Las ‘reflexiones’ de Félix Hernández Miranda sobre Granadilla de Abona y las políticas de izquierda que el municipio necesita

7 Jun, 2023 | Colaboraciones, Reflexiones | 0 Comentarios

El que fuera concejal de Granadilla de Abona por IUC durante la legislatura 2015-2019, Félix Hernández Miranda, nos remitió el pasado viernes 26 de mayo un artículo que con el título ‘Mi Granadilla y las elecciones del domingo’ no nos fue posible publicar por la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas que se celebraron el siguiente domingo. Sin embargo, considerando que las ‘reflexiones’ contenidas en dicho artículo no tienen desperdicio (y, por tanto, merecedoras de ser conocidas por la ciudadanía granadillera para su consideración), aunque sea a ‘toro pasado’, es decir, ya celebradas las elecciones (con cuyo resultado Félix se habrá ‘llevado las manos a la cabeza’), procedemos en consecuencia. El artículo dice:

« En estas elecciones que se celebrarán el domingo en todo el Estado, en Canarias votamos para elegir la composición de los plenos municipales, insulares y el Parlamento autonómico, que en el caso de nuestra Granadilla de Abona por primera vez los vecinos y las vecinas elegirán 25 miembros para el Pleno en lugar de los 21 de las últimas convocatorias, incremento que se debe al significativo crecimiento de la población que en lo que llevamos de siglo se ha triplicado, un fenómeno que tiene que ver con el disparatado y desarrollista modelo económico de Canarias que masifica determinados territorios del archipiélago generando pobreza y desigualdad.

Granadilla pasó de ser hasta los años 80 del siglo pasado un municipio eminentemente agrícola de unos 15.000 habitantes al de ahora con más de 60.000 y una actividad económica centrada en el ‘sector servicios’, también con cierto desarrollo industrial por poseer un polígono con algunas industrias junto a un puerto que ha sido muy polémico por los graves y cuantiosos daños irreversibles que ha provocado al territorio y por los negocios sucios y especulativos vinculados a su construcción, entorno y desarrollo. El sector agrario sigue teniendo su peso, pero como actividad secundaria.

Ubicada en el suroeste de la isla de Tenerife, Granadilla de Abonase se extiende desde la cumbre al mar. Posee tres grandes zonas donde se concentra la mayoría de sus habitantes, una es el casco o cabeza de municipio donde junto al pueblo de Charco del Pino y otros barrios (Chimiche, Cruz de Tea, etc.) viven unas 12 mil personas. En esta zona a una altitud de unos 600 metros, desde los primeros años posteriores a la conquista se instalaron hidalgos y colonos que, junto a campesinos pobres y a guanches esclavizados, fundaron este enclave de tierras fértiles con agua y bosques.

Hasta no hace muchos años este enclave fue el principal centro social y económico del municipio, pero con el espectacular desarrollo turístico en la costa de la isla esta población fue reduciéndose en pro de núcleos más cercanos a la nueva actividad y a la autopista como San Isidro, una localidad con más de 25 mil habitantes que hace de ciudad dormitorio de trabajadores y trabajadoras de la hostelería que, aunque tienen sus centros de trabajo en otros municipios, viven en San Isidro porque los alquileres son un fisco más baratos y está muy bien comunicado.

El tercer núcleo de población importante está en la costa. Localidades como El Médano, La Tejita o Los Abrigos que hasta no hace muchas décadas estaban habitadas por pescadores y sus familias, con la popularidad que esta zona fue adquiriendo como lugar de veraneo (inicialmente para familias con recursos económicos que podían adquirir una segunda residencia) poco a poco la población residente fija trabajadora fue creciendo hasta superar en la actualidad los 15 mil habitantes, siendo cada vez más difícil que familias de rentas bajas se puedan instalar en ella porque los especuladores han ultravalorizado las viviendas encareciendo el precio de venta del metro cuadrado y de los alquileres.

En Granadilla convive gente de más de 30 nacionalidades con canarios y canarias tanto granadilleros como procedentes de otros rincones del archipiélago. Sin embargo, el poder político local lo controla familias de aquí de toda la vida. Dos grandes partidos, el PSOE y CC, se reparten el poder y la gestión municipal desde la desaparición de la dictadura franquista hasta la actualidad. Estas familias, no necesariamente adineradas pero sí con mucha influencia en el municipio, suelen tener miembros en los dos partidos.

