El panorama que dibujan las elecciones del 20-D es el más abierto que han dejado nunca unos comicios generales en España. El futuro gobierno queda en manos de las negociaciones que se desarrollen en los próximos días y que se anuncian muy complicadas.
El PP, aunque ha sido el ganador de las elecciones con 123 escaños, se queda muy lejos de la mayoría absoluta necesaria para gobernar sin necesidad de pactar con nadie, que está en los 176 escaños. El partido de Mariano Rajoy sufre una fortísima caída de 63 escaños desde los 186 que tenía.
En cuanto al PSOE de Pedro Sánchez, obtiene 90 escaños frente a los 110 que logró en 2011. Baja por tanto 20 escaños respecto a la pasada legislatura.
Podemos, con Pablo Iglesias como líder, y las coaliciones con las que se presentó a estas elecciones en Cataluña (En Comú Podem), Comunidad Valenciana (Compromís – Podemos – És El Moment) y Galicia (En Marea) consiguió 69 escaños.
Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, logra 40 asientos en el Congreso de los Diputados, convirtiéndose en la cuarta fuerza política.
En cuanto al frente de Unidad Popular – Izquierda Unida, liderado por Alberto Garzón, obtiene dos escaños frente a los 11 que ha tenido hasta ahora como Izquierda Unida-Los Verdes.
Sumar mayoría es muy complicado
Los escaños del PP y de Ciudadanos suman 163 escaños, dos más que los 16 del PSOE, Podemos e IU juntos. Esto hace que las fuerzas nacionalistas estén llamadas a jugar un papel importante en los posibles pactos. ERC obtiene 9 escaños, Democracia y Libertad logra 8, el PNV 6 y Coalición Canaria 1.
UPyD se queda sin representación parlamentaria y tampoco logra su escaño en el Congreso Unió Democrática de Catalunya, por lo que el histórico Josep Antoni Durán i Lleida se queda también fuera.
Hay que contar con la suma de al menos 176 escaños para disponer de una mayoría suficiente con la que poder conformar un gobierno estable, y si hasta ahora en el Parlamento Nacional se tocaba el piano político con un dedo o con dos, con los nuevos resultados sobre la mesa vamos a necesitar tocar el piano con los diez dedos.
Con estos resultados hemos dicho adiós al ‘modelo presidencialista’ puesto en práctica por la mayoría absoluta del Partido Popular y pasamos a recuperar el ‘modelo parlamentario’ con los indispensables ‘pactos’, ‘diálogos’ y ‘negociaciones’ que el nuevo mapa parlamentario impone para esta nueva legislatura.
A modo de reflexión pasamos a exponer la opinión que este lunes daban reconocid@s profesionales de los medios informativos al respecto con sus correspondientes titulares:
Se inicia un tiempo nuevo
« El galimatías de los números que se presenta tras los resultados electorales de ayer no es aritmética elemental, son matemáticas superiores. ¿Quién gobernará? Aún no puede saberse. Nadie suma 176, ni siquiera con la ayuda de otra segunda formación.
Ahora Mariano Rajoy debe estar comprendiendo que no gobierna necesariamente el cabeza de la lista más votada (que es lo que no ha parado de proclamar) sino el que puede hacerlo. Y pudiera darse el caso de que no fuera él. Y de serlo, quedaría en situación de precariedad máxima. De ahí que muchos hablen de legislatura corta o incluso de legislatura ‘non nata’ que obligue a unas nuevas elecciones.
Se ha dado la gran paradoja de que asistimos a la muerte y a la sublimación del ‘bipartidismo’ al mismo tiempo. Se despide el ‘bipartidismo’ de la forma más extravagante, dejando una única salida matemática, la única alianza que suma 176: la gran coalición. Pero, ¿es posible? Doy por supuesto que a estas horas hay ya una avalancha de presiones para que se produzca. Todas las instituciones europeas: Consejo, Comisión, Banco Central, poderes financieros, mercados y similares… Sin embargo, lo posible puede ser imposible o al menos dificilísimo. Creo que el PSOE se rompería.
En resumen, victoria indiscutible pero muy amarga del PP, el peor resultado desde 1989 y sin aliados suficientes para sumar. Y derrota dulce del PSOE que con el peor resultado de su historia sueña con gobernar.
Podemos obtiene un gran éxito. Especialmente meritorio es su renacer cuando daba la sensación de que había empezado a declinar. Su victoria en Cataluña tiene un valor muy especial y se confirma que en Ada Colau asoma una lideresa de mucha importancia.
