Don Pepe, ‘el cura bueno’, en el recuerdo

13 Ene, 2022 | Sociedad | 0 Comentarios

El pasado 28 de julio, con el titular ‘Granadilla de Abona llora la muerte, a los 91 años, de José Ventura, ‘Pepe, el cura’’ y la entradilla ‘Extendió su magisterio por casi todas las parroquias del municipio y se distinguió por recuperar la Cueva del Hermano Pedro en su lucha con Aena’, Diario de Avisos a través de su corresponsal Norberto Chijeb publicaba :

« Granadilla de Abona, su municipio natal, llora desde ayer la muerte, a los 91 años, del sacerdote José Ventura, Pepe, el Cura. La Misa exequial se celebrará hoy a las 13 horas en la parroquia de San Antonio de Granadilla desde la capilla ardiente instalada desde ayer en Charco del Pino.

José Ventura González nació en la zona de El Cantillo el 19 de marzo de 1930. Cursó Bachillerato en la primera academia que hubo en Granadilla y en 1950 se trasladó con 19 años a Roma, donde ingresó en la Congregación Palotina. Se licenció en Filosofía y Teología en la capital italiana y ejerció de profesor y formador en León y en el País Vasco. En 1957 fue ordenado sacerdote y con 42 años, tras conocer la noticia de que su padre había enfermado, regresó a su tierra.

Durante su ministerio estuvo a cargo de diferentes parroquias: San Isidro, El Médano, Los Abrigos, El Salto. Asimismo, a él también se debe la restauración y la declaración de BIC de la ermita de San Isidro y fue el artífice de la restauración del espacio religioso de la Cueva del Santo Hermano Pedro. Promovió y llevó adelante la construcción de los templos de San Isidro y de Nuestra Señora de la Merced en El Médano, en donde terminó su carrera sacerdotal, siendo muy querido allá por donde predicó la palabra de Dios, aunque ya retirado continuó ofreciendo sus servicios en el Aeropuerto del Sur, El Salto y Atogo.

Entre otros reconocimientos, Ventura recibió la insignia de Oro de Granadilla de Abona y el premio Impulso Sur a la Labor Social otorgado por DIARIO DE AVISOS.

UN HOMBRE BUENO

Emiliano Guillén, cronista oficial de Granadilla, en su libro ‘José Ventura González, la historia de un hombre bueno’ recoge la vida y la labor de este párroco granadillero, resaltando que fue un visionario de la época y el artífice de la conservación de la Cueva del Hermano Pedro, el primer santo canario, y de que hoy pueda existir como tal este espacio de peregrinación. “Ante todo fue un hombre bueno y las personas buenas son las que están más cerca de Dios”, señala el cronista.

José Ventura explica en el libro que las mejoras logradas en la Cueva del Hermano Pedro no han sido fáciles y se ha tenido que luchar con tesón para conseguirlas, “porque incluso en un momento el barranco que alberga la Cueva se quiso rellenar” para mayor seguridad aeronáutica, dado que la pista del aeropuerto Tenerife Sur prácticamente linda con la zona de peregrinaje. “Incluso, me ofrecieron trasladar el entorno santo a otro punto, asunto al que me negué en varias ocasiones”, explica el sacerdote palotino. Al respecto, afirma que tuvo que negociar con Aena para evitar la desaparición de este espacio y pudo convencer a sus responsables de que este paraje “cuenta con una magia espiritual que sirve de protección” a la propia actividad aeroportuaria.

El viaje de Juba: El nuevo libro de Emiliano Guillén Rodríguez, Cronista Oficial de Granadilla

El 30 de julio EL DÍA La Opinión de Tenerife, a través de su corresponsal José Domingo Méndez también recogió el fallecimiento de Don Pepe en un artículo que, con el titular ‘Muere en Granadilla José Ventura, el cura del Santo Hermano Pedro, a los 91 años’, comenzaba diciendo:

« El pasado miércoles fallecía el sacerdote José Ventura. No era un cura cualquiera y menos en Granadilla, su pueblo natal, y en todo el sur de la Isla. Porque Pepe, el cura, como se le conocía, dedicó buena parte de su vida a la restauración del espacio religioso de la cueva del Santo Hermano Pedro… »

Continuando con la misma breve biografía publicada por Diario de Avisos, EL DÍA cerraba su crónica refiriéndose al libro que sobre ‘Don Pepe el cura’ y con motivo del Día del Libro de 2014 publicó la Concejalía de Cultura, diciendo:

«El Convento Franciscano San Luis Obispo había acogido el 25 de abril su homenaje en vida. En este caso, la presentación del libro ‘José Ventura González, la historia de un hombre bueno’, que recoge la vida y la labor del párroco granadillero y está escrito por el cronista oficial, Emiliano Guillén. Ahí estuvo Don Pepe, como se le conoce popularmente. Descase en paz. »

También eldigitalsur , con el titular ‘Nos deja José Ventura, pastor y guardián de la Cueva del Hermano Pedro’, se hizo eco del fallecimiento del apreciado sacerdote granadillero en un artículo que se iniciaba con la publicación del siguiente texto que le dedicaba nuestro paisano y amigo, el empresario Sergio Farray Delgado:

« Hoy se nos ha ido a mejor vida un granadillero ilustre donde los haya. Seguro que la historia le tendrá guardado un espacio importante para que en el futuro nuestros nietos y bisnietos sepan de la encomiable labor que en su día realizó este vecino luchador y con un corazón tremendo, que llevó a cabo tantas obras importantes en nuestro municipio en favor de los desprotegidos y de la iglesia en general.

La transformación de la Cueva del Hermano Pedro y todo su entorno, hoy convertido en lugar obligado de visitar para todos los que creemos en Dios a nivel regional y del que él fue su principal valedor para que nuestro Hermano Pedro hoy sea referencia obligada.

La construcción del nuevo templo de San Isidro.

La construcción de la Casa Parroquial de San Isidro.

La nueva construcción de la Iglesia de El Salto

La construcción de la nueva iglesia de El Médano.

Consiguió la recuperación del órgano de la iglesia de El Médano.

Se restauró la antigua iglesia de El Médano.

La restauración de la iglesia de Los Abrigos y la construcción de la plaza.

Muchas más cosas que tenía en mente como la construcción de un espacio para convento de monjas junto a la cueva del Hermano Pedro, pero la vida no le ha dado para más.

La nueva construcción de una iglesia en Los Cardones, que ya está prevista.

Tal vez no hayamos tenido en los últimos 50 años en nuestro municipio una persona tan constante y batallador como ha sido D. PEPE para todos.

Que dios lo tenga en la gloria. D.E.P. D. José Ventura, y hasta siempre. »

Termina este medio digital del Sur de la Isla su artículo con la siguiente referencia que a la vida y labor de Don José Ventura le dedicó nuestro paisano y destacado comunicador José Manuel Pitti González en su perfil de Facebook:

« Hoy despertamos con la dolorosa noticia del fallecimiento de Don José Ventura, fiel guardián de la Cueva y la Obra del Santo Hermano Pedro, quien ejerció últimamente como pastor en varias parroquias del municipio de Granadilla de Abona.

Don José Ventura fue -en su fe, en su ejercicio, en su lucha y en su humanidad- una réplica del Santo Hermano Pedro. Yo le llamaba, siempre muy respetuosa y cariñosamente, el “Hermanito Ventura”.

Mis padres, y mi familia toda, disfrutamos de su amistad y de su obra hasta el último de sus días; él ofició las Bodas de Oro de mis padres.

Me viene ahora a la memoria el recuerdo compartido del viaje a Centroamérica y la fecha de la Santificación del Hermano Pedro -30 de Julio de 2002- en el hipódromo de Ciudad de Guatemala, del que adjunto dos fotos; ceremonia oficiada por el Papa Juan Pablo II, durante el que fue, sin duda, uno de los días más felices de su vida.

Don José Ventura, “el hombre que fue Caridad”, siguiendo fielmente el ejemplo de Pedro de San José de Betancur -nombre y apellidos del primer santo de Canarias y de Centroamérica, natural de Vilaflor (21 de Marzo de 1626)-, fue el más perseverante defensor de la Cueva.

El santo lugar estuvo amenazado de demolición cuando se hizo el proyecto del Aeropuerto Tenerife-Sur. En la plenitud del régimen franquista, Don José Ventura organizó un grupo de presión e hizo una sentada de protesta con múltiples vecinos chasneros, tinerfeños y canarios, y, adjuntando fotos del acto, hizo llegar su queja y su preocupación a Madrid.

En una de mis múltiples conversaciones con él, Don José me contó una curiosa anécdota. Operativa ya la primera fase del Aeropuerto, se celebraban las Fiestas Patronales de El Médano -en honor a la Virgen de las Mercedes de Roja- y, como es tradición, se celebró una exhibición pirotécnica. Algunos voladores alcanzaron la cabina de pilotaje de un avión de tal forma y manera que, conscientes del malestar de los vecinos, comandante y copiloto pensaron que estaban sufriendo un “atentado terrorista”.

