El Grupo González Canarias, propietario de la estación de Servicio ‘La Chasnera’, denominada ‘gasolinera de la suerte’, lleva vendiendo primeros premios del sorteo de Navidad cinco años consecutivos. La cola de compradores superaba los 60 metros fuera del local de expedición hasta prácticamente la medianoche de la víspera del sorteo, en busca de un décimo de la gasolinera abonada a la fortuna que resultara premiado.
“Se vendió completamente”, comentaban los propietarios, asegurando que «estamos abonados» a la buena suerte desde 2013, cuando se repartieron unos 200 millones de euros en un premio del sorteo extraordinario de Navidad. La fama que ha adquirido la estación de servicio ha provocado que reciba peticiones para comprar décimos de todas partes de España.
Este último sorteo ha habido bastantes más colas de compradores que el año anterior cuando se puso a la venta la Lotería de Navidad en verano, pasando por la gasolinera canarios procedentes de otras islas e incluso turistas extranjeros de vacaciones en Tenerife. En esta ocasión se repartió en torno a los 3,5 millones de euros entre todos los premios que se vendieron: un décimo del primero, el 71.198; 22 del segundo, el 51.244; veinte décimos de un quinto premio, el 58.808, y otros dos décimos de otro quinto, el 00580.
A los tradicionales templos de la suerte de la Lotería de Navidad del país, como Doña Manolita (Madrid) y la Bruixa D’Or (Sort) se ha unido ya la ‘gasolinera de la suerte’ de Granadilla de Abona por su historial continuado de premios a lo largo de los últimos cinco años.
Luego vino el sorteo de El Niño, del que días antes del mismo decía un medio informativo:
« Unas tres horas de cola es el promedio del tiempo de espera que debe aceptar todo aquel que quiera conseguir alguno de los números que podrían ser agraciados en el sorteo de El Niño, el próximo seis de enero, en el punto receptor de loterías con más suerte de Canarias y uno de los más solicitados del país. Se trata de la ya conocida como ‘gasolinera de la suerte’, en la autopista del sur de Tenerife, dentro del municipio de Granadilla de Abona, una estación donde la gente para a llenar los depósitos de la ilusión.
«El repartidor de donuts llegó a las cinco de la mañana y ya había gente haciendo cola», afirmó ayer por la mañana Jenny, la encargada de origen brasileño que atiende en uno de los mostradores del establecimiento. «Desde antes de abrir hasta el cierre, por la noche, hay gente haciendo cola continuamente», aseguró. Y es que muchos han aprovechado los primeros días laborales de la semana tras la Navidad para acercarse a cambiar los reintegros, a cobrar algún premio o comprar algún número del sorteo de El Niño.
«Han hecho un pacto con el diablo», bromeó David Fernández cuando por fin llegaba al mostrador tras dos horas y media de cola. Tras recoger dos boletos premiados con 100 euros, no quiso resistirse a la tentación de probar suerte con El Niño. «Me da igual el número, porque la suerte la traen ellos. Que me den el número que quieran», manifestó.
Para José González, hijo del propietario de la ya emblemática estación, esta ‘racha’ que empezó en el 2013, es fruto de mucho trabajo por parte de su padre y de toda la familia, y el resto es simplemente «pura magia». Una vez caído el gordo hace cuatro años, lo demás «vino solo», afirmaba mientras intentaba organizar la tremenda cola que comenzaba a impedir el paso de algunos vehículos. Con la amabilidad que les caracteriza a él y a su familia, invitaba a los clientes a movilizarse en beneficio de una mejor fluidez para todos. González afirmaba que no tienen ningún amuleto especial ni santo al que se aclamen, pero si por algo es conocido su padre es por su generosidad (la primera vez que les tocó el gordo había repartido un décimo del número premiado a cada uno de sus empleados) y por el «buen rollo» que transmite y que se respira en el establecimiento: a pesar de las colas y el ajetreo, los empleados no dejan de sonreír ni un instante. «A ver si va a ser contagioso esto de la suerte», comentaba Camilo Blanco, que paró a repostar gasolina y su mujer no dudó en unirse a la cola del «¿y si toca?»… »
Entre el pasado 22 de diciembre y el día del sorteo de El Niño, no hubo ni un día sin colas. El sorteo de 2017 la ‘gasolinera de la suerte’ vendió cinco décimos del segundo premio, el 95.379, dotado con 750.000 euros por serie y 75.000 euros al décimo, y este año ‘La Chasnera’ no podía faltar otra vez a la fiesta, volviendo a vender de nuevo otros tres décimos del segundo premio de El Niño, el 18.442, con lo que la popularidad de la estación de servicio no para de crecer, algo a lo que José Miguel González y sus empleados se han acostumbrado y normalizado, por lo que esperan que la suerte siga visitándoles con la misma regularidad cada vez que se celebre un sorteo de la lotería.