Otras formaciones políticas pero con menos peso en el municipio, como el PP, juegan un papel importante decidiendo con su representación en el Pleno cual de los dos partidos principales gobernará, por tanto el PP también tiene mucho poder local y, aunque en las municipales nunca gana, en las generales sí. Esto se debe a que muchos votantes de derechas, en las municipales votan mirando más a los candidatos y a las candidatas. Es lo que se conoce por ‘votar a la persona’, sin mirar tanto el partido que representa.

También se da la circunstancia de que CC arrastra más el voto del granadillero y granadillera originarios y el PSOE suele tener más éxito entre los votantes no oriundos, por eso éste suele ganar en San Isidro y en la costa con mucha población originaria de otros lugares, mientras CC lo hace en el casco y en zonas agrícolas donde la mayoría de la gente es de aquí de toda la vida. No obstante, como ya indiqué, ambos partidos tienen sus agrupaciones locales bien consolidadas con personas granadilleras de origen. En cualquier caso, con ambos partidos los intereses de los oligarcas y terratenientes locales están tristemente garantizados, así como la de los grandes inversores externos.

La crisis del 2008 frenó por un tiempo el disparatado desarrollismo urbanístico en el municipio, sobre todo en San Isidro donde hasta entonces se daban los permisos de obras grandes sin ton ni son, generando a partir de ese año un montón de obras abandonadas por constructores arruinados y un montón de trabajadores y trabajadoras sin empleo o con empleos precarios sin capacidad para afrontar un alquiler, por lo que en muchos casos optaron por ocupar viviendas embargadas a los constructores por los bancos ultrasubvencionados por el Estado. No nos olvidemos que la banca no reparte los beneficios con el pueblo, pero sí socializa las pérdidas.

Aunque en los años del PSOE hubo también un importante desarrollo de medidas sociales, aliviando en cierta manera el sufrimiento de tantas familias, al mismo tiempo se fomentaron los problemas al permitir que especuladores y empresarios sin escrúpulos hicieran lo que les daba la gana.

Ahora tenemos un municipio con más de 60.000 habitantes entre los que hay unos 4.000 trabajadores en paro; infinidad de familias con dificultades para afrontar los elevados alquileres; contaminación de la costa por no contar con una buena gestión y tratamiento de las aguas fecales; un territorio común entregado a unos cuantos especuladores para que hagan aparatosos e insostenibles proyectos como el hotel de La Tejita; un municipio donde al pequeño agricultor y/o productor se le ayuda poco a pesar de producir excelentes alimentos, mientras no se hace nada contra grandes terratenientes que poseen invernaderos llenos de plástico que no son correctamente mantenidos y que especulan con sus fincas pensando más en el valor del suelo y en determinadas subvenciones europeas que en la calidad de los alimentos, por no hablar del empleo precario que en la mayoría de los casos eso genera; un municipio donde se necesitan más guarderías públicas, más centros públicos para mayores, un servicio de guaguas de calidad que cubra bien las demandas de localidades como Atogo y otros pequeños núcleos poblacionales apartados.

Es importante que el gobierno municipal, en lugar de gobernar para que hagan fabulosos negocios algunas pocas familias, piense en la mayoría. Que tenga en cuenta un pueblo agrícola como la Cruz de Tea, pero no para que aumente el valor del suelo sino para que aumente la calidad de vida de las personas que lo habitan. Son muchas cosas las que necesita Granadilla, como más actividades culturales que lleguen a los pequeños núcleos, asistencia sanitaria y de acompañamiento para mayores en sus viviendas (este servicio necesario se presta desde hace años, pero hay que mejorarlo) y mejorar las condiciones laborales de los profesionales y las profesionales. SERMUGRAN es un gran ejemplo de lo bien que puede funcionar una empresa pública, pero hay muchos servicios privatizados o externalizados en el municipio como el abastecimiento de agua, la limpieza de los edificios públicos, las grúas, etc. Que la propiedad y la gestión de estos servicios esté en manos públicas siempre será mejor para la población en general y para los trabajadores y trabajadoras que los llevan a cabo.