Gracias a la perseverancia de Don José Ventura y un puñado de chasneros, tinerfeños y canarios, en fin, AENA retocó su proyecto original y dejó a salvo la Cueva.

Hoy, con la noticia de la muerte de Don José, se agolpan los recuerdos, con profunda y dolorosa nostalgia.

Nunca conocí a un hombre tan bueno: solidario, fiel, generoso y profundamente respetuoso con otros credos, comprometido con los principios y valores de la doctrina cristiana.

La figura de Don José Ventura trasciende el debate religioso. Él fue, independientemente del credo o justamente en su aplicación más pura, un fiel servidor de todos sus vecinos, especialmente de los más necesitados.

Digamos que -tanto como un gran pastor- Don José fue el mejor Trabajador Social.

Envío mis más sentidas condolencias, en nombre de mi gente, a toda su Familia, especialmente a mi buena amiga Ana Esther Flores Ventura, y a mi pueblo de Granadilla de Abona. »

Asimismo, también en Facebook, el alcalde José Domingo Regalado publicaba:

« Hoy es un día triste para Granadilla de Abona. Esta mañana fallecía don José Ventura. Su gran labor en pro de su tierra y su lucha incansable por enaltecer la figura del Hermano Pedro, son algunas de sus señas de identidad, pero contaba con muchas más, como la de la literatura y el pirograbado. Descanse en Paz, sus vecinos y sus feligreses nunca lo olvidaremos. »

En cuanto al mencionado libro ‘José Ventura González, la historia de un hombre bueno’, presentado el 25 de abril de 2014, con el titular ‘Presentado un libro sobre el sacerdote José Ventura’, la revista Nivariense Digital decía :

« El Convento Franciscano San Luis Obispo acogió el viernes 25 de abril la presentación del libro ‘José Ventura González, la historia de un hombre bueno’, que recoge la vida y la labor de este párroco granadillero, y que ha sido escrito por el cronista oficial, Emiliano Guillén, y editado por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Granadilla de Abona. El acto- informa el consistorio- contó con la presencia del alcalde, Jaime González Cejas; el concejal de Cultura, Óscar Delgado; el escritor y el protagonista, Don Pepe, como se le conoce popularmente.

Fue un acto entrañable que no se quisieron perder las cientos de personas que acudieron a este emblemático inmueble del casco. Jaime González Cejas destacó que se trata de un homenaje a la figura de un buen hombre que ha desarrollado una gran labor a lo largo de varias generaciones; una persona cercana, afable y llena de caridad. Por su parte, Emiliano Guillén hizo una breve reseña de la publicación, resaltando que fue un visionario de la época y el artífice de la conservación de la Cueva del Hermano Pedro, el primer santo canario, y de que hoy pueda existir como tal este espacio de peregrinación. “Ante todo fue un hombre bueno y las personas buenas son las que están más cerca de Dios” dijo el cronista en alusión al título del libro.

Por su parte, don Pepe quiso agradecer la presencia de todos los que se dieron cita en el acto y también dio las gracias a todas las personas y familias que lo han ayudado en su labor al servicio de Dios durante más de medio siglo, tras apuntar que “la gratitud es vital en una sociedad actual que carece cada vez más de los gestos gratuitos.

Vida de don Pepe.

Natural de Granadilla de Abona, Ventura González nació en la zona de El Cantillo hace 82 años. Cursó Bachillerato en la primera academia que hubo en Granadilla y en 1950 se trasladó con 19 años a Roma, donde ingresa en la Congregación Palotina; se licenció en Filosofía y Teología en Roma y ejerció de profesor y formador en León y en el País Vasco. En 1957 fue ordenado sacerdote y con 42 años, tras conocer la noticia de que su padre había enfermado, regresa a su tierra; desde entonces no ha parado.

