‘Fluir’ = Discurrir un fluido por un lugar o brotar de él. Discurrir con facilidad y abundancia dejándose llevar.
‘Empujar’ = Hacer fuerza contra algo o alguien para moverlo. Ejercer presión o influencia sobre alguien o algo, forzándolo para conseguir un objetivo.
La web www.lamentemaravillosa.com, en un artículo titulado ‘Fluir nos hace felices’ escrito por Yamila Papa, dice lo siguiente:
« Para poder alcanzar la felicidad, es preciso no permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar. Y esto no tiene que ver con mudarte de casa a cada rato, sino con cambiar y mejorar. Según el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, de la Universidad de Stanford, es preciso estar en un estado de “flow” (fluir), donde el placer y el disfrute son la regla y no la excepción.
¿Te has puesto a pensar alguna vez por qué cuando te lo estás pasando de maravilla con tu pareja, tus amigos o tus hijos, el tiempo parece literalmente “volar”? Si bien no hay una explicación científica al respecto, lo cierto es que la felicidad hace que los pensamientos se centren en otras cosas. La satisfacción no te deja quedarte quieto, te ayuda a fluir.
Como indica Csikszentmihalyi, podemos dividir a las personas en dos grandes grupos: las que están preocupadas y las que se encuentran aburridas. Afortunadamente, todos podemos pasar a formar parte de un equipo selecto, el de los que fluyen. ¿Qué quiere decir? Que tenemos que hacer algo para ser felices.
Además, cuando estamos sin hacer una actividad, la mente empieza a aburrirse y a dejarse llevar por la negatividad. Seguro te ha pasado más de una vez que, sin darte cuenta, estás cada vez más deprimido un domingo por la tarde o un día de lluvia.
El concepto de fluir lo que intenta es que seamos más conscientes de lo que nos hace felices y estar en ese estado de euforia satisfactoria y placentera constantemente. ¿Crees que no es posible? Pues muchos lo están experimentando en estos precisos momentos, mientras tú estás leyendo este artículo.
Para poder alcanzar ese estado de flow, donde todo es maravilloso y parece salido de un cuento (y lo mejor es que es real, no un sueño), es preciso que tomes cada tarea como si fuera un juego. Si sientes que tu trabajo es monótono, usa tu imaginación para que sea divertido, hazlo de una manera diferente, inventa una técnica para entretenerte y que no te abrume la monotonía.
Por otra parte, es preciso que te fijes una meta alcanzable y una vez que llegues a ella, continúes con otro objetivo. Esa es una excelente manera de fluir. Pero atención, que no todo en la vida es cumplir sueños, sino también disfrutar de la manera en que los haces realidad. Esto quiere decir que si bien has de estar enfocado en el punto de llegada, no olvides mirar hacia los laterales y disfrutar del paisaje.
Eso también se relaciona a otro consejo ofrecido por el Dr. Csikszentmihalyi, que indica que mientras más busques el éxito, más esquivo éste será para ti. A diferencia de lo que se cree, el éxito y la felicidad son una consecuencia del esfuerzo y la dedicación, pero no del capricho. Debes querer ser exitoso como algo más grande o gratificante para ti, no sólo como la intención de obtener más y más poder o dinero que, en definitiva, no será lo que te alegre la vida, sino todo lo contrario.
Ten en cuenta a su vez que para alcanzar este estado de flow es bueno que aprendas cómo controlar tu mente. No es algo imposible, nadie mejor que tú para lograrlo. En el preciso instante que tu cabeza empieza a hablar de una manera que no te agrada o que sabes que no te llevará a buen puerto, despéjate, como hace el viento con las nubes en el cielo.
A partir de ahora, entonces, empieza a ser más como el agua de un río y no como la de un estanque. Este líquido tiene la capacidad de adoptar cualquier forma, no conoce la rigidez y sirve para dar vida. Recorre tus caminos, por valles, montañas y bosques, sortea los obstáculos, pero nunca, bajo ninguna excepción, dejes de fluir. »
Por último, de www.voyconsciente.com, reproducimos el siguiente contenido titulado ‘¿Fluyes o Empujas?’, que dice:
« Tal vez te ha pasado alguna vez que has luchado con todas tus fuerzas por conseguir algo, lo has intentado de todos los modos que se te han ocurrido, has perseverado durante meses o incluso años.
Otras veces, en cambio, tal vez te ha sucedido todo lo contrario. Aparece una oportunidad en tu vida, sin buscarla ni haber pensado en esa posibilidad, y resulta ser lo mejor que podía pasarte en ese momento. ¿Un golpe de suerte?
