El ‘Árbol de Navidad’

27 Dic, 2015 | Cultura, Sociedad | 1 Comentario

En estas fechas el Árbol de Navidad es motivo de alegría y de todo aquello que simboliza la Navidad. Su forma, su color y las luces que lo decoran son símbolos de vida. Además, nos remiten al misterio cristiano de la Nochebuena: El nacimiento del Hijo de Dios trae al mundo de la oscuridad una nueva esperanza y un nuevo esplendor, es decir, ha nacido la Luz.

Según la tradición cristiana, si el ser humano se deja iluminar por el esplendor de esta Luz que en el cristianismo es Cristo, experimentará una paz interior en su corazón y será constructor de paz en una sociedad que tiene mucha necesidad de ella.

Aunque la documentación histórica acerca del Árbol de Navidad tal y como lo conocemos y decoramos hoy en día sólo apareció en los últimos siglos, sin embargo muchas de las leyendas y antiguas tradiciones que hacen referencia a éste se remontan a tiempos muy antiguos. Sin duda estas leyendas y tradiciones muestran la convergencia de muchas costumbres, algunas de ellas nacidas fuera de la cultura cristiana y otras cuyo origen es estrictamente de tradición cristiana.

Así, desde tiempos muy antiguos se tiene constancia que los pueblos primitivos introducían en sus chozas las plantas de hojas perennes y flores, viendo en ellas un significado mágico o religioso.

Asimismo, mientras los griegos y los romanos decoraban sus casas con hiedra, los celtas y los escandinavos lo hacían con muérdago y otras plantas de hoja perenne como el acebo, el rusco, el laurel y las ramas de pino o de abeto, pues pensaban que tenían poderes mágicos o medicinales para las enfermedades.

También, en la cultura de los celtas el árbol era considerado un elemento sagrado, pues se sabe de árboles adornados y venerados por los druidas de centro-Europa, cuyas creencias giraban en torno a la sacralización de diversos elementos y fuerzas de la naturaleza.

En el norte de Europa se celebraba el nacimiento de Frey (dios del Sol y la fertilidad) adornando un árbol perenne cerca de la fecha de la actual Navidad cristiana. El árbol tenía el nombre de Divino Idrasil (Árbol del Universo), en cuya copa se hallaba el cielo denominado Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín), mientras que en las raíces profundas se encontraba el Helheim (reino de los muertos).

Cuando se cristianizó el centro y norte de Europa, los primeros convertidos de esos pueblos tomaron la idea del árbol que ya tenían sus antepasados para celebrar el nacimiento de Cristo, cambiando así su significado pagano por otro cristiano.

 Árbol de Navidad 1

Mencionemos una interesante tradición que en parte es historia y en parte leyenda, muy popular en Alemania, que afirma que el árbol de Navidad se remonta al siglo VIII y que data de cuando San Bonifacio (675-754), un obispo inglés que se instaló en la Germania (concretamente en Hesse) para predicar la fe cristiana, donde tras un duro período de predicación del Evangelio con cierto éxito, se trasladó durante un tiempo a Roma para entrevistarse con el papa Gregorio II

A su regreso a Germania en la Navidad del año 723, Bonifacio se indignó al comprobar que los germanos a los que evangelizó habían vuelto a su antigua idolatría y se preparaban para celebrar el solsticio de invierno sacrificando a un hombre joven en el sagrado roble de Odín, por lo que tomó un hacha y se atrevió a cortar el roble sagrado.

El resto de la historia es la parte que pertenece a la leyenda y en ella se cuenta cómo, tras recibir el primer golpe del hacha, el árbol es derribado por una fuerte ráfaga de viento, por lo que el pueblo sorprendido reconoció con temor la intervención de Dios en este acontecimiento y con humildad se dirigieron al obispo Bonifacio para preguntarle cómo debían celebrar la Navidad.

