(…Continuación)
La Central Termoeléctrica que la empresa LysPly S.A. propiedad del ingeniero canario Daniel González González quiso construir en El Médano siempre ha estado rodeada de polémica, desde sus inicios al no disponer de las preceptivas autorizaciones y contar con la oposición frontal de l@s vecin@s del complejo residencial Ensenada Pelada ubicado a tan sólo 100 metros de las obras de esta infraestructura a la que denominaban ‘La Parabólica’, hasta la actualidad en que ciudadanos como el propietario del solar en el que se encuentran los restos de la Central o el antiguo colaborador de Lysply, Fernando Rivero, siguen luchando para que la justicia les dé la razón en lo que consideran una estafa en toda regla donde han sido ‘utilizados’ por Daniel González, pasando por los frustrados intentos de éste para desarrollar otros proyectos suyos en otros territorios de la geografía nacional como Córdoba y Galicia a cuyas instituciones públicas, igual que hiciera con el Gobierno de Canarias y el del Estado -hasta el Ayuntamiento de Granadilla de Abona resultó salpicado-, reclamó indemnizaciones milmillonarias.
La propia Wikipedia da contenido a esta infraestructura abandonada en El Médano mencionándola como ‘Laboratorio de Energía Solar Termoeléctrica’, definiéndola como “una estructura de plato abandonada cerca de El Médano, Tenerife, en las Islas Canarias. Fue construido en 2008 para generar energía solar, pero se construyó sin permiso y fue abandonado en 2009” y citando como artículo de referencia (entre otros) el publicado por LaRendija.es el pasado 22 de agosto de 2020 -correspondiente al capítulo con el que comenzamos el presente reportaje- con el titular ‘La central termoeléctrica solar abandonada en El Médano (I)’ al que remitimos y al que se puede acceder pulsando en el siguiente enlace:
https://www.larendija.es/la-central-termoelectrica-solar-abandonada-en-el-medano-i/
Sobre Daniel González y su ambicioso proyecto que quiso desarrollar en Canarias, el medio de comunicación ABC Canarias, con el titular ‘Autosuficiencia energética en Canarias’, en septiembre de 2007 publicaba:
« La patente de esta tecnología es propiedad del ingeniero canario Daniel González, con décadas de experiencia en el campo de la energía nuclear y las energías alternativas. Precisamente es en el campo de la energía nuclear donde surge la patente clave que hace posible esta tecnología, al requerirse materiales capaces de soportar las altísimas temperaturas de los reactores de fisión nuclear.
Daniel González se encuentra ahora al frente de la empresa LysPly S.A. que llevará a la práctica este ambicioso proyecto que será capaz de producir energía sin emisiones contaminantes de ningún tipo, cuyo objetivo final es la autosuficiencia energética de Canarias, «si los políticos lo permiten», puntualiza. El estudio de viabilidad, avalado por numerosos ingenieros, puede consultarse en la web de la empresa y ha recibido el visto bueno de la Comisión Nacional de Energía.
El laboratorio experimental empezará a construirse «antes de final de año en Granadilla», en el sur de Tenerife, y «tiene un coste de unos 40 millones de euros, sin contar los 80 millones de euros que se han gastado hasta el momento en investigación en centrales nucleares por medio mundo y en patentes a nivel mundial».
A 3.600 grados centígrados
La tecnología está basada en la concentración del sol, mediante un casquete semiesférico de 24 espejos en un punto, en una proporción de 1 a 30.000, concentrándose la energía del sol de unos 500 metros cuadrados que tiene la superficie de cada instalación a una superficie de 2 milímetros cuadrados, donde se alcanzan temperaturas de 5.740 grados kelvin, es decir, unos 5.467 grados centígrados.
Esta energía se dispersa dentro de un esferoide del foco de concentración, recubierto en su interior de materiales de alta resistencia al calor, que trabajan a 3.600 grados centígrados. Afirma Daniel González que a esta temperatura se puede evaporar el silicio de forma instantánea, y producir con ello por ejemplo placas solares fotovoltaicas convencionales. Son precisamente estos materiales del foco la clave, porque es ahí donde se hace la transferencia energética, energía que es aprovechada en forma de vapor de agua que mueve unas turbinas que generan la electricidad.
