(…Continuación)
El día 24 se dan a conocer más detalles de la identidad del individuo detenido, así como sus antecedentes y manifestaciones de su padre proclamando su inocencia, tal como lo refleja el artículo titulado El detenido por el crimen del Sur, ya en prisión, niega ser el asesino, que venía a decir:
« El varón detenido en relación con la violenta muerte del empresario sureño Raimundo Toledo ingresó ayer en Tenerife II por decisión de la magistrada que sustituye a la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Granadilla de Abona, actualmente de baja, en información facilitada por fuentes cercanas al caso.
Esta decisión judicial, que no permite fianza pero sí las comunicaciones al ahora preso preventivo, fue adoptada después de tomarle declaración en dependencias del partido judicial chasnero.
El detenido tiene 36 años y es de origen argentino, aunque nació en Australia hijo de inmigrantes. Ayer se negó a responder a todas las preguntas salvo las de su abogado, sosteniendo su inocencia. Por contra, la Fiscalía presume de contar con pruebas materiales de todo lo contrario que, sin duda, motivan la decisión judicial de encarcelar al investigado.
El apresado es Diego Claudio G. G., que acudió a las autoridades al saber por la prensa que era buscado y lleva unos 15 años residiendo en el sur de Tenerife, según explicó ayer su padre a este periódico. Respecto a los antecedentes que le constan, al parecer se trata de un caso de robo o hurto de cable de cobre.
Hasta ahora, el trabajo de los investigadores asignados al caso, en el que Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía trabajan conjuntamente, ha desembocado en el ingreso de dos personas en prisión, el de este argentino y, dos días antes, el de una mujer cubana de 40 años de edad que es la pareja de uno de los sobrinos de la víctima y que, casualmente, se llama como la mujer de Diego Claudio: Sandra.
El padre del encarcelado: “Como no cogen al cubano le echan la culpa a mi hijo”
“Como no han cogido al cubano le echan la culpa a mi hijo”. Quien así habla es el padre del varón encarcelado en relación con la violenta muerte del empresario sureño Raimundo Toledo, que fue secuestrado en la santacrucera zona de Los Lavaderos horas antes de aparecer su cadáver en el maletero de un vehículo de su propiedad al que prendieron fuego y despeñaron desde el mirador de La Centinela, en San Miguel de Abona.
El progenitor aseguró anoche a este periódico que su hijo le insistió ayer, cuando pudo conversar brevemente en los juzgados de Granadilla, que es inocente. “Es mi hijo, cómo no lo le voy a creer”, señaló el padre, que asegura que “cualquiera que conozca a Diego sabe que no es capaz de matar a nadie”.
El padre del ahora preso insistió en que las autoridades deben dirigir sus pesquisas hacia un varón de nacionalidad cubana al que -asegura- no se ha logrado localizar, y del que reconoció que es amigo y/o conocido de su hijo. Por contra, desconoce si Diego Claudio tiene algún tipo de conexión con la otra encarcelada por este caso, una mujer de 40 años y también cubana que es pareja de uno de los sobrinos de la víctima. El progenitor del apresado se encuentra en la Isla desde hace 10 días ya que vino a pasar las Navidades con su hijo. »
El día 28 se publica información más detallada sobre los pormenores del secuestro de Raimundo Toledo, así como que la causa de su fallecimiento había sido un infarto y que la policía está tras la pista de otro hombre de nacionalidad cubana sospechoso de participar en los hechos. Así lo refleja el artículo titulado Dos detenidos por la muerte de un conocido empresario tinerfeño, tío del actor Willy Toledo, que decía:
« La isla de Tenerife continúa conmocionada por la muerte violenta del conocido empresario Raimundo Toledo, tío del actor y activista Willy Toledo. La víctima, ex presidente de la empresa Petróleos Archipiélago y propietario de una estación de servicio en El Médano (Granadila de Abona), era raptado en pleno centro de la capital tinerfeña. En el momento de la captura, intentó resistirse e, incluso, pidió auxilio. Fue una mujer la que al escuchar sus gritos dio aviso al 112. La testigo pudo coger también la matrícula del vehículo en el que era introducido. Según varias cámaras de seguridad, el empresario intentó salir del coche pero no lo logró.
Varias horas más tarde, vecinos del municipio de San Miguel, en el sur de la isla, alertaban a los servicios de emergencias ante la existencia de un coche ardiendo en un barranco cerca del mirador de la Centinela. Tras sofocar el fuego, se producía el hallazgo del cuerpo de Raimundo, que aparecía sin manos ni pies en el interior del maletero del vehículo calcinado.
Al parecer, y según fuentes cercanas a la investigación, los captores intentaron extorsionarlo pero el empresario no accedió. Según la autopsia practicada en las últimas horas, Raimundo falleció de un infarto. Salvador Garrido, director general de Petróleos Archipiélago, sostiene que «seguro que se les fue de las manos. No encontramos explicación a lo que ha sucedido porque Raimundo era hombre muy querido, no tenía enemigos». Para Garrido «el móvil tiene que ser económico y no les salió bien».