Ciudadanos creció cuando fue visto como una alternativa al PP. Y menguó cuando fue percibido como su marca blanca. Tendrá que estudiar qué hizo para parecer lo primero y por qué dejó de parecerlo y a tal velocidad durante la campaña.
Ya estamos en este nuevo tiempo que se nos va a hacer muy cuesta arriba a todos -políticos, periodistas y público en general- porque tenemos que aprender un arte que habitualmente nos cuesta mucho. En España, ‘pacto’ siempre ha sonado a ‘pasteleo’, y ‘cesión’ a ‘traición’. Pues en eso estamos. »
Silencio: se pacta
« Igual peco de irresponsable o tal vez la proximidad de las navidades me ha afectado el cerebro, pero he de confesarles que a mí me gusta –sí, me gusta bastante- cómo ha quedado el panorama político después de las elecciones de ayer domingo. Es un ‘carajal’ del demonio, va a ser todo muy difícil, muy complicado, nos dicen que hasta peligroso para la economía…..incluso es posible que nos hallemos ante un ‘sudoku’ de imposible resolución y tuviéramos que ir a elecciones anticipadas. No lo sé, no tengo ni idea; pero sí sé que ésta es la mejor manera de que se retrate todo el mundo. Y creo, sinceramente, que la dificultad del examen es también la forma más saludable de abrir una nueva etapa.
Expresiones que hemos oído hasta la saciedad, del tipo «altura de miras», «voluntad de cambio», «sentido de Estado», «pensar en el país y no en nuestro partido»….todo eso ahora es el momento de demostrarlo. Y aquí entran los nuevos, los viejos, la casta, la costa, reformistas, inmovilistas, conservadores, progres, guapos, feos, mediopensionistas, los que están peleados, los que no…
Miren, lo mejor del resultado de ayer es que en esta película hay papeles para todos porque los guionistas, que han sido los ciudadanos con sus votos, así lo han querido. Y ante esto no caben reclamaciones. O sea que si alguien no lo entiende, es posible que esos mismos guionistas no vuelvan a incluirle en el reparto. De momento, vamos a cambiar por unos días el «silencio: se rueda» por el «silencio: se pacta». Y tocar madera para que actores –y actrices- den la talla. »
El cambio pide pacto
« España inaugura una nueva etapa. Y esta nueva España precisa de verdad de una política nueva. Nos encontramos ante un panorama inédito. Las urnas dejan un futuro incierto, sin mayorías claras, que exige la responsabilidad de todos los elegidos el pasado domingo porque gobernar este país es cosa de todos. Los españoles han hablado, eso es inapelable, y han decidido que las grandes cuestiones ya no son cosa de dos, sino de cuatro. Adiós al bipartidismo tal y como lo conocíamos.
El 20 de diciembre deja un PP muy debilitado. Es la primera fuerza política, sí, a pesar de los recortes, de los casos de corrupción, de la falta de rendición de cuentas… Es el más votado pero con su peor resultado desde 1989. Tiene sin ninguna duda la responsabilidad de formar gobierno pero con las cifras que hay parece casi imposible. Él sólo se queda lejísimos de la mayoría absoluta y con Ciudadanos no llega.
El PSOE obtiene el peor resultado de su historia. Aunque en unas circunstancias inéditas, sangrándose a derecha e izquierda por Podemos y Ciudadanos. Ha aguantado el tirón y conserva la segunda plaza. Sería legítimo que intentara formar gobierno pero parece tan difícil a priori y necesita tantos ingredientes, hasta 5 partidos para ganar votaciones, que ya se verá si resulta posible. En cualquier caso, parece claro que los socialistas necesitan hacer una reflexión sobre su papel en la izquierda española.
Podemos es el gran triunfador de la noche. No eran fuegos artificiales. Han llegado para quedarse. Ahora les toca combinar la fidelidad a sus promesas con el pragmatismo imprescindible. 69 diputados son demasiada responsabilidad para jugar sólo a obstaculizar.
Ciudadanos tiene un resultado meritorio, de la nada a 40 escaños, pero entre unos y otros habían creado tantas expectativas que esa cuarta posición parece hoy un castigo. Sin duda jugará un papel clave en el futuro.
Pero para mérito el de Izquierda Unida, que contra viento, mareas y tsunamis, sigue en el Congreso aunque sea con dos diputados y muy castigado por la Ley D`Hont.