Cinco años por delante
La idea de este ingeniero nacido en Santa Úrsula es muchísimo más ambiciosa que la simple producción de electricidad: Se busca la autosuficiencia energética total de Canarias y la cesión a muy bajo coste de la energía, agua, combustibles y otros derivados como abonos, que se pueden producir con la energía captada al sector agrícola para hacerlo rentable y equilibrar la balanza agraria, al lograr así un amplio autoabastecimiento.
«Si todos los factores son favorables, es decir si hay financiación y voluntad política, en cinco años se puede lograr la independencia energética total del Archipiélago, al igual que el autoabastecimiento con el sector de la agricultura».
Con cinco millones de metros cuadrados, que son con los que cuenta la empresa en el sur de Tenerife, junto a una inversión escalonada en el tiempo de 20.000 millones de euros, aseguran desde LysPly, se puede lograr la autosuficiencia energética de la isla de Tenerife.
En cuanto a las empresas que utilizan tecnologías similares, Daniel González asegura que se trata de «plagios baratos» de su tecnología, «todos tienen el problema del reactor biológico» que permite alcanzar estas altas temperaturas en el foco, y no lo han podido solucionar puesto que «la patente es nuestra a nivel mundial».
Mayor producción
La tecnología de esta empresa es la más eficaz de todas las plantas de producción termosolares existentes y proyectadas hasta la fecha en el mundo: La producción anual por metro cuadrado se sitúa en 1.100 Kwh. Para hacernos una idea, las plantas fotovoltaicas generan como máximo 217 Kwh. por metro cuadrado al año.
Esta tecnología consiste básicamente en el aprovechamiento del sol, que es captado por espejos que lo reflejan y concentran en un solo punto, algo parecido a lo que hace una lupa, pero con espejos especiales. En este punto los diferentes sistemas existentes pueden llegar a alcanzar entre 400 y 5.000 grados centígrados, dependiendo del tamaño del espejo utilizado. La forma en que se aprovecha esta energía concentrada varía según el sistema empleado; el más antiguo es el conocido como sistema de ranuras parabólicas que ya lleva funcionando en EEUU desde la crisis del petróleo en 1973.
Su funcionamiento es muy simple: La energía del sol se concentra con los espejos parabólicos en la línea focal donde se hallan los tubos receptores por los cuales circula un aceite especial de muy alta resistencia térmica, que alcanza los 400 grados centígrados. Éste es bombeado hacia un bloque central de la planta generadora donde fluye por varios intercambiadores de calor y genera vapor que servirá para la propulsión de las turbinas. El coste de la generación de la electricidad de las centrales de ranuras parabólicas es ligeramente inferior al de las centrales que trabajan con recursos fósiles. En un futuro no muy lejano, con el aumento de los precios de estos hidrocarburos, la rentabilidad económica aumentará notablemente. Su vida útil es de unos 50 años. »
Tras casi diez meses del comienzo de las obras (comenzaron en diciembre de 2008) de este laboratorio experimental próximas al complejo residencial Ensenada Pelada, el 5 de septiembre de 2009 el diario EL DÍA se hace eco de la polémica existente entre l@s vecin@s de dicho complejo y una obra que ya había sido precintada en tres ocasiones y que tenía un expediente abierto por la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN) al carecer de los permisos preceptivos y estar ocupando un espacio catalogado como ‘suelo rústico protegido’, mediante un artículo con el titular ‘Una central en construcción producirá y almacenará metanol cerca de viviendas’ en el que decía:
« La población residente en las más de 200 viviendas que forman el complejo residencial Ensenada Pelada, situado en El Médano (Granadilla de Abona), está muy preocupada porque desde diciembre del año pasado se construye una central termoeléctrica solar a escasos 100 metros de las casas. En dicha instalación, que carece de permisos y ocupa suelo rústico protegido, se producirá y almacenará metanol y combustible según denuncian los vecinos y consta en el proyecto que la empresa promotora tiene en su página web.
