La Autoridad Portuaria señala la instalación de una regasificadora flotante y el traslado de la Refinería de Santa Cruz entre otras acciones a desarrollar en el Puerto de Granadilla

26 Ene, 2021 | Economía | 0 Comentarios

El pasado 1 de noviembre el presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González, comunicaba que entre sus planes de futuro se encontraba la intención de proyectar una regasificadora flotante para el Puerto de Granadilla, explicando que con esa infraestructura «se emplearía el gas natural como combustible para la central eléctrica, contribuyendo así a la descarbonización de la misma».

Asimismo resaltaba que el excedente de Gas Natural Licuado (GNL) procedente de dicha infraestructura se suministraría como combustible a los buques. Con ello, y aunque dicho proyecto se encuentra aún en un estado incipiente, según la Autoridad Portuaria se prevé contar con el pleno desarrollo del mismo en los próximos años, dando así cumplimiento a la normativa OMI 2020 por la que el contenido de azufre en el combustible suministrado a buques no podrá exceder del 0,5%.

Afirmaba el responsable de Puertos de Tenerife que el Puerto de Granadilla concluiría el año 2020 con obras en ejecución valoradas en 18,5 millones de euros, cifra de la que algo más de diez millones correspondía a los trabajos de viario y redes básicas del puerto, cuya ejecución era imprescindible para poder desarrollar el resto de elementos de la nueva infraestructura, a lo que había que sumarle el acondicionamiento de la explanada provisional que se concluiría en unos días, estando previsto para diciembre el inicio de la construcción de la primera fase del Centro de Inspección Portuario (CIP) y del Edificio de Servicios del Puerto, proyectos que por un valor de 6,6 millones de euros ya habían sido adjudicados en sesión del Consejo de Administración de Puertos de Tenerife celebrada el pasado septiembre.

En detalle, la realización del viario y de las redes básicas del puerto supone la fase inicial de urbanización del puerto, mediante la cual se llevarán a cabo cinco vías, una nueva glorieta y la adaptación de otras dos ya existentes, así como la instalación de la red de abastecimiento, incluido el depósito regulador, la red de drenaje de pluviales y la red de saneamiento, cuya finalización está prevista para el próximo mes de agosto.

En cuanto al acondicionamiento de la explanada provisional ubicada tras la línea de atraque de muelle de ribera ya ejecutado, la misma ha supuesto la creación de una superficie en torno a los 60.000 metros cuadrados, en la que al momento del comunicado facilitado por la Autoridad Portuaria el pasado 1 de noviembre sólo quedaban por realizar los trabajos de pavimentación, siendo su coste final de 1.042.102,53 euros.

A estas obras se unieron antes de la finalización del pasado año las correspondientes a los mencionados inicios del Centro de Inspección Portuaria (CIP) y del Edificio de Servicios, contando éste último con un plazo de ejecución de 21 meses y una ocupación de 2.600 metros cuadrados de superficie total, cuyo uso se destinará a funciones administrativas y contará con las dependencias de la Autoridad Portuaria provincial, de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como las de los Prácticos del puerto, de las concesionarias y de otras administraciones.

En cuanto al CIP, su plazo de ejecución es de catorce meses, ocupará una superficie total de 1.614 metros cuadrados y acogerá todas las instalaciones y prestaciones propias de los servicios de inspección como las zonas de maniobra, muelles de descarga y áreas de almacenamiento, refrigeración y congelación.

Carlos González también se refirió a la denominada economía azul como uno de los objetivos a desarrollar, haciendo mención concretamente a las actividades vinculadas con la misma como la generación de energías renovables, que también dispondrá de su espacio en el puerto de Granadilla, asunto en el que se está trabajando valorando alternativas. Una de ellas, tal como anunció el presidente de la Autoridad Portuaria, se centra en la posible instalación de aerogeneradores en la zona de servicio terrestre y marítimo del puerto, posicionándose éste a favor de «la producción de piezas de aerogeneradores para exportar desde el propio puerto hacia otros países».

Asimismo, recordaba que «seguimos apostando por la reparación naval, que cuenta en nuestro sistema portuario con dos autorizaciones en trámite para la instalación de un dique flotante, uno de ellos en la Dársena del Este del puerto de Santa Cruz de Tenerife y, otro, precisamente en el Puerto Granadilla».

También recordaba Carlos González que respecto a nuevos servicios a prestar por Puertos de Tenerife, en la sesión del Consejo de Administración celebrada el pasado septiembre se aprobó el nuevo pliego que respecto a la dársena del Puerto de Granadilla incluye el número de remolcadores a operar, sus obligaciones como servicio público, condiciones de la prestación, tarifas y características técnicas de los mismos, en el que se insta a la empresa prestadora para que desarrolle su actividad haciendo uso, en la medida de lo posible, de energías renovables.

Otra cosa sobre la que informó el presidente de la Autoridad Portuaria fue que en la próxima reunión a celebrar por el Consejo de Administración se llevaría la propuesta de concesión administrativa a Petróleos de Canarias, S.A. (Petrocan) para la ocupación de 120.632 metros cuadrados destinados a instalar una factoría para almacenar y abastecer combustible de aviación, actividad de búnker y reservas estratégicas, cuya aprobación permitiría el traslado de las instalaciones que CEPSA tiene en la refinería de Santa Cruz de Tenerife, un hecho posible gracias a las previsiones de reserva de suelo realizadas en su momento en Granadilla de Abona. De aprobarse dicha propuesta, aseguraba Carlos González que con ello se impulsaría la liberación de suelo en Santa Cruz de Tenerife, configurándose como uno de los grandes logros que por sí sólo justificaría en parte la construcción y puesta en marcha del nuevo Puerto.

