El mastodóntico buque ‘Pioneering Spirit’ propiedad del armador Allseas, con sede en Suiza, un gigante de 477 metros de eslora, 124 de manga y 30 de calado a plena carga, es el mayor barco de construcción del mundo en volumen con capacidad para desplazar 400.000 toneladas de arqueo neto (GT) y un millón de toneladas en calado máximo. Considerado un ‘milagro’ de la ingeniería moderna, se utiliza para elevar y transportar plataformas petrolíferas y permite construirlas, ensamblarlas o repararlas en puerto y después trasladarlas hasta alta mar de una sola pieza.
Este descomunal navío consiguió un récord mundial en 2018 con la instalación más rápida de la ‘cabeza’ completa de una plataforma petrolífera en Noruega que pesaba 22.000 toneladas. Según sus diseñadores, el ‘Pioneering Spirit’ está preparado para levantar plataformas petrolíferas de hasta 48.000 toneladas con sus dos ‘brazos’ que dejan entre ellos un hueco de 122 metros de largo y 59 de ancho donde se encaja la cabeza de las plataformas, que luego se aseguran con ocho vigas transversales y se transportan.
Retirar plataformas petrolíferas no es un trabajo fácil. La mayor parte de éstas se encuentran en zonas relativamente poco profundas cuyas reservas poco a poco se agotan, por lo que requieren ser desmanteladas cuando finaliza su vida útil. Las zonas de extracción están preparadas para durar muchos años en alta mar, pero como en los próximos 30 años muchas de ellas van a ir quedando abandonadas por falta de uso, es ahí donde intervienen barcos como éste que tienen capacidad para desmantelar instalaciones muy pesadas en poco tiempo.
Uno de los últimos proyectos en los que trabajó el ‘Pioneering Spirit’ fue la construcción de un gasoducto de casi 1.100 kilómetros de largo —900 de ellos submarinos— que une Rusia con Turquía. El buque tiene capacidad para 571 personas y está diseñado para una tripulación que pasa meses en alta mar en una nave que no se parece a ninguna otra del mundo. En su interior, entre otras instalaciones, hay edificios en los que se encuentran las zonas de trabajo de los ingenieros y las dos salas de máquinas que impulsan el barco de 900.000 toneladas.
El pasado 2 de octubre el ‘Pioneering Spirit’ hizo su entrada en el Puerto de Granadilla para realizar trabajos de reparación, algo que desde la Autoridad Portuaria se vendió como un gran logro al conseguir que el armador hubiera elegido este puerto «como base de reparaciones para sus unidades en el Atlántico Medio -ésta es la primera de otras que vendrán- consolidando después de mucho trabajo a Tenerife como una oferta viable y potente en la actividad de reparaciones navales», destacando las posibilidades que para su realización ofrecía la “línea de atraque de Granadilla y la superficie disponible para el acopio de materiales y equipamientos”, así como “las facilidades para el trabajo de los talleres” como los elementos que han llevado a la empresa Allseas a decidirse por escoger el Puerto de Granadilla entre otras ofertas internacionales que aspiraban a este contrato.
Por su parte ‘Tenerife Shipyards’, la empresa encargada de realizar los trabajos de reparación y acondicionamiento del buque, anunciaba en un comunicado que éstos se extenderían hasta finales de diciembre, lo que supondría una inyección económica para la isla a la que debían sumarse los costes de tasas de atraque y demás tasas portuarias. «Además de tener una importante labor de trabajos mecánicos y eléctricos, destacan tareas como el incremento de la capacidad de izaje del barco, o la retirada y reacondicionamiento de los ‘thrusters’ o propulsores del barco», decía la empresa en el comunicado, que asimismo aseguraba que se contratarían alrededor de 100 personas para la primera fase de dichos trabajos cuyo coste inicial se estimaba en un millón de euros.
Según anunciaba la directora de Recursos Humanos de ‘Tenerife Shipyards’, «dado el importante volumen de trabajo que supone una nave como ésta, realizaremos de 80 a 100 contrataciones en esta primera fase del proyecto», en la que «priorizamos la contratación de talento local que estará trabajando en el buque».
Asimismo, el director de Producción de la empresa resaltaba la importancia de que «un barco de este tipo llegue a Tenerife para realizar trabajos de reparación», lo que consideraba un hecho histórico y “una señal de que la isla está más que preparada para acometer este tipo de proyectos».
