Bajo la misma denominación de ‘ictus‘ están considerados los ‘accidentes cerebrovasculares’ (ACV o ACVA), ‘embolias’, ‘trombosis’, ‘ictus cerebral’, ‘apoplejía’, ‘derrame cerebral’, ‘ataque cerebrovascular’, que se producen cuando hay una interrupción del flujo sanguíneo en alguna zona del cerebro y significa la pérdida de funciones cerebrales que provoca distintas consecuencias dependiendo del sector específico afectado. El ‘ictus’ puede ser de dos tipos: el ‘isquémico’, producido por la obstrucción de vasos sanguíneos, o el ‘hemorrágico’, causado por la rotura de ramas arteriales.
El ‘ictus isquémico’ suele producirse a causa del desarrollo de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos. Es el más frecuente de los dos tipos, comprendiendo un 80 por ciento de los casos, diferenciándose asimismo dos sub-tipos: el ‘ataque isquémico transitorio’ y el ‘infarto cerebral’, dejando este último una lesión permanente.
En cuanto al ‘ictus hemorrágico’, en que el vaso sanguíneo no se obstruye sino que se rompe, provoca una entrada de sangre en el cerebro que comprime el tejido del mismol. Esta rotura puede deberse a un ‘aneurisma‘ a partir de una región inflada o debilitada de un vaso sanguíneo, o a una ‘malformación arteriovenosa’, es decir, una formación anormal de vasos sanguíneos.
Además de ser la segunda causa de muerte entre mayores de 60 años, el ‘ictus’ es la quinta causa principal de fallecimientos en el mundo entre personas de 15 a 59 años y no tiene límite de edad, pues de hecho puede afectar a l@s niñ@s incluso recién nacid@s.
Impulsado por la Organización Mundial del Ictus (WSO, por sus siglas en inglés), cada 29 de octubre se conmemora el ‘Día Mundial del Ictus’, una efemérides que se ha instaurado con el objetivo de fomentar la concienciación para la prevención y el tratamiento de este problema debido a que es una de las principales causas de muerte, más frecuente en mujeres que en hombres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda en este día la necesidad de adoptar medidas urgentes e inmediatas que permitan mejorar el enfrentamiento global del tema, ya que cada seis segundos una persona muere a consecuencia de un ‘ictus’, mientras que una de cada seis personas sufrirá un ataque de este tipo a lo largo de su vida.
Actualmente el ‘ictus’ es responsable, cada año, de más muertes que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas. La OMS recuerda que mientras estas tres enfermedades han sido punto de referencia en algún momento para obtener logros en materia de salud pública, actuando en consonancia a través de los medios de comunicación y la sociedad civil, sin embargo no parece ocurrir lo mismo con el ‘ictus’ a pesar de que éste no conoce de fronteras ni discrimina por razón alguna.
La educación integral, la promoción, la prevención y su tratamiento, así como el apoyo y cuidado a largo plazo de las personas sobrevivientes de un ‘ictus’, son considerados vitales por las Naciones Unidas para obtener algún avance en el corto plazo.
A pesar de la frecuencia con que ocurre esta patología, sin embargo sus síntomas de alarma como la pérdida en la fuerza de la cara, la alteración repentina de la sensibilidad de la cara, brazo y/o pierna de una parte del cuerpo, pérdida de la visión en uno o sendos ojos, dificultad repentina para hablar o comprender mensajes y un dolor de cabeza súbito y desmesurado, son desconocidos por la mayor parte de l@s ciudadan@s.
El ‘ictus’ requiere actuar rápido y los expertos inciden en que, ante alguno de los mencionados síntomas, es vital llevar al paciente de inmediato al hospital ya que algunos de los tratamientos solamente surten efecto si se aplican dentro de las cuatro o cinco primeras horas.
‘Ictus y mujer’. Asociación ‘Freno al Ictus’
Según los datos disponibles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 16.000 mujeres murieron durante 2016 debido a un ‘ictus’, lo que supone una cifra de fallecimientos de más del doble que la producida por el cáncer de mama, y hasta 14 veces más que las causadas por accidentes de tráfico.
Este dato fue puesto de manifiesto en su momento durante la presentación de un proyecto de sensibilización y concienciación de la asociación ‘Freno al Ictus’ con el apoyo del Instituto de la Mujer, la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, y el aval de la Sociedad Española de Neurología (SEN), con el objetivo de que las mujeres prevengan, detecten y actúen a tiempo en caso de sufrir un ‘ictus’ para intentar minimizar al máximo sus secuelas.