Este es el panorama. No se adivina una mayoría clara para gobernar. A partir de hoy les miraremos atentamente a todos porque este país ha pedido cambio, y el cambio que se votó ayer necesita diálogo y pacto. De lo contrario estaremos abocados a nuevas elecciones. »
El momento de negociar
« Vamos a empezar por lo obvio. La del PP es la lista más votada, pero se deja más de tres millones y medio de votos por el camino, su peor resultado desde 1989. La otra pata del bipartidismo, el PSOE, consigue mantener la segunda posición, casi un millón y medio de votos por el camino y el peor resultado de su historia. Y lo obvio es que el partido que tiene tras de sí la ‘corrupción’ y los ‘recortes’ ha vuelto a ganar y que el PSOE, haciendo oposición al partido que tiene tras de sí la ‘corrupción’ y los ‘recortes’, ha sido incapaz de obtener mejores resultados.
Y ahí están, los dos a la cabeza de la clasificación e intentando hacer valer estas posiciones para defender su posibilidad de gobernar. Y tan contentos, que uno, Rajoy, esgrime la estabilidad como garantía de un gobierno presidido por él, olvidando cuánta negociación y cuánto diálogo será necesario para esta estabilidad, negociación y diálogo que no están en su ADN como hemos podido comprobar en cuatro años de rodillo popular.
Y tan contentos que el otro, Pedro Sánchez, dice que volverá a optar a la secretaría general del PSOE, que ser el que peores resultados ha dado en la historia del partido no es argumento para dar un paso atrás, él, que se cargó al líder de los socialistas madrileños porque las encuestas le auguraban un mal resultado, sin esperar a las votaciones.
Y ya fuera de lo obvio, porque los datos no dan la razón a esta afirmación, quien ganó las elecciones fue Podemos, no porque consiguiera la tan pregonada remontada, no porque vacilara a las encuestas sino porque va a ser determinante pase lo que pase con el gobierno del país. Hoy Pablo Iglesias ya ponía sus condiciones, está claro que para muchos son difíciles de aceptar, pero un gobierno débil se va a encontrar siempre con 69 diputados de Podemos en el hemiciclo dispuesto a ponérselo difícil. Las leyes ya no saldrán del Consejo de Ministros listas para ser empaquetadas y aprobadas, el trabajo en el Congreso va a recuperar el sentido de esta cámara perdido durante la pasada legislatura.
Y también fuera de lo obvio, el derrotado Albert Rivera, quería ser determinante y no lo va a ser. Un éxito pasar de 0 a 40, pero muy poco por las expectativas que ellos mismos habían generado. Y con todo esto ahora toca ver cómo se gobierna y quién lo hace atrapados entre los márgenes de las líneas rojas que dibuja cada uno de los partidos. Pero no hay que olvidar que el gobierno incluye el arte y la capacidad para la negociación, y en ningún sitio está escrito que en esto España tenga que ser diferente, otra cosa es que no estemos acostumbrados. »
Tranquilos, que esto se nos va a hacer eterno
Abandonen toda esperanza, como ya dijo el Dante, porque van a estar ustedes semanas y semanas sin saber quién va a ser el próximo presidente –o presidenta- de este país. Ármense de paciencia, porque la cosa va para largo. Comprueben los décimos de lotería, coman el turrón tranquilos y atragántense con las uvas como todos los años. Después, esperen a los Reyes Magos. Más tarde, acudan a las rebajas. Y cuando todo eso pase, es muy probable que sigamos exactamente igual: sin saber nada de nada.
Para empezar, porque es obvio que en primera vuelta Rajoy no podrá ser investido. Las cuentas, sencillamente, no salen. A partir de ahí, con los cálculos que han hecho ustedes en sus casas, ya viene el lío, porque serán necesarios pactos cuanto menos a tres bandas para que en una segunda vuelta, el candidato que sea logre obtener más votos positivos que negativos, como obliga la normativa legal.
Todos los comentaristas ya les han contado las combinaciones, así que limitémonos a constatar que la clave, como era de suponer, la tiene Pedro Sánchez, que seguramente tendrá que decidir en algún momento si le regala el Gobierno a Rajoy -que tiene lo suyo- o bien intenta liderar una alternativa variopinta de izquierdas sumándole alguna ayuda nacionalista, que también tiene lo suyo. Eso, o nuevas elecciones.
Lo que nos queda por sufrir… »
(Continuará…)