EL AMOR DE LOS PADRES A SUS HIJOS
« Todos los padres y las madres que desean para sus hijos facilidades, opulencia y éxito, son evidentemente empujados por su amor; pero es un amor ciego que no contempla la verdadera educación de los hijos. Desde luego, eso no significa que los padres deban desear que sus hijos sufran para evolucionar, y además no deben preocuparse por eso. Su deseo debe ser exclusivamente que sus hijos se conviertan en benefactores de la humanidad, y corresponde al Cielo decidir por qué experiencias deberá pasar para conducirles hasta allí. Puede que les envíe enfermedades, enemigos y oprobios, pero no importa. Si los padres saben entonces cómo hablar a sus hijos, cómo aconsejarles y sostenerles a través de las pruebas, esos hijos irán muy lejos, tan lejos que no quedará rastro, algún día, de esas dificultades.
Los padres aman a sus hijos, pero ¿en qué se convertirán esos hijos si les evitan todos los sufrimientos? »
Omraam Mikhaël Aïvanhov
LA ENSEÑANZA DEL RÍO Y EL MAR
« Dicen que antes de entrar en el mar, el río tiembla de miedo. Mira para atrás todo el camino recorrido, las cumbres, las montañas, el largo y sinuoso camino abierto a través de selvas y poblados, y ve frente de sí un océano tan grande, que entrar en él sólo puede significar desaparecer para siempre. Pero no hay otra manera, el río no puede volver. Nadie puede volver. Volver atrás es imposible en la existencia. El río necesita aceptar su naturaleza y entrar en el océano. Solamente entrando en el océano se diluirá el miedo, porque sólo entonces sabrá el río que no se trata de desaparecer en el océano, sino en convertirse en océano. »
Khalil Gibran
LA ENSEÑANZA DEL BURRO Y EL POZO
« Un día el viejo burro de un campesino cayó en un pozo. El animal, asustado, rebuznó fuertemente durante horas mientras el campesino trataba de averiguar qué podía hacer.
Finalmente, el campesino pensó que el animal era ya demasiado mayor para darle un servicio útil y, además, el pozo estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas, por lo que realmente no valía la pena sacar al burro.
Entonces reunió a unos vecinos para que le ayudaran. Todos cogieron las palas y empezaron a echar tierra para cubrir el pozo con el burro dentro.
El burro, en el fondo del hoyo empezó a darse cuenta de lo que estaba pasando, sintió un intenso miedo al percibir la cercanía de la muerte y rebuznó aún más desconsolado. Poco después, para sorpresa de todos, se tranquilizó, asumió su fin y se tumbó dejando que la tierra le cubriera lentamente.
Tras unos minutos de tranquilidad, el burro abrió ampliamente los ojos y sonrió. Se incorporó pausadamente y se sacudió la tierra que le cubría el lomo y la cabeza. A medida que la tierra iba cayendo pudo ir dando pasos hacia arriba que lo acercaban a la deseada libertad.
Pronto, todos vieron sorprendidos como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando con más vitalidad que cuando era joven…
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra… el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba.
Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos…
¡¡¡Usa la tierra que te echan para salir adelante!!!
Recuerda las 5 reglas para ser feliz:
– Libera tu corazón del odio
– Libera tu mente de las preocupaciones
– Simplifica tu vida
– Da más y espera menos
– Ama más y… sacúdete la tierra, porque en esta vida hay que ser solución, no problema »
Anónimo