«El ‘ictus’, que es la gran invisibilizada, es la primera causa de muerte en la mujer. Hasta un 90 por ciento de los casos se puede prevenir, y se debe principalmente a factores que se pueden cambiar, como la salud física, la buena alimentación o el estrés», explica el presidente de ‘Freno al Ictus’, Julio Agredano, quien resalta que “el tiempo de actuación en este suceso es ‘fundamental’ para evitar la mortalidad y las secuelas”.
«Al hospital no se va, te llevan», destaca Julio Agredano. Es decir, que cuando se notan los primeros síntomas, como ‘paralización de un lado de la cara’, ‘debilidad en una parte del cuerpo’ o ‘problemas de habla’, se llame inmediatamente al 112. De esta manera se activa el conocido como ‘Código Ictus’, un procedimiento de coordinación entre servicios de urgencia y hospital para llevar a cabo de la forma más rápida posible la atención necesaria.
«Este procedimiento es mucho más rápido que si uno acude directamente al hospital, está comprobado», destacó la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, María Alonso de Leciñana, durante la presentación del proyecto de sensibilización y concienciación. Además, resaltó la idea de que «cada minuto cuenta». «Por ejemplo, para disolver un trombo tenemos cuatro horas y media, y para extraer un coágulo unas seis horas. Parece mucho pero no es tanto, ya que cada minuto mueren miles de neuronas«, aseguró.
Centrándose en el enfoque de la campaña, la directora del Instituto de la Mujer, Silvia Buabent, expuso la relación entre ‘ictus y mujer’. «Las mujeres son las más afectadas por esta enfermedad, que es un drama a escala social por los roles tradicionales que asume la mujer en la sociedad. Tardamos más en acudir al médico porque siempre nos parece más importante atender otras prioridades familiares o de trabajo. Además, también somos las que cuidamos de los dependientes. El ‘ictus’ no solo afecta quien lo sufre, sino también a su entorno», explicó.
María Alonso Leciñena indicó que el ‘ictus’ en las mujeres es «más grave» y produce «más secuelas». «La mujer tiene que saber que lo primero es ella. Su perfil de riesgo es diferente al de los hombres por factores biológicos, sobre todo durante la etapa fértil y después de la menopausia«, apuntó, recordando que asimismo tienen mayor prevalencia de ‘hipertensión arterial’ y ‘fibrilación auricular’, factores ambos predominantes en la aparición de un ‘ictus’.
Otros factores son la ‘diabetes’, las ‘patologías por embarazo’, el ‘tabaco’, el ‘alcohol’, las ‘drogas’, la ‘migraña’ unida a fibrilación auricular o la ‘obesidad’. Entre todas ellas, señaló que la terapia hormonal sustitutiva, común durante la menopausia, aumenta mucho el riesgo de ‘ictus’. «Un 73 por ciento de las mujeres que son ingresadas en España con ‘ictus’ tienen hipertensión. También menos mujeres se recuperan de este problema y salen de él más dependientes», concluyó la doctora.
Más muertes de mujeres que hombres
La subdirectora general de Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Paloma Casado, subrayó que “lo más difícil es desarrollar acciones para combatir los datos que ya se conocen”. «Las mujeres tenemos el determinante de género para sufrir un ‘ictus’. Mujeres y hombres somos biológicamente distintos. De hecho, por esta razón mueren 4.000 mujeres más al año que hombres», aseguró, para a continuación añadir que se necesitan «acciones concretas» en investigación, atención y rehabilitación.
El proyecto ‘Freno al Ictus’ engloba diferentes iniciativas, como una página web específica con materiales audiovisuales de carácter divulgativo o una campaña en redes sociales, que tienen como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de prevención, detección y actuación ante el ‘ictus’.
Se tiene previsto presentar el proyecto en el resto de comunidades autónomas mediante la organización de jornadas de concienciación, y también se está elaborando una encuesta a través de los neurólogos españoles, dirigida tanto a mujeres como población en general, para determinar el grado de conocimiento que existe sobre los riesgos de padecer un ‘ictus’, sus repercusiones y el mejor tratamiento.
