El Día Internacional de la Felicidad se celebra en todo el mundo “como meta fundamental para que se reconozca la paridad de los tres pilares del desarrollo sostenible -el ‘social’, el ‘económico’ y el ‘medioambiental’-, como factores que definen la felicidad global», según afirmó el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, durante los encuentros que se llevaron a cabo en la Asamblea General con el objetivo de declarar un día universal para la felicidad por iniciativa de Bután, un país que desde principios de los años 70 reconoce la supremacía de la felicidad nacional por encima de los ingresos nacionales, cuando adoptó el concepto de un Índice de ‘Felicidad Nacional Bruta’ para sustituir al tradicional Producto Interior Bruto (PIB).
El 12 de julio de 2012 la Asamblea General de la ONU decretó el 20 de marzo como el ‘Día Internacional de la Felicidad’, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno. Este día se celebró por primera vez en el año 2013.
Si existe el día internacional del agua, del libro, de la limpieza de playas o incluso el día meteorológico mundial, ¿por qué no íbamos a tener un ‘Día Internacional de la Felicidad’? Al fin y al cabo, como bien dijo alguien, “no hay deber que infravaloremos tanto como la tarea de ser felices”. Por eso, Naciones Unidas promovió la conmemoración de este día para 2015 con un vídeo en el que su sonriente Secretario General nos recuerda la importancia de esta tarea en seis idiomas, mientras como melodía de fondo suena ‘Happy’ de Pharell Williams.
LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD, UNA META FUNDAMENTAL
Para alcanzar la felicidad, un estado emocional subjetivo de cada persona, depende de cómo nos tomemos los acontecimientos que se nos presentan en la vida. Por tanto, depende de nosotros. La búsqueda de la felicidad es, probablemente, la meta más anhelada del ser humano a lo largo de toda la historia.
La felicidad es un estado de ánimo que supone una satisfacción propia o conjunta de un determinado grupo de personas, motivo por el que cada 20 de marzo muchos países del mundo celebran el ‘Día Internacional de la Felicidad’. A pesar de los problemas que enfrenta el mundo, especialistas en el tema aseguran que una persona feliz se siente a gusto, contenta y complacida cuando pone en práctica actividades que generan ‘endorfinas’.
Aunque no existe un ‘índice de felicidad’ o una categoría que haya que alcanzar para que alguien se considere como una persona feliz, sí que se recomienda cultivar la paz interior para así poder ofrecer siempre la mejor cara a nuestros semejantes.
A propósito del Día Internacional de la Felicidad 2015, la ONU lanzó una campaña para que los internautas de todo el mundo compartieran las canciones que los llenan de alegría, una iniciativa que busca integrar a las personas que a través de las redes sociales manifiestan su estado de ánimo al tiempo que las canciones eran difundidas ese día por el servicio de música en línea MixRadio.
Con la de la celebración del Día Internacional de la Felicidad, algunas personas seguramente dirán que «ya no saben ni qué inventar», pero en realidad esta iniciativa tiene como fin invitar a todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo a celebrar este día mediante la realización de actividades que ayuden a recordar a otros que el objetivo humano fundamental es buscar la felicidad.
“La búsqueda de la felicidad es una meta fundamental”, dice la ONU en su web. Suena bien, aunque muchos nos quedemos rascándonos la cabeza. Porque ¿a qué nos referimos, exactamente, cuando hablamos de felicidad? ¿Hablamos acaso de una casa más grande, de tecnología de última generación, de cenas en restaurantes de lujo? Seguro que no, aunque es difícil resistirse al famoso refrán que dice: “El dinero no da la felicidad, pero ayuda”.
La búsqueda de la felicidad no consiste en observar la vida con gafas de color rosa, o blindarse al dolor y las imperfecciones que existen en el mundo. Tampoco es la felicidad un estado de exaltación que tenemos que perpetuar a toda costa, sino más bien se trata de eliminar las toxinas mentales como el odio y la obsesión que literalmente envenenan nuestra mente.
Ricard es promovido, a causa de una publicidad tan perseverante como cuestionable de Coca-Cola, como ‘el hombre más feliz del mundo’. Su herramienta básica para potenciar la felicidad no es otra que ‘mindfulness’ o ‘atención plena’, una práctica de origen budista que cuenta con más de 2.500 años de antigüedad consistente en la capacidad de prestar atención al momento presente de forma deliberada y sin juzgar. Así, cuando en Occidente creemos que felicidad es estar en euforia constante, el ‘mindfulness’ sin embargo propone encontrarla en la serenidad, en el estar a gusto con uno mismo y en apreciar el aquí y el ahora”.
El ‘mindfulness’, que cada vez goza de más difusión y prestigio gracias a las evidencias científicas que muestran sus beneficios en el campo de la terapia y del crecimiento personal, permite conectar con el agradecimiento, que es probablemente la fortaleza que más influye en la felicidad, señalan expertos en esta materia, que también aseguran que “la realidad es que casi todos nosotros tenemos muchas más condiciones de felicidad que de infelicidad”. La ‘atención plena’, por otra parte, facilita el conocimiento de uno mismo, de manera que “llevar una vida coherente con ese conocimiento y que tenga en cuenta nuestras fortalezas, virtudes y valores es fundamental”, sostienen estos expertos
Aunque el asunto de la felicidad es un trabajo individual, sin embargo también tiene una dimensión pública en torno a la cuestión de en qué medida nuestras sociedades están permitiendo que la gente sea feliz, que es lo que se propone que tomemos conciencia con la conmemoración del ‘Día Internacional de la Felicidad’. “Poner el foco en la felicidad implica poner la atención en algo positivo y deseable para tod@s”, señalan especialistas en la materia.
Ya puestos a medir, indicar el siguiente dato: España ocupa el lugar 38 en una encuesta internacional Gallup (un sondeo de opinión frecuentemente usado en los medios masivos para representar a la opinión pública), lo que refleja una disminución en la percepción de la felicidad de los ciudadanos españoles con respecto a años anteriores.
Y para finalizar, dos preguntas: ¿Cómo anda el nivel de felicidad de la sociedad canaria? ¿Y el de los granadilleros y granadilleras?…