El consumo de ‘tabaco’ y sus efectos (I)

9 Jun, 2015 | Salud, Sociedad | 0 Comentarios

Con motivo de la reciente celebración del ‘Día Mundial sin Tabaco’ (concretamente el pasado 31 de mayo) que cada año la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus países asociados del mundo dedican a resaltar los riesgos que para la salud tiene el consumo de tabaco, así como a promover políticas eficaces para reducirlo ya que es la principal causa prevenible de muertes que actualmente mata a una de cada 10 personas adultas en todo el mundo, queremos participar en la toma de conciencia sobre este asunto aprovechando la ocasión para aportar información de interés a quienes nos leen.

A modo de resumen, podemos decir que los efectos nocivos del consumo de tabaco son principalmente provocados por cuatro elementos:

  • Nicotina: Es el principal componente del tabaco y el que produce la dependencia.
  • Monóxido de carbono: Es un gas que procede de la combustión incompleta de la hebra de tabaco y también de cualquier producto en combustión, comenzando por los humos de los vehículos de combustión interna, sea gasolina o diésel.
  • Gases irritantes: Estos gases afectan fundamentalmente al aparato respiratorio.
  • Sustancias cancerígenas: En el humo del tabaco se han detectado numerosas sustancias potencialmente cancerígenas, como el benzopireno, que se forman durante la combustión del tabaco o del papel de los cigarrillos.

Y por supuesto, conviene destacar que el consumo de tabaco no sólo afecta a los fumadores sino también a las personas más cercanas, los denominados ‘fumadores pasivos’. El tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas en el mundo, de las cuales más de 600.000 son no fumadoras que mueren por haber respirado humo pasivamente. Si no actuamos y nos concienciamos de esta problemática, las estadísticas aseguran que a partir de 2030 la epidemia del ‘tabaquismo’ será la causa principal de muerte y discapacidad en todo el mundo, matando cada año a unos 10 millones de personas.

En 1987 la Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco para llamar la atención hacia la epidemia del tabaquismo y sus efectos letales. Por eso, la conmemoración de este día es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco y fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), suscrito en el año 2003.

 Día Mundial sin Tabaco (logo cenicero y rosa)

El CMCT es un pacto histórico firmado por los estados miembros de la OMS, que representa el primer acuerdo mundial sobre salud pública y el primer instrumento jurídico diseñado para reducir las muertes y enfermedades relacionadas con el tabaco a nivel mundial, significando para los Estados adheridos obligaciones como las siguientes:

  • Proteger las políticas de salud pública de intereses comerciales y otros intereses creados de la industria tabacalera.
  • Adoptar medidas relacionadas con los precios e impuestos para reducir la demanda de tabaco.
  • Proteger a las personas contra la exposición al humo de tabaco.
  • Reglamentar el contenido de los productos de tabaco.
  • Reglamentar la divulgación de información sobre los productos de tabaco.
  • Regular el empaquetado y etiquetado de productos de tabaco.
  • Advertir a la población de los peligros del tabaco.
  • Prohibir la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco.
  • Ofrecer ayuda para abandonar la adicción al tabaco.
  • Luchar contra el comercio ilícito de productos de tabaco.
  • Prohibir la venta de tabaco a menores y por menores.
  • Apoyar actividades alternativas económicamente viables al cultivo de tabaco.

Según una encuesta elaborada por Sanitas sobre la influencia del cine y la televisión en la adicción al tabaco, un 57 por ciento de los españoles asegura estar influenciado para empezar o continuar con su hábito al tabaco según aquello que ven en series de televisión o películas de cine, mientras que un 76 por ciento piensa que las películas y series no muestran una visión realista de los riesgos que tiene el tabaco para la salud.

Esta misma encuesta, que se ha realizado en ocho países de todo el mundo, también ha revelado que un 90 por ciento de los espectadores cree que muchas películas y series ‘idealizan’ el hábito de fumar, ya que los personajes que lo hacen no suelen mostrar los síntomas que provoca el tabaco como dientes o uñas amarillentas, arrugas prematuras o voz quebrada.

El consumo de tabaco provoca por sí solo una mayor tasa de mortalidad que la que se atribuye al uso del alcohol y las drogas ilegales en su conjunto. Con referencia al año 2000, por ejemplo, el tabaquismo causó la muerte de casi 5 millones de personas en el mundo, mientras que el alcohol causó 2 millones y las drogas ilegales aproximadamente 200 mil.