Factores de riesgo
El número de ‘ictus’ en la población ha aumentado en los últimos años un 20% y se espera otro incremento del 20% en los próximos 10 años, según indica Alberto Giménez Artés, presidente de Fundación Casaverde. Hay múltiples factores de riesgo que pueden provocar un ‘ictus’, pero salvo el envejecimiento que es inevitable, todos los demás son evitables: obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial, colesterol o estrés. «Son factores de riesgo que podemos cuidar y atender», dice Alberto Giménez.
Los factores eludibles supone un 80% de los casos. Por ello, el presidente de Fundación Casaverde recomienda cuidar la alimentación, dejar el tabaco, hacer ejercicio físico y hacerse controles periódicamente para ver si tienen hipertensión arterial o colesterol, así como tomar medicamentos preventivos. El ‘estrés’ también depende de un@ mism@ y de la forma en la que se tomen las cosas.
Señales que alertan que se está sufriendo un ‘ictus’
Hay diferentes señales de alarma con las que el cuerpo puede avisar que está sufriendo un ‘ictus’. Las primeras horas son cruciales para tener el menor número posible de secuelas. Por ello, Alberto Giménez advierte que, si se sufre una pérdida brusca de fuerza en media parte del cuerpo, no se puede andar bien, se pierde la capacidad para hablar o expresarse, se tiene un dolor de cabeza muy intenso sin causa aparente, sensación de vértigo, pérdida de equilibrio o una pérdida de visión súbita, se debe llamar inmediatamente al 112. También, indica, es importante conocer estas señales para identificar si alguien a nuestro alrededor lo está sufriendo.
El ‘Código Ictus’
Si un@ cree que puede estar sufriendo un ‘ictus’ o alguien a su alrededor, lo primero que hay que hacer es llamar al 112. Los médicos harán una primera evaluación y si consideran que hay una probabilidad de estar sufriendo un accidente cerebrovascular, se activará el ‘Código Ictus’, consistente en un protocolo que se activa en el sistema de salud de cada comunidad autónoma cuando se recibe una llamada diciendo que alguien está sufriendo un ‘ictus’, donde se priorizan los cuidados y el traslado inmediato del paciente por los servicios médicos de urgencia a un hospital que tenga Unidad de Ictus.
Una vez activado el protocolo, el objetivo del ‘Código Ictus’ es que el tiempo desde que se notan los primeros síntomas hasta la llegada a la puerta del hospital sea inferior a dos horas. Ya en el hospital, el/la neurólog@ examinará las pruebas para determinar si hay algún paso del cerebro obstruido o si se ha producido una rotura de algún vaso.
Pero, tal como recuerda el presidente de la Fundación Casaverde: «No tienes que ir tú al hospital que esté más cerca de casa, tienes que llamar al 112 para que te lleven al hospital que en ese momento tenga la Unidad de Ictus activada». En todas las ciudades siempre hay uno de guardia y están preparados con técnicas avanzadas para realizar una trombólisis o una trombectomía.
Gracias a este protocolo de actuación la mortalidad ha descendido de un 30% hace unos años a un 10% en la actualidad. «Eso demuestra que, si atendemos a las personas dentro de las primeras horas con técnicas quirúrgicas no invasivas, se eliminan trombos». El primer éxito comprobado de la aplicación del ‘Código Ictus’ desde su implantación ha sido reducir la mortalidad, aunque como señala Alberto Giménez, todavía queda mucho por hacer.
«Los factores no se están controlando, no hay una política de promoción de la salud, y por eso, entre otras cosas, el ‘ictus’ está incrementándose en un 20%». Además, en las fases posteriores, l@s pacientes necesitan un seguimiento y rehabilitación, y en este ámbito hay mucho por trabajar. Si una persona es atendida de forma temprana y recibe una rehabilitación intensiva, en el 65% de los casos recupera la independencia total y, si no la recibe, puede quedarse con esos déficits funcionales para toda su vida. «Un 60% de los ‘ictus’ necesita rehabilitación y, si la recibiera, el 60% estaría en casa», apunta Alberto Giménez Artés para finalizar.
LOS DATOS DEL ‘ICTUS’ EN GRANADILLA DE ABONA
Si atendemos a los datos del titular del presente artículo, en torno a 8.300 personas del total de la actual población ‘de derecho’ de Granadilla de Abona (estimada en unos 50.000 habitantes) ha padecido o padecerá ‘ictus’ a lo largo de su vida. Así que ¡a cuidarse!