¿Microplásticos en los organismos humanos?

29 Oct, 2018 | Medio Ambiente, Reflexiones, Salud, Sociedad | 0 Comentarios

La mayoría de las personas en todo el mundo están expuestas a la ingesta de plástico que se ha colado en sus dietas casi sin darse cuenta”, es la conclusión de una reciente investigación realizada por científicos de la Universidad Médica de Viena que, junto con la Agencia de Medio Ambiente de Austria, trabajó con un grupo de ocho participantes de Finlandia, Italia, Japón, Polonia, Países Bajos, Reino Unido, Rusia y Austria.

L@s científic@s han venido sospechado durante años que el plástico se introduce en nuestros vientres a través del consumo de animales marinos (mariscos, pescados, etc), confirmando un análisis recientemente publicado su presencia en el 93% del agua embotellada. Un nuevo estudio realizado hace poco ha confirmado estos temores, demostrando por primera vez la presencia de varios microplásticos en muestras de heces humanas en todo el mundo.

Con esta demostración queda en el aire una de las muchas razones para preocuparse por el problema monumental que ya está causando los efectos de la contaminación de los plásticos, como es la incertidumbre que sobre sus efectos puede tener en los organismos -incluidos los humanos- cuando son consumidos.

Las personas sometidas a la prueba mantuvieron una alimentación diaria normal durante una semana y luego se les tomaron muestras de heces. Seis de ellas consumieron pescados marinos y ninguno era vegetariano, pero todas consumieron en algún momento alimentos envueltos en plásticos y bebieron de botellas plásticas.

Microplásticos aumentados en el microscopio

Plásticos en nuestros organismos

Los científicos que realizaron el estudio aseguraron que los microplásticos aparecieron en todas las muestras de heces recogidas, identificándose hasta nueve tipos diferentes de plástico en cada una. De ellos, el polipropileno (PP) y el tereftalato de etileno (PET) fueron los más comunes encontrados, oscilando su tamaño entre los 50 y los 500 micrómetros (medida de longitud, de símbolo μm, correspondiente a la millonésima parte de un metro) de tamaño. En promedio, los investigadores encontraron 20 partículas de plástico por cada 10 gramos de heces analizados.

Según señaló el investigador principal del estudio, el doctor Philipp Schwabl, “éste es el primer estudio de su tipo que confirma lo que hemos sospechado durante mucho tiempo: que los plásticos finalmente llegan al intestino humano”.

Nos preocupa especialmente lo que esto significa para nosotros, y específicamente para los pacientes con enfermedades gastrointestinales. Si bien las concentraciones plásticas más altas en estudios con animales se han encontrado en el intestino, sin embargo las partículas microplásticas más pequeñas son capaces de ingresar al torrente sanguíneo, al sistema linfático e incluso pueden alcanzar el hígado. Ahora que tenemos la primera evidencia de microplásticos dentro de los humanos, necesitamos investigar más para comprender qué significa esto para la salud humana”, concluyó.

Sobre esta misma noticia, la Agencia France-Presse (AFP) publicó:

« Los microplásticos están omnipresentes en la cadena alimenticia humana, según un estudio que permitió detectar su presencia en las heces de personas que viven en Europa, en Rusia y en Japón.

Diferentes tipos de plástico fueron hallados en ocho voluntarios de este estudio piloto, presentado durante un congreso de gastroenterología en Viena como una primicia mundial.

Durante una semana, cinco mujeres y tres hombres, de 33 a 65 años, residentes en Finlandia, Holanda, Gran Bretaña, Polonia, Italia, Rusia, Japón y Austria, anotaron lo que comían.

El tamaño de las muestras de plástico halladas en sus heces varía de 50 a 500 micrómetros, más o menos el espesor de un cabello.

Los científicos suponen que fueron ingeridos a través de productos del mar que los voluntarios comieron, pero también del agua de botellas de plástico bebida, o de alimentos envueltos en plástico.

«Hemos detectado nueve plásticos diferentes», indica Bettina Liebmann, investigadora de la Agencia austriaca de medio ambiente.

Los dos tipos más frecuentemente hallados son el polipropileno, usado en los tapones de botellas, y el plástico PET (siglas en inglés de polietileno tereftalato), presente en las botellas. Con el poliestireno (barquetas) y el polietileno (bolsas de plástico) representan más del 95% de las partículas detectadas.

«No hemos sido capaces de establecer un vínculo creíble entre los comportamientos alimenticios y la exposición a los micropláticos», según Philipp Schwabl, investigador de la Universidad médica de Viena que dirigió el estudio.

Es posible que los microplásticos tengan efectos negativos en el tubo digestivo pero «son necesarias investigaciones complementarias para evaluar los daños potenciales de los microplásticos para los humanos», agrega el experto.

La producción de plástico se ha disparado en la última década, y suma hoy unos 348 millones de toneladas por año. Del 2% al 5% de ellas estaría en los océanos. »

Con el titular La gran amenaza proviene de los microplásticos, advierten los investigadores’, el farodevigo.es se refería recientemente al investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Jesús Gago, que en unas recientes declaraciones insistía en la necesidad de luchar contra la contaminación marina. Lo hizo en el transcurso del ciclo ‘Cultivando o Mar’ impartido con motivo de la Festa do Marisco de O Grove, donde destacó que «actualmente acaban en el mar diez millones de toneladas de basura, de las cuales un elevado porcentaje son plásticos y microplásticos que por su resistencia y durabilidad, con periodos de degradación que se estiman en cientos de años, suponen un alto riesgo para la vida marina en general».

