El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, cuyo objetivo es promover una mayor toma de conciencia del Programa de Acción Mundial para l@s Jóvenes, el cual desempeña una función fundamental en el desarrollo de la juventud puesto que se centra en promover medidas para fortalecer y a aumentar la calidad y la cantidad de las oportunidades de l@s jóvenes de poder participar de manera plena, efectiva y constructiva en la vida de la sociedad.
En este sentido, la Asamblea General de la ONU definió y aprobó 15 esferas prioritarias de acción a aplicar con l@s Jóvenes:
- La educación
- El empleo
- El hambre y la pobreza
- La salud
- El medio ambiente
- El uso indebido de drogas
- La delincuencia juvenil
- Las actividades recreativas
- Las niñas y las jóvenes
- La plena y efectiva participación de l@s jóvenes en la vida de la sociedad y en la adopción de decisiones
- La globalización
- La tecnología de la información y las comunicaciones
- El VIH/SIDA
- L@s jóvenes y los conflictos armados
- Las cuestiones intergeneracionales
Cada año se elige un tema para conmemorar el ‘Día Internacional de la juventud’, siendo el escogido para este año «Participación cívica de la juventud», con el que se pretende concienciar que el compromiso y la participación de l@s jóvenes es esencial para lograr el desarrollo humano sostenible, aunque a menudo las oportunidades para l@s jóvenes de participar en la política, en la economía y en la sociedad sean pocas o inexistentes.
La ‘participación cívica de la juventud’ es uno de los objetivos principales del Plan de Acción de las Naciones Unidas para la Juventud en todo el planeta, buscando promover la efectiva participación ciudadana de l@s jóvenes en todos los niveles, constatándose que ha habido un aumento de la atención en este asunto por parte de los Gobiernos en general, así como de las entidades de la ONU, de las instituciones públicas y privadas y de la sociedad civil.
Con motivo de la conmemoración del ‘Día Internacional de la Juventud’ de este año, el Secretario General de la ONU publicó el pasado día 12 un mensaje que no tiene desperdicio, el cual dice:
« Nuevas amenazas, extremismos violentos, condiciones políticas cambiantes, situaciones de inestabilidad económica y transformaciones sociales se conjugan para aumentar las dificultades a que se enfrentan los jóvenes del mundo. Nadie conoce mejor que ellos los problemas que se plantean ni la mejor manera de darles respuesta. Por ello les pido a los jóvenes que levanten su voz e insto a los líderes a que les escuchen.
El mundo está cambiando a un ritmo sin precedentes y los jóvenes están demostrando ser unos valiosos socios que pueden promover soluciones significativas. Los movimientos juveniles y los grupos de estudiantes están desafiando a las estructuras tradicionales de poder y promoviendo un nuevo contrato social entre los Estados y las sociedades. Los jóvenes líderes han aportado nuevas ideas, adoptado medidas proactivas y se han movilizado a través de las redes sociales como nunca antes había sucedido.
Aplaudo a los millones de jóvenes que protestan en defensa de sus derechos y participación, destacando el problema de las enormes tasas de desempleo juvenil, alzando su voz contra la injusticia y promoviendo la adopción de medidas a nivel mundial en favor de las personas y el planeta.
En este año decisivo en que los líderes se preparan para adoptar una ambiciosa nueva visión del desarrollo sostenible, la participación de los jóvenes es más importante que nunca. En este momento crítico de la historia, hago un llamamiento a los jóvenes para que exijan y promuevan el drástico progreso que nuestro mundo necesita con tanta urgencia.
El voluntariado es un modo ideal de mejorar la sociedad y está abierto a prácticamente todo el mundo. Los jóvenes también pueden aunar fuerzas con las Naciones Unidas ahora que pasamos de elaborar los nuevos objetivos de desarrollo sostenible a ponerlos en práctica. Ese espíritu de acción está plasmado en el tema de este Día Internacional: «La juventud y la participación cívica».
Estoy con los jóvenes del mundo que reclaman medidas para que se garanticen los derechos humanos, el progreso económico, la ordenación del medio ambiente y la inclusión social. Este año se conmemora el 70º aniversario de la Carta de las Naciones Unidas y el 20° aniversario del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes. En apoyo de sus objetivos, mi Enviado para la Juventud está ayudando a movilizar a esta generación de jóvenes, la mayor de la historia. Como él dice, la participación de los jóvenes puede ayudar a convertir el mundo que queremos en el mundo que merecemos. Ayudemos todos a los jóvenes a crear un futuro en que se proteja nuestro planeta y todo el mundo viva dignamente.
Ban Ki-moon »
La realidad indica que existen más de doscientos millones de jóvenes viviendo en la pobreza, ciento treinta millones analfabetos, ochenta y ocho millones desempleados y diez millones enfermos de VIH/SIDA. El ‘Día Internacional de la Juventud’ sirve para realizar este reconocimiento, destapar esta triste realidad y buscar las soluciones que correspondan.
Se debe fortalecer la inversión en instituciones y programas que protegen a la niñez, se debe reforzar los sistemas de educación formal e informal, las instituciones privadas deben brindar capacitación y posibilidades concretas de inserción laboral a los más desposeídos. Los gobiernos deben apoyar e incentivar estas actitudes, incluso con exenciones impositivas para las empresas. La conmemoración del ‘Día Internacional de la Juventud’ es una buena ocasión para plantearnos a nivel nacional qué tipo de país y de futuro se pretende, lo que trae implícito un replanteo de la políticas laborales, medioambientales, sociales, económicas y educativas de una nación.
No existe uniformidad en cuanto a la determinación de lo que debemos entender por juventud, pues mientras algunos señalan que ‘joven’ es la persona comprendida entre los 15 y los 24 años, otros amplían esa horquilla de edad ubicándola entre los 14 y los 30 años. También se suele diferenciar la ‘adolescencia’ (entre los 14 y los 21 años) como una categoría propia hasta los 30 años dentro del concepto de juventud.
Aunque la definición que sitúa a la juventud entre los 15 y los 24 años fue acordada por la ONU y aceptada universalmente, lo cierto que la edad como criterio para definirla es claramente insuficiente, pues no se puede evitar introducir también en la definición el contexto social en que la persona en cuestión se desarrolla, contrae matrimonio, trabaja, se convierte en padre / madre, etc.