El ‘Solsticio de Verano’

20 Jun, 2015 | Sociedad | 0 Comentarios

En términos astronómicos, el inicio de las estaciones viene dado por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica (recorrido ‘aparente’ del Sol alrededor de la Tierra) donde el Sol alcanza su posición más boreal, es decir, que alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27′) y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia. A esta circunstancia se le llama Solsticio de Verano y en ese instante en el hemisferio sur se inicia la estación opuesta, o sea, el invierno.

Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, el verano de 2015 comenzará este domingo día 21 a las 17,38 horas en Canarias, tendrá una duración de 93 días y 15 horas y finalizará el 23 de septiembre con el Equinoccio de Otoño y la consiguiente entrada de esta estación.

El día del Solsticio de Verano es el de mayor duración del año y en las proximidades de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en el que se pone más tarde. Concretamente, el día en que el Sol salió más pronto fue el 14 de junio, mientras que el día en que el Sol se pondrá más tarde será el 28 de junio.

Aunque se podría pensar que el día más largo del año tendría que ser también el día en que el Sol salga más pronto y se ponga más tarde, sin embargo esto no es así debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse, lo que provoca que tanto los relojes solares como los nuestros se ‘desajusten’.

Otro hecho que se produce también en esta época es el denominado ‘afelio’, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año. Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (según la conocida como ‘segunda ley de Kepler’) y es por eso que la duración de esta estación es mayor que las otras. En esta ocasión, el máximo alejamiento se dará el próximo día 6 de julio, siendo la distancia de algo más de 152 millones de kilómetros, unos 5 millones de kilómetros más que a principios de enero cuando la distancia de la Tierra al Sol alcanza su mínimo anual.

 Solsticio de Verano 3.

Teniendo en cuenta que entendemos como duración del día el tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado, este domingo día 21 de junio va a ser el día de mayor duración. Como ejemplo de ello, en Madrid la duración será de 15 horas y 3 minutos, en oposición a las 9 horas y 17 minutos que durará el día más corto del año que será el 22 de diciembre. Observemos que en este caso hay casi seis horas de diferencia entre el día más corto y el más largo, pero esta diferencia depende mucho de la latitud del lugar (según se encuentre situado más o menos próximo al ecuador o a los polos), siendo ‘nula’ en el ecuador y extrema (de 24 horas) por encima del círculo polar ártico.

Es por eso que en latitudes del hemisferio norte situadas por encima del círculo polar ‘ártico’ o ‘boreal’, algunos días al año (alrededor del 21 de junio) se da el fenómeno del ‘sol de medianoche’, circunstancia en la que el Sol es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día. En el círculo polar opuesto, el antártico o austral del hemisferio sur, este mismo fenómeno se produce alrededor del 21 de diciembre.

El término ‘solsticio’ deriva del latín solstitium (sol sistere), que literalmente significa ‘Sol quieto’ ya que se produce en los dos momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura ‘aparente en el cielo’ y la duración del día o de la noche son las máximas del año, lo que ocurre el 20 o el 21 de junio y el 21 o el 22 de diciembre, respectivamente. Así, respecto al hemisferio norte, en el solsticio de verano el Sol alcanza el cénit al mediodía sobre el Trópico de Cáncer y en el solsticio de invierno alcanza el cénit al mediodía sobre el Trópico de Capricornio.

Puesto que en las épocas de solsticio la duración del día y la altitud del Sol al mediodía son máximas (en el de verano) y mínimas (en el de invierno) comparadas con cualquier otro día del año, es por lo que en las culturas antiguas se hacían celebraciones conmemorativas de esta fecha, desde el Antiguo Egipto hasta el Lejano Oriente, el mundo celta de los druidas o los guanches, tal como ha trascendido hasta nuestros días y en nuestra cultura las ‘Hogueras de San Juan’, sobre las que hablaremos en los próximos días ya que se celebran la noche del 23 al 24 de junio.

 Puesta de Sol con planetas

Mirando al cielo después de ponerse y antes de salir el Sol

Si nos fijamos en la puesta de Sol, veremos que actualmente tras ocultarse éste se ven Júpiter y Saturno inmediatamente detrás, incorporándose Venus al espectáculo cuando entre más el verano, que se verá muy brillante tras ponerse el Sol. A medida que el verano avanza, Venus y Júpiter pasarán a verse antes del amanecer, el primero al final de la estación y el segundo partir de primeros de septiembre, manteniéndose Saturno visible durante todo el verano siempre después de la puesta de Sol. Marte (de color rojizo) empezará a verse antes del amanecer a partir de finales de julio.

Para diferenciar los planetas de las estrellas que puedan aparecer en el entorno, basta con fijarse en lo siguiente: la luz de los planetas no parpadea y la de las estrellas sí.

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