Para poner la guinda a los motivos que justifican la construcción del Puerto de Granadilla respecto a las críticas que en sentido contrario se mantienen al respecto, el presidente de la Autoridad Portuaria indicaba que sus grandes calados, así como la ubicación alejada de núcleos de población residente y el polígono anexo hacían de la dársena de Granadilla una instalación idónea para especializarse en la reparación naval de grandes buques y plataformas petrolíferas, trabajos que ya se habían realizado y seguían llevándose a cabo en ella, destacando entre ellos los ejecutados en el mayor buque del mundo, el Pioneering Spirit, así como en la plataforma petrolífera Q7000, la cual en ese momento aún compartía escala en el Puerto con la Ocean Greatwhite perteneciente a la multinacional americana Diamond Offshore.

Por último, Carlos González se enorgullecía de que el Puerto de Granadilla también había acogido recientemente varias dragas del grupo Jan de Nul, entre ellas la Leiv Eiriksson, draga de succión de las mayores en su categoría, así como el buque Africa Mercy, para realizar trabajos de mantenimiento.

El pasado 9 de noviembre la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife anunciaba mediante un comunicado que su Consejo de Administración había acordado la concesión administrativa a Petróleos de Canarias (Petrocan) de la instalación de una factoría para el almacenamiento y abastecimiento de combustible de aviación, actividad de búnker y reservas estratégicas, la cual ocuparía una superficie de 120.632 metros cuadrados en el puerto de Granadilla y haría posible el traslado de las instalaciones que CEPSA tiene en la refinería de Santa Cruz de Tenerife.

Dicha concesión se otorgaba por un plazo de treinta y cinco años, contando ya las obras con el proyecto básico y disponiendo Petrocan de doce meses de plazo para presentar el proyecto constructivo a la Autoridad Portuaria que, una vez autorizado por ésta, dispondría de dos meses para iniciar las obras, las cuales se desarrollarían en un plazo máximo de veinte meses. Con ello, tal como señalamos, Cepsa dispondría de vía libre para poder trasladar sus instalaciones de la Refinería de Santa Cruz de Tenerife al Puerto de Granadilla, en concreto las actividades de distribución y almacenamiento de combustible, que son las que se están realizando en la actualidad después de que, desde 2014, se suspendieran las de refino del petróleo.

La planta de almacenamiento de este proyecto ocupará un espacio de 118.451,40 metros cuadrados, las canalizaciones en superficie uno de 1.692 y las subterráneas otro de 488,83 metros cuadrados. Al respecto, el presidente de Puertos de Tenerife manifestaba: «esta concesión ha sido posible gracias a las previsiones de reserva de suelo realizadas en Granadilla, siendo definitoria nuestra apuesta por la nueva dársena con 33,4 millones de euros consignados para 2021 y 37,7 para 2022, todo ello de acuerdo con el Plan de Empresa 2021 recién consensuado con Puertos del Estado».

Esta noticia a quien alegró especialmente fue al alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, que apenas tuvo conocimiento de la misma destacó la importancia de este paso que posibilita el traslado de las actividades de almacenamiento y distribución de Cepsa desde la capital a Granadilla, “lo que permitirá que el proyecto Santa Cruz Verde 2030 se pueda convertir en realidad para crear una nueva ciudad en los terrenos que hoy ocupa la Refinería».

«Esto significa que lo que habíamos firmado en su día -en junio de 2018- entre Cepsa y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife sellando una alianza para que la capital pudiera recuperar en el futuro los terrenos de la Refinería, no era papel mojado. Tras recuperar la Alcaldía hemos seguido avanzando en este proyecto. La aprobación por parte de la Autoridad Portuaria de la concesión administrativa para que Petrocan pueda ocupar una superficie en el Puerto de Granadilla es una muy buena e importante noticia para este municipio, porque se siguen dando pasos para que lo que hoy son tanques y chimeneas se conviertan en un futuro en ciudad», destacó José Manuel Bermúdez, que asimismo indicaba que con ello había quedado demostrado que Cepsa siempre tuvo la intención trasladar la actividad que realiza en Santa Cruz y, además, seguía apostando por Tenerife, porque «se quedará en el Puerto de Granadilla».

Sin duda -agregaba el alcalde de la capital- el acuerdo establecido por el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria nos permitirá adelantar la ordenación, el desmantelamiento y la descontaminación de los terrenos de la Refinería en Santa Cruz de Tenerife».

«El proyecto Santa Cruz Verde 2030, con el que la capital recuperará 573.000 metros cuadrados de superficie, podrá ejecutarse. En definitiva, Cepsa traslada sus actividades de almacenamiento y distribución de Santa Cruz a Granadilla y esto posibilitará la creación de una nueva ciudad en los terrenos de la Refinería», reiteraba José Manuel Bermúdez en su discurso.

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