La policía ha detenido por el momento a una mujer, que al parecer podría tener relación con un familiar de la víctima, y a un hombre de origen australiano que contaba con antecedentes policiales por delitos menores. Este último fue arrestado el pasado 22 de diciembre. No se descarta que estas sean las únicas detenciones ya que la policía también busca a un hombre de nacionalidad cubana, que podría haber huido a Barcelona, y que también tiene antecedentes por robos.
El caso está bajo secreto de sumario. La investigación, en la que participa la Unidad de Homicidios de la Policía Nacional de Santa Cruz de Tenerife y la UCO de la Guardia Civil, continúa abierta.
Salvador explica que «la familia de Raimundo está destrozada y lo único que desea es que se levante el secreto de sumario y poder disponer de sus restos para darle el último adiós». Asegura que «en este caso tienen que estar implicadas más personas porque Raimundo era alto y fuerte y un hombre solo no se hace con él». »
También en Cuba los medios informativos se hicieron eco de los hechos debido a la implicación de dos personas de esa nacionalidad en los mismos, como el digital Café Fuerte que, en un artículo publicado el día 5 de enero titulado Enigma en Tenerife: Dos cubanos implicados en asesinato de prominente empresario canario, decía:
« La policía española arrestó e investiga a dos cubanos presuntamente relacionados con el asesinato de Raimundo Toledo, empresario canario secuestrado y lanzado dentro de su vehículo en llamas desde lo alto del Mirador de La Centinela, en el sur de Tenerife (Islas Canarias), el pasado 15 de diciembre.
Los sospechosos detenidos son un hombre de 29 años, que fue arrestado en Madrid tras huir de Tenerife, y Sandra P., una mujer de 40 años y novia de un sobrino del fallecido. Ambos se encuentran en prisión preventiva y están siendo interrogados por la Policía Nacional y la Guardia Civil, que trabajan conjuntamente en el esclarecimiento del crimen.
Un tercer implicado, Diego Claudio G. G., de 36 años y de origen australiano, cuenta con antecedentes policiales previos por delitos de agresión sexual a menores, y podría tener alguna relación con el cubano arrestado en la capital española. En su declaración ante el juez, el cubano ha negado su participación en los hechos, aunque admitió conocer algunos detalles relacionados con el crimen, según fuentes cercanas a la investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario.
El caso ha causado una gran consternación en la opinión pública canaria.
Fuentes consultadas por CaféFuerte en Tenerife, coinciden en que la muerte de Toledo, de 68 años y presidente de Tenerife de Gasolineras (TGAS) se produjo a causa de un infarto mientras se encontraba retenido tras un secuestro. Ante el imprevisto del mortal infarto, los malhechores decidieron arrojarlo por un barranco en el maletero de un coche, donde el cuerpo apareció calcinado y sin pies ni manos.
El secuestro de la víctima se produjo en los exteriores de su domicilio, en las inmediaciones de la calle Enrique Wolfson, en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Y aunque un testigo alertó del hecho a la Policía Nacional y a la Local, las primeras unidades llegaron al lugar sin encontrar rastros del empresario. Horas más tarde, sobre las 11 p.m., se recibía otra alerta del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) de que un Honda CRV de color rojo se había arrojado envuelto en llamas desde lo alto del Mirador de La Centinela.
Por el momento, están abiertas todas las hipótesis, siendo la más probable la de un secuestro por encargo con la finalidad de los captores de obtener un rescate o bien para tratar de extorsionarlo, de acuerdo con la línea que maneja los investigadores de la Unidad Orgánica de Policía Judicial.
Asimismo, fuentes extraoficiales aluden a una posible deuda del fallecido, propietario también de una estación de servicio en El Médano (Granadilla, al sur de Tenerife), la cual habrían intentado cobrar los presuntos homicidas o amenazarle para su pago.
Según fuentes cercanas a la investigación policial, no se descarta incluso que, tras constatar que el empresario había muerto, los ejecutores decidieron amputar sus extremidades y despeñar el coche para intentar eliminar pruebas.
Tío de conocido actor
“El desenlace de este suceso lo revela como un crimen chapucero de personas sin escrúpulos”, dijo una fuente consultada.
La posibilidad de que el asesinato del empresario tinerfeño pueda deberse a motivaciones políticas ha quedado totalmente descartada. Toledo era tío del actor y activista Willy Toledo, defensor a ultranza del régimen castrista y quien incluso decidió irse a vivir a La Habana en 2013 por sentirse “hastiado del capitalismo” en España.
La investigación, que instruye el Juzgado Nº 1 de Granadilla de Abona, sigue abierta, por lo que no se descartan más arrestos en los próximos días.
Salvador Garrido, director general de Petróleos Archipiélago y amigo de la víctima, declaró a los medios españoles que la familia de Raimundo Toledo está destrozada y “lo único que desea es que se levante el secreto de sumario y poder disponer de sus restos para darle el último adiós”. »
(Continuará…)