobernanza, liderazgo, alianzas multisectoriales, capacidades del personal, promoción, sistemas de información y mecanismos de financiación en todos los sectores relevantes.

En el 2015, durante el período de sesiones nº 70 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por medio de la resolución ‘Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’, todos los países se comprometieron a invertir en la salud garantizando su cobertura universal y reduciendo las desigualdades para personas de todas las edades. Las medidas normativas dirigidas a aumentar la actividad física para todas las personas, de todas las edades y capacidades, son coherentes con la consideración de la salud como un derecho universal y un recurso esencial para la vida cotidiana, y no simplemente como la ausencia de enfermedades o de afecciones. Además, hay una interrelación entre los múltiples beneficios de aumentar los niveles de actividad física de la población mediante acciones como caminar, montar en bicicleta, la recreación activa o los deportes y juegos, que además contribuyen al logro de los objetivos comunes de la Agenda 2030.

                 SEOR

Atendiendo a este compromiso, El Ayuntamiento de Granadilla de Abona a través de la Concejalía de Promoción de la Salud, junto a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), han emprendido un programa de prevención y promoción de la salud denominado ‘Rutas Saludables’ que tiene como objetivos principales el ejercicio físico periódico y sostenido en el tiempo para personas sedentarias del municipio, así como el fomento de la salud y el bienestar de la población, promoviendo entornos y estilos de vida saludables, a lo que se sumaría también la creación de un espacio de encuentro en torno a la actividad y aumentar el bienestar de los granadilleros y las granadilleras.

La finalidad de esta iniciativa es fomentar, informar y concienciar a la población del municipio de la necesidad de moverse y realizar algún tipo de actividad física como la mejor forma de cuidar nuestra salud y prevenir y evitar enfermedades. La idea es que las personas que se animen a participar lo hagan de manera sostenida en el tiempo”, explica la concejal del área de Promoción de la Salud, María de la O Gaspar.

La primera actividad, consistente en una caminata que se realizó en El Médano, tuvo lugar el pasado 21 de mayo. La siguiente tuvo lugar el pasado día 28 y se desarrolló en el casco de Granadilla.

Dirigida a la población en general aunque priorizando al sector adulto y con un alto nivel de sedentarismo, La iniciativa tiene periodicidad semanal, un nivel de dificultad bajo, un recorrido de 5 kilómetros y una duración de una hora aproximadamente. Las plazas son limitadas y para inscribirse e informarse más ampliamente llamar al teléfono 656386923 o bien a través del email

EDUCACIÓN Y CONCIENCIACIÓN

Las enfermedades no transmisibles (ENT) como cáncer, diabetes, obesidad o enfermedades cardiorespiratorias y cardiovasculares son responsables del 70% de los fallecimientos a nivel mundial. En España, el 91% de las muertes están ocasionadas por este tipo de patologías y el 80% del gasto sanitario público está dedicado a enfermedades crónicas, principalmente las ENT. Por todo ello, la OMS recomienda la puesta en marcha de campañas de educación y concienciación pública para fomentar la actividad física en la población.

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