Entre los trabajos a realizar destacaban el cambio de hélices propulsoras del buque o la instalación de un sistema de montaje de soporte de plataformas perforadoras, así como la limpieza de la obra viva de la embarcación, cableado, servicios de mecánica y pintura de la obra muerta.
Esta labor, según explicaba la empresa en el comunicado, sería desempeñada por profesionales de trabajos verticales que contarían con la acreditación IRATA que los cualifica a nivel internacional.
Asimismo, señalaba ‘Tenerife Shipyards’ que no se construirían andamios ni se pondrían toldos de ningún tipo ya que no existen medidas preventivas contra el viento y este tipo de actuaciones suele ser contraproducente porque provocan condiciones de trabajo aún más inseguras. Es por ello que todos los trabajadores fueron fueron informados de las dificultades que supondría el viento y se les explicó claramente que no debían realizar ningún trabajo si las condiciones de seguridad no estaban garantizadas, por lo que en ese caso era preferible detener temporalmente el proyecto a tener que lamentar un accidente.
Por su parte, el diario El Confidencial publicaba al día siguiente de la llegada del ‘Pioneering Spirit’ al Puerto de Granadilla un artículo en el que, con el ‘intencionado’ titular ‘El mayor buque del mundo llega en ‘secreto’ a un puerto ‘fantasma’ español (para quedarse)’, decía cosas como las siguientes:
«Casi cuatro meses estará el mastodóntico Pioneering Spirit atracado en el Puerto de Granadilla. Las dimensiones del gigante, de 477 metros de eslora y 124 metros de manga, impresionan aún más en contraste con el puerto en el que atracó este miércoles sin hacer ruido, casi en pleno secreto: el puerto ‘fantasma’ de Granadilla.
Es el apodo que se ha ganado a pulso el puerto de Granadilla de Abona, al sur de la isla de Tenerife. Según los últimos datos de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, el número de barcos que han llegado a Granadilla en 2019 es… cero. Cero buques. Cero pasajeros. Cero combustible. Cero cargas y cero descargas. Hasta ayer…
…Jhon Nestares, director de Producción de Tenerife Shipyards, explica que este puerto «no es que sea el mejor, sino que es uno de los pocos en el mundo en el que este buque puede maniobrar sin afectar la operatividad del puerto», pues al no existir tráfico marítimo las instalaciones al completo están a disposición del ‘Pioneering Spirit’. «Esto es así por la inactividad que tiene, no es que sea bueno o malo», justifican desde la empresa. Un proyecto megalómano que, según Nestares, siempre es «un reto». «Es algo histórico, no solo para la isla sino para la historia de la reparación naval»…
…La llegada del Pioneering supone también un gran reto para el puerto de Granadilla, que ha ido acumulando contratiempos desde que comenzó a construirse en 2009. El Gobierno de Canarias, en ese momento, decidió que era necesario construir un puerto diferente al de Santa Cruz por la gran afluencia que éste recibía. Sin embargo, los grupos ecologistas llevaron el proyecto a Bruselas, donde estuvo paralizado durante casi un año. Finalmente, salió adelante con el apoyo de Coalición Canaria y Partido Popular y fue adjudicado por 114 millones de euros a OHL...
…Ahora, 10 años después, inacabado y completamente vacío, la adjudicación del puerto está siendo investigada en una pieza separada en el marco del caso Lezo en la Audiencia Nacional por supuestas comisiones ilegales al Gobierno canario por parte de la constructora. Aunque oficialmente el puerto fue inaugurado en 2018, apenas ha habido movimiento desde entonces. Nestares no evita hablar sobre las dificultades que supone el puerto y asegura que Granadilla «no deja de ser un puerto inacabado, y está construido en una ubicación donde el viento sopla con fuerza y supone un inconveniente serio para los trabajos de reparación naval». El condicionante del viento es uno de los motivos por los que el puerto apenas tiene uso desde que fue inaugurado…
…Entre otras tareas, Tenerife Shipyards se hará cargo de la limpieza de la obra viva del buque y realizará trabajos de pintura en la obra muerta. «Para estas tareas tenemos un robot que, con magnetismo, se adhiere al casco y realiza la tarea sin tener que involucrar a personal, algo que con los fuertes vientos de Granadilla es importante», explica Jhon Nestares. «Nuestros responsables de seguridad tendrán un anemómetro siempre encima, y si el viento supera los 12 nudos, tendremos que parar los trabajos que puedan verse afectados. Nuestra prioridad está clara: la seguridad laboral de nuestros trabajadores», aseguran desde la empresa. »
(Continuará…)