«Hay microplásticos en los peces, pero también en el agua que tomamos, en la cerveza o en la miel, además de ser añadidos en muchos productos que hay en el mercado», indicó el investigador que, centrándose en el problema al que se enfrenta el medio marino, advirtió de que los restos plásticos pueden ser tóxicos «en la medida que acumulan sustancias nocivas, desde metales pesados a contaminantes orgánicos, que son transferidos a la cadena trófica».

El grupo que dirige el investigador Jesús Gago en el IEO, centrado en el cambio global, trabaja al amparo de la Directiva Marco de la Estrategia Marina a través del estudio de microplásticos en el agua y los sedimentos, además de analizar la acumulación de los mismos en organismos marinos, desarrollando su labor en el Golfo de Cádiz tras haberlo hecho en la costa cantábrico-galaica.

Del digital Conciencia Eco extraemos el siguiente artículo titulado ‘¿Sabes qué son los microplásticos?’:

« ¿QUÉ SON LOS MICROPLÁSTICOS O MICROESFERAS?

Son pequeñas partículas de plástico empleadas en una gran variedad de productos de limpieza. Se inventaron en la década de los 80 y se utilizan por su función exfoliante o para dar color y textura. Tienen menos de 5 mm de diámetro y se encuentran en pastas de dientes, geles de ducha, gel de baño, exfoliantes, detergentes, agentes limpiadores, protectores solares, productos de fregado y en las fibras sintéticas de la ropa.

Pueden estar fabricadas en distintos tipos de plástico como polietileno (PE), polipropileno (PP) o poliestireno (PET).

CONSECUENCIAS PARA EL MEDIO AMBIENTE

Debido a su pequeño tamaño (inferiores a 5mm) son demasiado pequeños para ser eliminados por sistemas de filtración de aguas residuales y terminan en ríos y océanos, donde son ingeridos por pájaros, peces y otras especies marinas.

Los microplásticos constituyen una gran amenaza para la alimentación de animales marinos, incluidas muchas especies de aves, tortugas, peces, mamíferos marinos e invertebrados, ya que los confunden con alimento, provocando la muerte. Incluso han demostrado que pueden absorber contaminantes afectando a la fauna marina.

Los plásticos son omnipresentes en todos los océanos y se puede encontrar plásticos en sitios tan remotos como la Antártida, en los sedimentos marinos e incluso en los corales.

¿EXISTE RIESGO PARA LA SALUD HUMANA?

En el informe Plásticos en el Pescado y el Marisco, Greenpeace evidencia cómo los microplásticos (incluyendo estas microesferas) se están incorporando a la cadena alimentaria. Además, estos plásticos tienen la capacidad de atraer sustancias químicas y de liberarlas, lo que les convierte en una potencial bomba tóxica.

Hasta el momento no hay evidencia científica de que los microplásticos representen un riesgo para los humanos cuando pasan por la cadena alimentaria, pero existe una creciente preocupación sobre la posibilidad.

Un estudio científico de Orb Media indica que el 83% de las muestras de agua de grifo de una docena de países está contaminada con microplásticos.

Se calcula que cada año, solo en Europa, llegan al medio marino 8.627 toneladas de plástico procedentes de las microesferas en los cosméticos (equivalente al peso de la Torre Eiffel).

Aunque esta cifra supone una parte muy pequeña respecto a los 8 millones de toneladas de plástico que entran en el océano cada año, el impacto ambiental es mucho más notorio según los expertos, que a la contaminación por microplásticos la denominan como una “bomba de relojería ecológica”.

¿ESTÁ PROHIBIDO EN ALGUNOS PAÍSES?

La fabricación, comercio y uso de jabones, pasta de dientes y productos cosméticos con microperlas o microesferas de plástico está prohibido en Estados Unidos a partir de julio de 2017, según una ley firmada por el presidente Barak Obama.

También en el Reino Unido desde el pasado 9 de enero, especialmente después de que saltaran las alarmas por la elevada contaminación por microplásticos del río Támesis.

Otros países como Dinamarca y Suecia también están en proceso de prohibirlas. En la Unión Europea por el momento no existe ningún proyecto legislativo en este sentido.

ALTERNATIVAS PARA LAS MICROESFERAS DE PLÁSTICOS

Es muy simple, evita los productos que contengan plástico: polietileno (PE), polipropileno (PP) o poliestireno (PET).

Las microesferas de plástico pueden ser sustituidas por alternativas naturales y biodegradables hechas de harina de maíz, perlas de jojoba, frutos de argán, almendras de albaricoque o sales naturales.

Para más información, gracias a Beat the Microbead, podéis consultar un listado de productos que contienen microplásticos y cuáles no, clasificado por países.

VÍDEO EXPLICATIVO

El Proyecto europeo ResponSEAble ha realizado este vídeo de dibujos animados sobre la problemática de los microplásticos en nuestra vida diaria, que pueden producir daños a nuestra salud y al medio ambiente marino:

https://youtu.be/KhPrHynr-7A »

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