Don José Ventura asegura que desde que nació fue monaguillo y es uno de los párrocos de la Isla que más iglesias tiene en su haber (San Isidro, El Médano, Los Abrigos, El Salto); a él también se debe la restauración y la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) de la ermita de San Isidro. Él también es el artífice de la restauración de este espacio religioso de la cueva del Hermano Pedro, convertido hoy en uno de los mayores lugares de peregrinación de Canarias. A sus 82 años, aún continúa con su labor, y a pesar de estar retirado ofrece liturgias en el Aeropuerto Sur, El Salto, Atogo y donde se lo piden. Don Pepe ha recibido la insignia de Oro de Granadilla de Abona y ha sido pregonero de las fiestas patronales, y recientemente le han otorgado el premio Impulso Sur a la Labor Social del periódico Diario de Avisos. »

Finalmente, reproducimos lo que Emiliano Guillén Rodríguez, cronista oficial de Granadilla de Abona y autor del libro, dice en la Introducción del mismo sobre José Ventura González:

« Se trata de una sencilla biografía dedicada a un hombre grande, grande de espíritu, de corazón y de bondad.

El biografiado pudiera resumirse, sin temor al equívoco, que se trató de un hombre bueno que dedicó su vida absoluta y plenamente al servicio de Dios y de los hombres, sin otra meta más ambiciosa que la siembra de la humildad.

Nacido en el seno de una familia tradicional y modesta en El Cantillo, Granadilla de Abona, vivió la etapa infantil y juvenil en su Villa natal. Con los escasos posibles que se podía permitir su familia, y con libros prestados, logró culminar el Bachillerato de entonces. Aprovechó de manera singular las oportunidades académicas que, de manera un tanto esporádica, se impartían de este nivel en improvisadas academias de la localidad.

Se traslada a Roma para cursar estudios de Sacerdocio, meta ésta que logra, y pronto será destinado al País Vasco español a ejercer su magisterio sacerdotal, previo paso por Vegallina de Órbigo (León). De allí recuerda a sus feligreses, el ser testigo de la creación de E.T.A., un grupo inicialmente de carácter reivindicativo que implicaba a los párrocos, intentando arrastrar a los sacerdotes y llevando como bandera la identidad vasca para luego tornar a la persecución de sus metas a través del terror.

Contaba que en una ocasión asistió a una reunión con un grupo de dirigentes de E.T.A. Llegó rezagado y el conferenciante calló al ver entrar un cura desconocido. Uno de los compañeros sacerdotes allí presente le dijo que era persona de confiar porque era canario. El orador continuó entonces con su defensa apológica y, finalmente, invitó a los asistentes a la firma de un documento que contenía el resumen de la charla. La mayoría de los sacerdotes se disculparon de firmar alegando unas u otras razones.

La organización E.T.A., al principio, se manifestó como una oposición al franquismo. A todo el pueblo llano le dolía la calificación que le habían puesto de “provincia traidora”. La organización se aprovechaba de este sentimiento para atraer al pueblo.

Dado que los sacerdotes estaban muy vinculados al estado llano, por eso se dirigían a ellos los dirigentes de E.T.A. Sabían que los sacerdotes contaban con una amplia audiencia. Por eso eran los primeros convocados a sus reuniones. El gobierno puso espías en todas las celebraciones de misa para tomar nota de las homilías, causando con ello más rechazo en la población.

Cuando E.T.A. giró en dirección a la lucha armada, nuestro protagonista dejó de tener contacto con la banda. Esta maniobra violenta le restó muchos apoyos. Todo esto ocurrió en el Valle de Carranza, pero puede considerarse efectivo a otros lugares, incluidas las capitales. Él había recalado hasta allí porque había sido nombrado profesor de Filosofía del colegio-seminario de los Palotinos. Allí Don Pepe recogió numerosas muestras de sincero afecto por parte de muchas familias, apoyando su labor pastoral y alabando su exquisita personalidad.

Le traen también buenos recuerdos los ejercicios espirituales vividos el Loyola.

Retornando a Tenerife, comienza su labor en el término municipal de Granadilla. Pronto se toma por meta y objetivo, amén del evangelizador, la dotación de iglesias y ermitas en toda la zona baja del municipio. De nueva creación y ambiciosas unas, como la de El Médano, San Isidro o Los Cardones, ésta última en fase de realización; y más modestas otras, siempre pensadas en función de las necesidades locales.

Su tránsito por este mundo le ha permitido dejar una aureola de humana maestría y perseverancia en todos cuantos le conocieron, oyeron, leyeron o, sencillamente, de él supieron.

Siempre comentaba que el recuerdo de una hermana suya que murió muy niña le impulsó para seguir adelante en su formación espiritual y en su obra terrenal. Ha sentido su compañía junto a él como apoyo a la hora de tomar las más complejas decisiones, e incluso en circunstancias que pudieron llegar a ser trágicas. »

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