 Día Mundial sin Tabaco (imagen 3)

DESAGRADABLES CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE TABACO

Las personas consumidoras de tabaco pueden sufrir consecuencias muy negativas como las siguientes:

Cáncer de pulmón:

El consumo de tabaco es la causa principal del cáncer de pulmón. El tabaquismo ocasiona la pérdida de los cilios bronquiales (son como «escobitas» que limpian el moco bronquial), lo cual permite que las partículas tóxicas del cigarrillo alteren la mucosa bronquial y pulmonar, produciendo graves alteraciones o ‘displasias’ hasta convertirse en cáncer.

Enfisema pulmonar: 

Es la alteración funcional y orgánica del pulmón. Se reduce la capacidad pulmonar de captar oxígeno y expulsar dióxido de carbono. El paciente no puede respirar y muere por falta de aire, ya que tiene los pulmones muy afectados. Es la peor enfermedad degenerativa pulmonar no cancerosa, ocasionada principalmente por el tabaco.

Infarto al corazón:

El tabaco acelera la frecuencia cardiaca, eleva la presión arterial y aumenta el riesgo de hipertensión y de obstrucción de las arterias, lo que puede provocar ataques cardiacos.

Daños al cerebro: 

La acumulación de placas de grasa en las arterias coronarias también afecta las arterias del cerebro. Se producen, en diversos grados, accidentes cerebrovasculares como infartos cerebrales, isquemias, disfunciones vasculares, etc. La persona puede terminar hemipléjica.

Bronquitis:

Las sustancias irritantes del tabaco producen una inflamación de la mucosa, por lo que el moco se acumula en el bronquio y se precisan fuertes golpes de tos para eliminarlo.

El moco se torna más espeso, más compacto y más difícil de eliminar. Esta es la base de un terreno ideal para la multiplicación de los gérmenes, que a su vez provocan la agravación de la infección, la hipersecreción y la alteración del moco bronquial.

Úlcera gástrica:

El consumo de tabaco reduce la capacidad del estómago para neutralizar el ácido después de las comidas. Al principio, aparece gastritis con hiperacidez y ardor en el estómago. Luego aparece una gastritis tóxica con hipo acidez, exceso de moco gástrico y atrofia de los pliegues del estómago.

La cicatrización de la úlcera se dificulta si la persona sigue fumando.

Cáncer y aborto en la mujer:

El consumo de tabaco puede ocasionar problemas de infertilidad en las mujeres y complicaciones durante el embarazo y el parto. Además aumenta el riesgo de cáncer cérvico – uterino.

Fumar durante el embarazo puede provocar parto prematuro; complicaciones del embarazo, parto y puerperio; aborto espontáneo y muerte fetal y perinatal. En promedio, los hijos de las fumadoras pesan menos que los hijos de no fumadoras.

Por otro lado, el tabaco disminuye la calidad y cantidad de la leche materna. Los hijos de madres fumadoras padecen en mayor proporción de enfermedades pleuropulmonares y corren mayor riesgo de volverse fumadores precoces.

 Cigarro (foto 1)

MÁS DATOS A TENER EN CUENTA

  • Cada 10 segundos muere una persona por culpa del tabaco.
  • El cigarrillo contiene más de 4.700 sustancias químicas, varias de ellas cancerígenas, una de las cuales es la ‘nicotina’, que es de 6 a 8 veces más adictiva que la heroína.
  • El tabaco es una DROGA que produce más dependencia en quien la consume que la heroína o la cocaína. Hace que el fumador se mantenga fumando durante años (una media de 30 años).
  • El 30% de la población española mayor de 16 años fuma. Lo que significa que 14 millones de personas están inhalando directamente un carcinógeno, como es el humo del tabaco.
  • Los costes sanitarios directos de cinco enfermedades asociadas al consumo de tabaco suponen actualmente en nuestro país una cifra estimada de 7.695,29 millones de euros anuales.
  • El 30% de los cánceres, el 20% de las enfermedades cardiovasculares y el 80% de las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) están producidas por el consumo de tabaco.
  • El 50% de las personas que fuman morirán como consecuencia del tabaco, o sea, una de cada dos. Cada fumador pierde una media de 16 años de vida.
  • El riesgo de padecer cáncer broncopulmonar se incrementa en un 35% en los fumadores pasivos o involuntarios.
  • El feto es el primer fumador involuntario. Fumar durante el embarazo provoca con frecuencia bajo peso en el recién nacido y muerte súbita del lactante.

(Continuará…)

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