Reflexiones sobre el paro (I): El drama del paro

28 Jul, 2014 | Opinión | 0 Comentarios

 

Seguro que hay dramas más graves que los que ocasiona el paro. Por ejemplo, en las guerras, que generan muerte, mutilaciones, hambre, pobreza y destrucción, los daños físicos y psíquicos son extremos. Salir de esa situación requiere un talante especial y apoyos de toda la sociedad, gobiernos e instituciones. Sus terribles consecuencias tardan años en superarse y en muchos casos no se consigue porque el odio pasa de generación en generación.

 

El Paro (La Gran Muralla China)

El drama del paro es un cáncer que está llegando a todas las clases sociales, a casi todos los sectores, a todas las edades. Sus consecuencias emocionales pueden ser irreversibles y de una gravedad similar a las que produce una guerra. En las familias se llega a situaciones límite y desgraciadamente estamos viendo cómo familias enteras están en el paro y sin ingresos económicos. Es escandalosa la situación de niños desnutridos en el umbral de la pobreza. Para muchos padres este extremo provoca tensiones, discusiones, malos tratos, alcoholismo. Para muchas familias la falta de ingresos también significa la pérdida de sus bienes, que tienen como consecuencia los embargos, los desahucios…

Estamos viendo como de un problema económico pasamos a la deshumanización cruel, dejando en la calle a familias con niños, ancianos y enfermos. Desgraciadamente, hay personas que no soportan esta presión y deciden quitarse la vida. El panorama que se nos presenta es desolador, pues los resultados macroeconómicos de los que tanto se habla, si es que sirven para algo desde luego que no solucionarán el problema del paro en muchísimo tiempo.

Las soluciones a este drama pasa por la toma de decisiones y acuerdos ‘extraordinarios’ entre sindicatos, empresarios, bancos, gobiernos, partidos políticos y todos aquellos que puedan aportar algo positivo. Es un problema de dimensiones descomunales que requiere el máximo esfuerzo y la máxima colaboración, dejando a un lado los planteamientos ideológicos y los egoísmos económicos para pensar en el bien general.

A partir de esta reflexión inicial, invito a que entre todos aportemos ideas, proyectos, soluciones, compromisos, etc., que nos animen un poco para afrontar estos malos momentos.

 

 

Javier Lahuerta Bona

(Tertuliano de Radio Tiempo Tenerife y miembro del Equipo de Trabajo de LaRendija.es)

 

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