En cuanto al pequeño comercio y los trabajadores y trabajadoras autónomos, el ayuntamiento tiene que desarrollar políticas que hagan que los pequeños proyectos de comercios llevados a cabo por vecinas y vecinos tengan prioridad frente a grandes multinacionales generadoras de explotación y que degradan el territorio porque consumen muchos recursos, asimismo los pequeños proyectos creativos y artísticos locales tienen que disponer del apoyo necesario para que funcionen y se mantengan. Las franquicias están exentas de creatividad, sin aportar nada diferente frente a los proyectos creativos y originales de gente que vive aquí.

En los últimos años el municipio ha ido sumando recursos sanitarios, sin embargo la población sigue creciendo y algunos núcleos necesitan más recursos para una sanidad de calidad. En cuanto al deporte se ha invertido y avanzado bastante, pero faltan recursos sobre todo en deportes minoritarios. La bicicleta cada vez cuenta con más usuarios y usuarias, no solo como deporte sino como vehículo para desplazamientos, sin embargo el municipio sigue sin contar con espacios para su uso en condiciones de seguridad.

Muchas políticas de izquierdas hay que hacer en Granadilla, este municipio necesita un cambio por la izquierda y el PSOE nunca será el ejecutor de dicho cambio porque es parte del problema, si bien es cierto que hay algunas diferencias como ya indicaba con respecto a cuando gobierna CC, pero no son significativas, por eso el cambio hay que buscarlo en la izquierda que está a la izquierda del PSOE. En esta convocatoria electoral dos candidaturas representan dicho espacio político: la primera es la formada por Podemos y Sí Se Puede, y supuestamente también por IUC, pero eso no es cierto ya que esta última formación no posee ningún grupo estable en el municipio y en la convocatoria anterior que sí lo tenía no llegaron a un acuerdo con los dos primeros. Esta candidatura se llama Unidas Sí Podemos, que en la convocatoria de 2019 sin IUC obtuvo un concejal.

Quiero recalcar que en todo caso me estoy refiriendo a Granadilla. No haré en este artículo ninguna valoración de estos partidos fuera del espacio geográfico granadillero. Aclarado esto, comentar que desde mi punto de vista y por lo que he podido comprobar a través de los medios de comunicación, redes sociales y comentarios de algunas personas de izquierdas del municipio, esta coalición en estos primeros 4 años no ha hecho un trabajo de calle verdaderamente comprometido con las familias trabajadoras y, en general, con las personas que más apoyo necesitan desde la izquierda. En el espacio institucional principalmente han presentado mociones, no habiendo sido aprobadas algunas y las que sí por lo visto no han surtido efecto. Hay que tener en cuenta que esta coalición, con miembros próximos a CC (concretamente de SÍ Se Puede) rechazaron la participación de IUC en su candidatura y rompieron con el trabajo hecho hasta ese momento por IUC en el municipio.

La segunda candidatura de la izquierda a la izquierda del PSOE con la que cuenta Granadilla para las elecciones del domingo es la de DRAGO VERDES CANARIAS, encabezada por el activista medioambiental y deportista Dahomey. De esta candidatura no puedo decir mucho porque no tengo detalles, pero por lo que he podido leer y también porque he hablado con Dahomey (lo conozco porque somos compañeros en ‘Salvar la Tejita’), puedo decir que me parece la mejor opción dentro de lo que hay. Él es una persona con buenas ideas y con ganas de trabajar, aunque no conozco su equipo, pero reitero que me parece la mejor opción de lo posible. Yo este año votaré en Santa Cruz, pero si lo hubiera hecho en Granadilla desde luego que mi candidato es Dahomey.

Por último, decir que aunque la división en varias candidaturas de un mismo espacio electoral va a afectar al resultado y que es un problema que se repite siempre, sin embargo no se hacen análisis políticos coherentes para saber los motivos y buscar posibles soluciones. En lugar de ello, cada partido se mira su ombligo y le echa la culpa al otro.

Para despedirme, decir que mi deseo cara el próximo lunes es que Granadilla se despierte con una victoria de la izquierda, pero si no es así que al menos se despierte con más gente indignada dispuesta a luchar para un municipio mejor para la mayoría.

Salud y República »

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