La «parabólica», como la definen los afectados, ha sido precintada en tres ocasiones pero los trabajos continúan, según ha constatado EL DÍA. De hecho, la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN) ha abierto un expediente sancionador, según la alcaldesa Carmen Nieves Gaspar, si bien los vecinos aseguran que dicho órgano comunicó al consistorio el 7 de mayo pasado que debía proceder a precintar el recinto.
Según consta en la memoria de esta iniciativa, «la empresa Lysply S.A. es la que está llevando a efecto un laboratorio a escala real de tres unidades receptoras-rastreadoras de energía solar, cuyo objeto es llevar a cabo los ensayos definitivos para que los inversores puedan comprobar in situ la realidad física de esta tecnología con todas sus ventajas». En esa línea se explica que «tras varios procesos industriales convertimos la energía solar en energía eléctrica y, a partir de ésta, almacenamos la energía en forma de metanol utilizando como elemento intermedio el carbón».
La preocupación
El metanol, que es una de las causas principales de la preocupación vecinal, es definido por la empresa como «un producto químico básico a partir del cual se obtienen varios productos secundarios». También se apunta que puede producirse a partir de gas natural, carbón, madera e incluso de residuos orgánicos y que se utiliza en la fabricación de ácido acético y otros compuestos químicos. Es un disolvente que se emplea en la fabricación de plásticos, pintura, barnices y también sirve como anticongelante en automóviles.
Los vecinos denunciantes afirman que una instalación como la que se construye cerca de sus casas «no existe en otro lugar del mundo», añadiendo que «sólo en el desierto de Nevada (Estados Unidos) hay algo parecido, pero en pleno desierto y lejos de las personas».
Mientras ellos aseguran que llevan casi dos meses pidiendo un encuentro con la alcaldesa, ésta afirma haberse entrevistado con la asociación vecinal, aclarando que «se trata de un asunto que es competencia de la APMUN pero, no obstante, se han producido visitas por parte de la Policía Local con motivo del precinto y la incoación del expediente, con lo que esperamos que en el menor tiempo posible se solvente este asunto por el bien de todos los residentes».
Este periódico trató de conocer ayer la opinión de la empresa sin que ello fuera posible. »
Respecto a las mencionadas indemnizaciones reclamadas por Daniel González, en este caso al Gobierno de Canarias por haber procedido a precintarle la obra a través de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN) ante su reiterada negativa a pararla a pesar de cerrársela hasta en tres ocasiones, también en septiembre de 2009 el diario EL DÍA, con el titular ‘La empresa de la central reclama al Gobierno canario 85.000 millones’, publicaba:
« Daniel González González, titular de la empresa Lysply, S.A., que construye en El Médano una central termoeléctrica solar para producir y almacenar metanol y combustible, aseguró a EL DÍA que demandará por la vía judicial y del Gobierno de Canarias una indemnización de 85.000 millones de euros «por los daños y perjuicios ocasionados a raíz de la actuación que ha tenido contra la instalación en construcción».
Según explicó, el precinto ordenado por la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (APMUN) fue levantado por la jueza quien, además, en su auto ordenó que «la función pública se abstenga de molestarme», añadió.
La empresa Lysply, S.A. tiene su sede en Panamá, por lo que Daniel González señaló que este asunto será dilucidado en el tribunal de La Haya ya que en breve presentará la denuncia correspondiente una vez concluida la vía administrativa.
A su juicio «están empleando personal vestido de agentes de los cuerpos de seguridad que no pertenecen a ellos y con el propósito de intimidar al personal que está trabajando allí». Además, afirmó que el suelo del entorno en que se emplaza esta industria «fue recalificado una vez que comenzó nuestra obra».
González se mostró muy satisfecho del respaldo obtenido durante los últimos días a su iniciativa que, según manifestó, procede del sector turístico de la comarca así como de los colegios oficiales de Ingenieros de Madrid, Francia y Panamá. Llegó a asegurar que ha tenido ofrecimientos de empresarios de Arico y Fasnia para poner a su disposición 42 millones de metros cuadrados en los que desarrollar este proyecto.