Es que la vida parece tener su propio plan. Al fin y al cabo, el universo fluye de un modo en el que tod@s estamos entremezclad@s, influyéndonos un@s a otr@s. No tenemos un control total sobre las cosas que nos suceden. Somos como esa persona que se encuentra en medio de una multitud que la arrastra de un lado a otro mientras trata de abrirse paso. Desea llegar a un lugar determinado, pero la multitud la arrastra en dirección contraria. ¿Qué puede hacer entonces? Si es una persona inteligente, no se empeñará en luchar contra la multitud, sino que se dejará llevar por ella y estará atenta a las oportunidades que le surjan en ese camino.
Sólo hay dos maneras de vivir en la vida: fluir o empujar.
Incluso una persona que está sentada en su sofá, puede estar fluyendo o empujando, pues esta es una actitud interior, con independencia de cómo se manifieste exteriormente.
Es fácil saber si un@ fluye o empuja.
Si fluyes, vives sin esfuerzo. Si empujas, vives esforzándote.
– Si fluyes estás conectado en el aquí y el ahora, como los niños. Si empujas vives en el futuro, perdiéndote el presente.
– Si fluyes los momentos se hacen intensos y el tiempo se alarga. Si empujas, no hay instantes, pues tu percepción no los retiene, porque avanzas en el tiempo.
– Si fluyes la vida toma una intensa luminosidad, donde se aprecia lo bello en las cosas más pequeñas. Si empujas, la vida a tu alrededor se vuelve borrosa por efecto de la velocidad.
– Si fluyes creas. Si empujas, trabajas.
– Si fluyes, tus sentidos se muestran en alerta y tu conciencia abierta a la sorpresa y la curiosidad. Si empujas, limitas tu campo de visión y puedes llegar a la obsesión.
– Si fluyes vives desapegado de cadenas emocionales y mentales. Si empujas, te mueves por la irrefrenable fuerza de atracción de un apego.
– Si fluyes estás abierto al universo infinito de las posibilidades. Si empujas, te autolimitas impidiendo que el vasto universo se te manifieste.
– Si fluyes trasciendes los límites de tu propia realidad. Si empujas, vives dentro de la jaula de una versión cultural limitada de entender la realidad.
– Si fluyes vives la magia sorprendente, rica y abundante de la incertidumbre. Si empujas, vives bajo la falsa creencia de intentar controlar el flujo de la vida.
– Si fluyes vives desde el corazón, donde habita tu Yo verdadero. Si empujas vives desde la mente, donde habita el Yo de los otros.
– Si fluyes te alineas con la magia de la vida, conectándote con tu poder interior de generar la vida que deseas vivir. Si empujas, cedes el poder a los otros.
– Si fluyes vives sin miedos. Si empujas, vives lleno de miedos.
– Si fluyes es que crees en Ti. Si empujas, es que no crees en Ti.
– Si fluyes Eres. Si empujas, dejas de Ser.
– Si fluyes crees en la Vida. Si empujas, es que un día dejaste de creer en ella.
– Si fluyes es que tienes alas y por tanto eres un Ser Alado. Si empujas, es que seguramente perdiste las alas, ya sea por distracción, ya sea porque te las amputaron.
La buena noticia es que las alas siempre rebrotan en tu espalda. Pero sólo si estás conectado con el único momento de la vida que tienes: el ahora. Éste es el secreto para fluir y dejar de empujar.
Para fluir debes de cambiar el rumbo de tu viaje. Deja de viajar hacia fuera, y comienza a viajar hacia adentro. Viajar hacia fuera es viajar constantemente deslumbrado por el espejismo del falso profeta llamado futuro. Viajar hacia dentro de ti es conectarte con el momento presente, al encuentro del verdadero maestro: ¡Tú mism@!
Quizás te parezca difícil dejar de empujar y comenzar a fluir, pero todo es cuestión de voluntad y paciencia. Tómate tu tiempo y sé generos@ contigo mism@ en el proceso, ya que tu mente está tan acelerada que, como un coche de fórmula uno, necesita su espacio antes de frenar del todo. Y de manera progresiva, en tu mundo empujado, poco a poco comenzarás a vivir cada vez mayores espacios libres donde fluya la magia de la vida, que reconocerás porque se te mostrará intensamente en ese tu eterno momento presente.
¡Deja de empujar y fluye con el flujo mágico de la vida desplegando aquí y ahora tus alas creadoras! »