Isaac de Vega, un ilustre granadillero

21 Feb, 2017 | Cultura, Sociedad | 0 Comentarios

Con motivo del fallecimiento de Isaac de Vega a principios de febrero de 2014, la agencia de noticias EFE sacó el siguiente artículo titulado ‘Fallece Isaac de Vega, Premio Canarias de Literatura y creador de «Fetasa»‘:

« El escritor Isaac de VegaPremio Canarias de Literatura en 1988, ha fallecido este lunes en Tenerife tras una grave enfermedad, informaron fuentes del sector editorial, y tras legar a la producción literaria canaria una novela emblemática, «Fetasa», que generó un movimiento homónimo.

Isaac de Vega impulsó el llamado movimiento «fetasian en la década de los 50 del pasado siglo junto a Rafael Arozarena, autor de «Mararía» y con el que compartió el Premio Canarias de Literatura, y los autores Antonio Bermejo y José Antonio Padrón.

Este movimiento unió a los autores isleños en un afán literario completamente contrario a la literatura en auge entonces en la España de la posguerra, y que propugnaba el realismo y los asuntos de marcado carácter social.

El autor de «Fetasa» nació en Granadilla de Abona el 7 de noviembre en 1920 hijo de padres maestros, por lo que su infancia se desarrolló en Igueste de Anaga, Santa Cruz de Tenerife y en La Laguna, donde acabaría fijando su residencia.

En La Laguna estudió Magisterio y dos cursos de Ciencias, según consta en «La enciclopedia de la literatura canaria» publicada por el Centro de la Cultura Popular Canaria, que especifica que aunque fue llamado a filas en 1938, no entró en combate y se licenció en 1944, el período de influencia literaria de Pío Baroja, Azorín y Unamuno.


Ejerció de maestro nacional en La Gomera y El Hierro y a su regreso a Tenerife conoció a Rafael Arozarena.

En 1950 publicó su primer cuento, «El alma de las cosas», y cinco años después comenzó a colaborar en el suplemento «Gaceta semanal de las artes» que publicaba el periódico La Tarde, a través del cual conoció a Domingo Pérez Minik y a Eduardo Westerdahl.

Ya en esta década, y descontento con el panorama cultural, procuró alejarse del realismo que se imponía en la literatura del momento, un sentimiento en el que lo acompañaban Arozarena, Antonio Bermejo y José Antonio Padrón, el grupo que impulsó el movimiento fetasiano, que tomó este nombre de «Fetasa», la novela publicada por Isaac de Vega en 1957 y que dio nombre a esta corriente narrativa, caracterizada por el aislamiento, la soledad, la interpretación del sí mismo en el mundo.

Isaac de Vega es autor de una considerable y singular obra narrativa que alcanza hasta los primeros años del siglo XXI y en la que figuran títulos como «Antes de amanecer», «Parhelios», «Tassili» y «El cafetín», en una vasta producción literaria que se recopiló en 2005 en sus «Obras completas».

En 2001 ingresó en la Academia Canaria de la Lengua con un discurso que versó sobre «Literatura y vivencia», en el que expresó su convicción de que la experiencia literaria pertenece a un mundo confuso cuyos personajes no se atienen a los principios de la lógica.

Su disconformidad con la literatura española de la posguerra quedó patente en 1959 con su artículo «Un arte de vía estrecha», en el que expresaba su rechazo a la narrativa «de compromiso» por entender que se atenía a un «dirigismo social». »

Asimismo, el diario EL PAÍS publicó el día 4 de febrero el siguiente artículo del periodista tinerfeño Carmelo Rivero titulado ‘Isaac de Vega, patriarca de las letras canarias’:

« Al fallecer este lunes, con 93 años, en Tenerife, el escritor canario Isaac de Vega deja en herencia, como último superviviente de su grupo literario de vanguardia, una palabra inextricable que dio sentido a su vida: Fetasa”. “Fetasiano”, una especie de gentilicio metafísico acuñado hacia 1950 por el poeta y novelista Rafael Arozarena, aludía a la ontología de la condición insular, a la patria metafísica a la que De Vega y Arozarena permanecieron fieles hasta la muerte y a la que ambos dedicaron libros de cuentos, novelas, ensayos y poemas.

De Vega, una suerte de Rulfo canario, tenía una conexión con la realidad principalmente literaria. Fue autor de una novela titulada, precisamente, Fetasa, en 1957 (le gustaba titular con un vocablo a secas: Parhelios, Pulsatila, Tassili o Carpanel). De Vega tenía una absoluta complicidad con su amigo del alma, Arozarena, que falleció cuatro años antes que él. Juntos labraron los fantasmas de un mundo onírico común y les dieron a la vez el Premio Canarias de Literatura, en 1988, porque eran indivisibles. Sus textos (Ediciones Idea editó sus obras completas en 2005), con los de Antonio Bermejo, J. A. Padrón y el periodista Francisco Pimentel (todos ya desaparecidos), establecen un territorio ignoto para la Península literaria, en la que De Vega y Arozarena, finalistas del Nadal, nunca se promocionaron. El cineasta David Baute los inmortalizó filosofando sobre el gremio de las metáforas de una literatura pegada a las raíces.

Académico canario de la lengua, que ejerció el magisterio en El Hierro, La Gomera y Tenerife, De Vega era un hombre sencillo y humilde, alejado del ruido mediático, de fuerte influencia en una generación de autores, como un clásico en vida. En ocasiones parecía un Salinger clandestino, pero era un ser adorado en su tribu de fans y contertulios. Hijo del sur, nacido en Granadilla de Abona (Tenerife), en 1920, y afincado en su Macondo de Igueste, cuidó el estilo como un asunto de salud, parco y comedido. Era un hombre de pocas palabras.

Tenía tanta vocación literaria a bordo, que iba con el cuento a todas partes, madurando las historias durante años, como su alter ego, Arozarena, que lamentaba haber escrito tan deprisa Mararía, el superventas local. Tras morir a las puertas del día de la literatura del archipiélago (este 21, dedicado al poeta Agustín Millares Sall), De Vega deja un hondo vacío, pues se trata de una de las grandes voces canarias del siglo XX de unas letras que se encierran en sí mismas. »

San Isidro cuenta con un Centro de Enseñanza de Infantil y Primaria (CEIP) que tiene el nombre de este ilustre escritor nacido en nuestro municipio, el cual le rindió el pasado 4 de noviembre un homenaje a título póstumo con motivo del aniversario de su nacimiento que se celebra cada 7 de noviembre, mediante un acto en el que se contó con la presencia de su hija María Teresa de Vega, así con del alcalde, José Domingo Regalado González, la concejal de Educación, Yanira González, y el director del centro, además de representantes del equipo directivo y del AMPA del colegio.

L@s alumn@s de los diferentes ciclos del Centro realizaron un trabajo en torno a la figura del escritor, el cual dieron a conocer durante la celebración de la jornada mediante una visita programada a las instalaciones educativas del colegio.

Este entrañable homenaje tuvo como colofón una actividad que se desarrolló en el salón de actos consistente en una representación en la que l@s estudiantes daban lectura a fragmentos de la obra del escritor, en la que además el Ayuntamiento hizo entrega de una placa a la hija de Isaac de Vega a quien agradecieron su presencia en este acto con el que se puso en valor la figura del ilustre escritor.

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