Según consta en el cartel oficial existente en la obra, este «laboratorio promocional de energía termoeléctrica solar y almacenamiento de energía» cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Consumo. La obra se lleva a cabo a escasos 100 metros del residencial Ensenada Pelada, donde existen más de 200 viviendas cuyos moradores están muy preocupados porque entienden que esta instalación supone un grave peligro. »
Estas indemnizaciones millonarias reclamadas por el propietario de Lysply S.A. llegaron hasta la Audiencia Nacional, que en enero de 2013 se pronunció en el sentido de desestimarlas, lo que es recogido por la agencia de noticias EFE que con el titular ‘La AN rechaza una indemnización milmillonaria a un parque solar de Tenerife’ decía:
« La Audiencia Nacional ha desestimado la indemnización milmillonaria que reclamaba al Estado y al Gobierno de Canarias una empresa a la que se precintó un laboratorio de energía solar que pretendía construir en Granadilla de Abona (Tenerife) porque no contaba con las licencias exigibles.
La empresa en cuestión, Lysply, pretendía que se condenase a ambas administraciones a pagarle 50 millones de euros diarios a contar desde el 9 de febrero de 2009 hasta que se satisficiera esa compensación por los daños que decía haber sufrido a raíz del precinto de las obras de ese laboratorio experimental.
La sentencia reconoce como probado que la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural del Gobierno de Canarias suspendió esas obras porque ocupaban suelo rústico protegido, carecían de licencia urbanística, se llevaban a cabo sin la preceptiva calificación territorial y la actividad que se quería desarrollar no había obtenido la autorización de la Dirección General de Energía.
La reiterada negativa de Lysply a paralizar la construcción de esas instalaciones llevó al Gobierno canario a solicitar el apoyo de la Guardia Civil y la Policía Local para precintarlas.
Además, el asunto llegó a manos de la Fiscalía, que denunció a los responsables de la empresa por delitos contra la ordenación del territorio, contra el medio ambiente y desobediencia, en unas diligencias penales que aún están bajo instrucción.
Sin embargo, la empresa promotora de esas obras alegaba en su favor que contaba con una subvención de 2007 del Ministerio de Industria, para desarrollar un proyecto de «Construcción de un laboratorio experimental de energía termoeléctrica solar con almacenamiento de energía» y que la orden de paralización le había causado un perjuicio de 40.256 millones de dólares.
Lysply sostenía que se habían vulnerado sus derechos a la producción científica y a la explotación de patentes y que había perdido como consecuencia de ello «contratos internacionales», de lo que hacía responsables a múltiples organismos públicos.
Así, dirigía su reclamación de 50 millones de euros diarios en concepto de responsabilidad patrimonial contra los ministerios de Justicia, Trabajo y Medio Ambiente, el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Granadilla de Abona (Tenerife).
La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional considera, sin embargo, que «no existe nexo causal entre el funcionamiento del servicio público de la Administración de la Comunidad Autónoma de Canarias, y menos aún de la Administración General del Estado, y los daños que se dicen ocasionados por la suspensión» de las obras de ese laboratorio experimental.
El tribunal recalca que no hay «necesidad de mayor razonamiento» para deducir que Lysply no ha sufrido daño alguno que sea achacable a las administraciones y, al mismo tiempo, avala la decisión tomada por la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural de Canarias, que estima «legítima» y «ajustada a la legalidad vigente».
