Si en el artículo anterior incidí en el drama personal que supone el paro, equiparando sus consecuencias con la guerra, en éste pretendo centrarme en algunas cifras para intentar sacar algunas conclusiones.
Los informes sobre la evolución del paro para estos próximos años en nuestro país son devastadores:
– El FMI (Fondo Monetario Internacional) pronostica que hasta el año 2019 no bajará del 21,8%.
– El BCE (Banco Central Europeo) apunta “que harán falta ajustes durante muchos años para reducir los alarmantes niveles de desempleo”.
– Los sindicatos creen que “España no estará al 20% de paro hasta dentro de 15 años”.
Con estas cifras estamos hablando de cuatro millones de parados en el 2020. Cualquier pregunta que nos hagamos tiene unas respuestas desesperanzadoras:
– ¿Qué le espera a un trabajador de 55 años en paro? Lo más probable es que no vuelva a trabajar nunca más.
– ¿Y los jóvenes? Muchos de ellos no trabajan lo suficiente como para tener experiencia, para poder formar una familia, para poder realizarse… ¿Y la jubilación? Si no cotizan no cobrarán o será una miseria.
– ¿Cómo se administran las cuentas del Estado con un gasto tan fuerte en el paro y la falta de ingresos en la Seguridad Social? Ya lo estamos viendo: reduciendo o eliminando el gasto en Sanidad, Educación, Dependencia, Servicios Sociales, Servicios Públicos, privatizando Servicios Públicos, rebajando coberturas a los parados, subiendo las exigencias para la concesión de las ayudas y un largo etc… Estamos rebajando el ‘estado del bienestar’ a una velocidad de vértigo hacia unos mínimos vergonzosos.
Podíamos estar escribiendo días enteros sobre cientos de informes de organismos, bancos, sindicatos, gobiernos, economistas… Todos coinciden en lo mismo: la extrema gravedad de nuestra economía como consecuencia de nuestro ‘alarmante mercado laboral’.
Pero lo que más me sorprende es que son poquísimos los informes, los estudios, los artículos, los discursos, las reuniones, los simposios, congresos etc. para ver cuestiones como las siguientes:
– ¿Cómo creamos puestos de trabajo?
– ¿Hay nuevos campos y mercados de actuación?
– ¿De dónde sacamos el dinero para nuevos proyectos?
– ¿Está “todo inventado”?
– ¿Se apoya lo suficiente a proyectos, ideas, inventos, investigación?
– ¿Tiene usted una idea, un proyecto, un sueño y se lo ha planteado a alguien con capacidad técnica y/o económica para si es viable ponerlo en práctica y crear puestos de trabajo?
El tema es suficientemente importante como para escuchar, leer a personas con criterios, con ilusión, con buena voluntad… Vamos a intentar en un próximo artículo aportar algunas ideas y soluciones.
¡Debemos de salir de este pozo! Nos jugamos muchísimo.
Javier Lahuerta Bona
(Tertuliano de Radio Tiempo Tenerife y miembro del Equipo de Trabajo de LaRendija.es)