(…Continuación)
… Las relaciones entre el Sr. Esteban y el PSOE granadillero quedaron bastante deterioradas a raíz de su salida del partido con cierto enfado y decepción por su parte, al no obtener un puesto al que aspiraba en la lista electoral que le permitiera en la siguiente legislatura (2003-2007) acceder a ser el concejal responsable de la Hacienda municipal, un cargo que venía ostentando Fidel Rodríguez Gaspar desde hacía dos legislaturas (1995–1999 y 1999–2003).
Esteban entendía que era necesario un relevo en esa Concejalía y él se proponía como candidato, pero los estatutos del PSOE dejaban claro que el Secretario General del Comité Local, en este caso Fidel Rodríguez Gaspar, tenía preferencia para decidir si quería continuar o no una legislatura más con las mismas responsabilidades. El Sr. Fidel decidió repetir como concejal de Hacienda, quedando Esteban relegado a un puesto ‘secundario’ de la lista electoral y, por tanto, lejos de sus demandas de ‘poder’ como posible concejal electo y miembro de un futuro Gobierno Municipal socialista del que quería participar en la primera fila.
Si bien lo que Esteban pretendía era lógico y legítimo porque como economista (y también por su ‘especial personalidad’) estaba convencido que podía hacerse cargo de la Concejalía de Hacienda con una mejor gestión de cómo lo venía haciendo Fidel, también es muy lógico que éste quisiera repetir otra vez en dicha concejalía teniendo en cuenta que el PSOE estaba pasando por su mejor periodo de gloria, ‘sacando pecho’ con su segunda mayoría absoluta y, por tanto, con los concejales electos poco proclives a dejar paso a otros, menos aún en una concejalía tan importante y determinante como es la de Hacienda.
Así las cosas, sabiendo un sector del Partido Popular de esas desavenencias internas en el PSOE granadillero, y teniendo necesidad de un relevo de liderazgo porque Roque Díaz ya había indicado que 2003-2007 sería su última legislatura al frente del partido, le ofrecieron a Esteban esa posibilidad a sabiendas de que, en la medida que los socialistas no sacasen mayoría absoluta (la tenían por ‘los pelos’), todo pasaría por posibilitar un pacto entre las restantes fuerzas que le abrirían de par en par las puertas de la Concejalía de Hacienda, lo que acabó consiguiendo tras permanecer una sola candidatura en la oposición (que le vino bien porque le sirvió para ‘bregarse’ como concejal).
Hay que tener en cuenta que Esteban, aunque en ese momento estaba en la banca privada, sin embargo procedía de la administración pública a la que accedió en calidad de economista como ‘contratado’ por el Ayuntamiento de Granadilla de Abona de la mano de Alfonso Delgado Delgado, que era Primer Teniente de Alcalde y que en 1993 lo recomendó a Antonio Cabrera (por aquel entonces concejal del Grupo de Gobierno, según un pacto tripartito PSOE – ICAN –PP que dejó a Coalición Canaria –todavía ATI- en la oposición) quien, tras entrevistarle, lo contrató para la recién creada Agencia de Desarrollo Local (ADL) de la que fue su promotor y primer concejal responsable.
En la ADL Esteban creció, se formó y cogió experiencia como economista, además de ser un espectador en primera línea de cómo se llevaban las ‘cuentas’ del Ayuntamiento, pues por la Agencia de Desarrollo Local pasaba buena parte de las inversiones municipales, llegando con el tiempo a discrepar de la política económica que llevaba Fidel Rodríguez con el que tuvo algún desencuentro dentro de la lógica divergencia que diferentes puntos de vista provoca, pero también condicionado por el carácter de cada uno que, en el caso del Sr. Esteban González, ya daba muestras de sus ‘particulares maneras’ de discrepar.
Las divergencias fueron creciendo y, al no poder avanzar dentro del Ayuntamiento en la escala de responsabilidades económicas en su condición de ‘contratado’, entre otros motivos porque Fidel Rodríguez no mostraba interés en promocionarlo, Esteban optó por opositar a la banca en la que consiguió plaza en propiedad, tomando la decisión de dejar su puesto en la ADL para integrarse en la plantilla de la Caja Rural de Tenerife – actual Caja Siete – de donde se incorporó a la política a invitación del Partido Popular de Granadilla de Abona, presentándose como segundo en la lista electoral para la legislatura 2003–2007, que volvieron a ganar por mayoría absoluta sus ex compañeros del PSOE.
Tras cuatro años en la oposición en las filas del Partido Popular, Esteban González se prepara para el asalto al ‘poder’ en el Ayuntamiento de Granadilla de Abona para la cita electoral de mayo de 2007, ya como cabeza de lista y a sabiendas de que el éxito dependía de quitarle dos concejales al PSOE, con lo que éste se quedaría a las puertas de la mayoría absoluta y, aunque fuera la fuerza más votada, la voluntad de unirse contra ‘el rodillo socialista’ por parte del resto de fuerzas era más fuerte que las ideologías que cada una representaban, cosa que ya habían acordado antes de la referida cita electoral.
La cosa pintaba bien, pues a pesar de que el PSOE se las prometía felices e iban ‘sobrados’ pensando que aumentarían su mayoría absoluta hasta cifras históricas siguiendo la estela de municipios como el de Adeje donde Rodríguez Fraga arrasaba, sin embargo, tanto Coalición Canaria como Partido Popular y Sí se Puede se presentaban también con candidaturas con posibilidades de sumar más votos respecto a pasadas convocatorias electorales y, por tanto, de restarle algún concejal a los socialistas para dejarlos en la oposición con un pacto a varias bandas, cosa que finalmente ocurrió con la formación del ‘Tripartito’…Y en ello Esteban González tuvo mucho que ver.
De hecho, a pesar de las enormes dificultades que significaba enfrentarse a la maquinaria socialista que había organizado todo un aparato mediático y de control absoluto de la información tras cuatro legislaturas en el poder, el cálculo sin embargo estaba hecho: Antonio Cabrera, que volvía a la política activa como candidato de Sí se Puede, podía garantizar un acta de concejal e incluso dos, el Partido Popular tenía que ir a por otra acta de concejal que sumar a las dos que ya disponían y Carmen Nieves, como candidata de Coalición Canaria, también podía sumar algún concejal a los siete que ya tenían. Pero eso había que lucharlo mucho y lo sabían.
Precisamente a Esteban González le tocó el hueso más duro de roer, pues su zona natural en la que poder ‘rascar’ los votos necesarios para quitarle un concejal a los socialistas era la misma que tradicionalmente venía garantizando a éstos sus mayorías absolutas, o sea, San Isidro, población donde residían y de la que eran naturales la mayoría de sus concejales, presentándose por tanto como un feudo prácticamente inexpugnable. Pero también era San Isidro el lugar de residencia de Esteban y allí tenía que centrar toda su energía, realizando una excelente e inteligente campaña electoral con la que consiguió el milagro de quitarle un concejal a los socialistas en su ‘feudo sagrado’ para añadirlo a las filas del PP, lo que sumado al acta que consiguió Antonio Cabrera (que también se la quitó a los socialistas) y a las de Coalición Canaria que mantuvo el tipo conservando las que tenía, las cuentas finalmente salieron y a Esteban González se le abrían de par en par las puertas de la Concejalía de Hacienda a la que tanto aspiró, además de arrebatársela en buena lid precisamente a Fidel Rodríguez y conseguir el deseado objetivo de ‘mandar’ a la oposición a sus antiguos compañeros socialistas…
(Continuará…)
A.R.G.