De hecho, recuerda que la orden de suspensión ni siquiera ha sido impugnada por la empresa a través de los recursos pertinentes, por lo que «ha sido consentida y ha adquirido firmeza» »
No sólo fue en Canarias donde Daniel González intentó instalar uno de sus proyectos, en este caso el denominado Laboratorio Promocional de Energía Termoeléctrica Solar y Almacenamiento de Energía en El Médano, sino que en Almería primero y luego en Galicia lo intentó con otros que también generaron mucha polémica y terminaron siendo rechazados. En cuanto al de Galicia, el 22 junio de 2015 el diario Economía Digital Galicia publicaba el siguiente artículo con el titular ‘Alerta en el Parlamento: demandas millonarias contra el Gobierno empañan el macro proyecto gallego de la batata’, en el que hacía referencia ‘en negativo’ al proyecto inacabado de la zona de Ensenada Pelada:
« A la comarca de Bergantiños le llueven las ofertas. Dejada casi atrás la polémica mina de Corcoesto, un nuevo gran proyecto industrial sondea al menos siete municipios –Coristanco, Cabana, Malpica, Carballo, A Laracha, Ponteceso y Finisterre– para desarrollar plantaciones de batata y para su posterior aprovechamiento en la generación de biocombustible.
La empresa responsable es Termo-biológicas, constituida en marzo del pasado año en A Coruña, una sociedad instrumental de la matriz con base en Panamá, Lysply Hidrógeno-Butanol-Gasolina S.A . El consejero delegado del brazo gallego de la compañía, José Luis Lagares –quien fuera responsable de Eurogalicia Forestal, un intento frustrado de instalar una papelera en As Pontes– ha presentado la iniciativa de la mejor de las maneras. No solo por la posibilidad de generar empleo y desarrollo industrial en el rural, sino también afirmando que las biorefinerías tendrían un impacto ambiental casi nulo, algo que varios colectivos ecologistas ya han puesto en duda.
En todo caso, se compromete a crear 5 puestos de trabajo por cada hectárea de terreno y necesita centenares. Es el aval con el que negocia ante Xunta y ayuntamientos para lograr las parcelas que necesita Termo-biológicas en su proyecto agroindustrial.
Sombras en el proyecto
Una empresa altamente innovadora, con patentes propias y que promete empleos de alta cualificación con poco impacto ambiental, pero no por todo eso exenta de sombras. La polémica se ha desatado en la última semana y ha llegado incluso al Parlamento, donde AGE ha preguntado formalmente a la Xunta este viernes por los detalles de la iniciativa –sometida en sus inicios a contratos de confidencialidad– y por la relación de los promotores con dos demandas mil millonarias por daños y prejuicios en Canarias y Andalucía.
El vínculo no es directo de la empresa, que fue constituida hace poco, sino a través de su presidente, Daniel González González, también propietario de Lysply SA. La constructora protagonizó dos proyectos en Tenerife y Almería que acabaron de la peor de las maneras, con intervención policial para frenar las máquinas y con un conflicto judicial en el que las administraciones, incluido el Gobierno central, se jugaron miles de millones.
Pinchazo insular
En territorio insular, en Granadilla de Abona, Lysply construía un subvencionado «laboratorio experimental de energía termoeléctrica solar» que fue precintado antes de entrar en funcionamiento por ocupar suelo rústico protegido, carecer de licencia urbanística y de las autorizaciones preceptivas de la Direción General de Energía. El Gobierno canario pidió incluso la intervención de la Policía y la Guardia Civil para parar las obras.
La empresa llevó a los tribunales a Estado y Gobierno autonómico y les reclamó por daños y perjuicios 40.256 millones de dólares. La reclamación de Lysply exigía 50 millones de euros diarios en concepto de responsabilidad patrimonial y alegaba que había perdido contratos internacionales por la paralización de las obras.
Pifia en el desierto
En Tabernas (Almería) sucedió algo parecido. La promotora Guradoor S.L. con domicilio en Tenerife y con Daniel González González como apoderado, impulsó la creación de un huerto solar con una superficie de 20.000 hectáreas. La constructora era Lysply S.A. Una vez más el proyecto fue cancelado con un informe desfavorable emitido por el subdirector general adjunto de Energía Eléctrica en la comunidad.
La reclamación, en este caso, fue al Ministerio de Industria, la Junta de Andalucía y el gobierno de la Región de Murcia, a los que se les exigía en los tribunales una indemnización de 620 millones diarios por el lucro cesante.
La Audiencia Nacional tumbó ambas demandas.
Termo-biológicas, consultada por este medio, dijo desconocer si su presidente había realizado las reclamaciones, así como los proyectos de energía solar. »
(Continuará…)