Según cuenta la leyenda, Bonifacio se fijó en un pequeño abeto que había permanecido intacto junto a los restos y ramas rotas del roble caído, el cual interpretó como símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas (que simbolizaban las tentaciones) y velas (que representaban la luz de Cristo que viene a iluminar el mundo), como alegoría del árbol del Paraíso Terrenal.

Como quiera que Bonifacio estaba familiarizado con la costumbre popular germana de meter en las casas una planta de hoja perenne en invierno, indicó a todos que llevaran a casa un abeto, el cual representa la paz y, por permanecer siempre verde, simboliza también la inmortalidad. Además, con su punta apuntando hacia arriba, señalando el Cielo, indica la morada de Dios.

La opinión más generalizada entre los expertos es que el Árbol de Navidad, decorado e iluminado con luces tal como lo conocemos hoy, procede de este árbol del Paraíso, cuyo lugar de nacimiento se supone que fue a la orilla izquierda del Rhin, concretamente en la Alsacia, cuyos primeros testimonios de referencia son los registros de la ciudad de Schlettstadt de 1521, en los que se establecía una especial protección para los bosques en los días previos a la Navidad por la que se castigaba a cualquier persona que cortara un árbol para decorar su casa, siendo los guardabosques los responsables de su custodia.

Otro documento deja constancia que en Estrasburgo, la capital de Alsacia, los abetos se vendían en el mercado para llevar a casa y decorarlos. De esta zona de Alemania, la tradición de los árboles de Navidad se propagó al resto del país y al conjunto de Europa y, rápidamente, al resto del mundo cristiano.

 Árbol de Navidad 4

ASPECTOS SIMBÓLICOS DEL ÁRBOL

Los árboles han tenido a lo largo de la historia un significado muy especial: en todas las culturas poseen aspectos simbólicos de carácter antropológico, místico o poético. La idea extendida de los aspectos benéficos de los árboles para el ser humano ha dado lugar a distintas leyendas y lo ha relacionado con criterios mágicos y rituales.

En muchas culturas el árbol representa el medio y la unión del cielo y la tierra, pues éste ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hacia el cielo. Por ello en ciertas religiones, sobre todo orientales, el árbol es signo de encuentro con lo sagrado, punto de encuentro entre lo humano y lo divino. Otras características ampliamente extendidas sobre los significados mágicos del árbol tenían que ver con la ‘fecundidad’, el ‘crecimiento’, la ‘sabiduría’ y la ‘longevidad’.

En cuanto al simbolismo cristiano, el árbol de Navidad recuerda, tal como hemos visto, al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva y de donde vino el pecado original, recordando por tanto a Jesucristo que ha venido como el Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa el Árbol de la Vida o ‘la vida eterna’, por ser de hoja perenne.

La forma triangular del árbol simboliza a la Santísima Trinidad. En cuanto a los colores más tradicionales para los adornos navideños junto con el ‘verde’ del árbol mismo, a las oraciones que se realizan durante el Adviento se les atribuye un color determinado según el tipo de éstas: El ‘azul’ para las oraciones de ‘reconciliación’, el ‘plateado’ para las de ‘agradecimiento’, el ‘dorado’ para las de ‘alabanza’ y el ‘rojo’ para las de ‘petición’.

Generalmente, en el árbol decorado y a sus pies se colocan los regalos de Navidad. En este sentido, el símbolo se hace elocuente también desde el punto de vista típicamente cristiano: recuerda al ‘Árbol de la Vida’, representación de Cristo, supremo don de Dios a la humanidad. Así, el Árbol de Navidad y los regalos propios de estas fechas son un modo de recordar que del árbol de la Cruz proceden todos los bienes… Por eso tiene un sentido cristiano la tradición de poner bajo el árbol los regalos de Navidad para los niños.

 Árbol de Navidad con palabras 2

Respecto a los adornos navideños, los más tradicionales del árbol de Navidad son:

  • Estrella: Colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella que guió a los Magos hasta Belén.

  • Bolas: En un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres.

  • Lazos: Tradicionalmente los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desea dar y recibir.

  • Luces: En un principio eran velas y representan la luz de Cristo.
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