‘Dimes y diretes’ de la Planta de Gas del Puerto de Granadilla (IV)

8 Oct, 2018 | Medio Ambiente, Política, Reportaje, Sociedad | 0 Comentarios

El 21 de marzo 2015 la agencia de noticias Europa Press, mediante un comunicado en el que da por hecho que la ‘planta de gas’ o ‘regasificadora’ a ubicar en el Puerto de Granadilla se construiría dentro del segundo semestre de ese año, con el titular La regasificadora de Tenerife será capaz de descargar más de 500 buques en un año’, anuncia:

« La regasificadora que Enagás comenzará a construir en Tenerife en el segundo semestre de este año será capaz de descargar más de 500 buques llenos de gas natural licuado (GNL) a lo largo de un año.

Y es que la gasista invertirá un total de 300 millones de euros en conseguir que la planta tinerfeña alcance una capacidad de descarga de entre 8.000 y 10.000 metros cúbicos a la hora.

Un barco metanero de tamaño medio tiene capacidad para almacenar 140.000 metros cúbicos de GNL, con lo que cada proceso de descarga completa se alargaría hasta unas 15 horas.

Inicialmente, con un tanque y capacidad para almacenar 150.000 metros cúbicos, la regasificadora de Tenerife será «un referente mundial en innovación y tecnología» contando con «las instalaciones más avanzadas del sector», ha explicado la compañía a través de un comunicado.

Además, Tenerife participará en el proyecto estatal liderado por Enagás para el suministro de GNL como combustible de buques, que se pondrá en marcha en 2018 y que la empresa espera que sea el futuro de los combustibles para barcos. »

Una potencial empresa consumidora de gran cantidad de gas natural licuado como Fred. Olsen, convencida de la introducción de este combustible en Tenerife, se ha venido preparando para que su flota maniobre en el futuro suministrándose del mismo, información que La Opinión de Tenerife recoge el 3 mayo de 2015 en el siguiente artículo con el titularFred. Olsen reconvertirá su flota para que los barcos funcionen con gas licuado’:

« Fred. Olsen reconvertirá su flota para que los barcos funcionen con gas natural licuado (GNL). Y lo hará lo antes posible. Así lo confirmó el director de Operaciones de la naviera que opera en las Islas, Juan Ignacio Liaño, quien resaltó que con esta iniciativa se pretende no solo ahorrar costes sino también que sus cinco buques de alta velocidad sean «más limpios y respetuosos con el medio ambiente». Aunque comentó que la intención es llevar a cabo esta modificación a medio plazo, subrayó que actualmente la empresa está inmersa en un proyecto piloto para el que ya ha solicitado fondos a Europa. «Queda mucho por trabajar en cuanto a la viabilidad técnica, económica, tiempos, disponibilidad de ese combustible en Canarias», así que «es prematuro fijar fechas e inversiones», precisó el representante.

Por lo pronto y como primera experiencia, Puertos del Estado y Enagás, gestor del sistema gasista, ya han elaborado una propuesta conjunta para dotar a España de una red global de suministro de GNL, en la que se combinen regiones, modos de transporte y modalidades de suministro. Precisamente, en ese proyecto viene incluido el cambio de un barco de la compañía interinsular, lo que supondrá un coste de 15 millones de euros.

Para sufragar la inversión que implica, esta iniciativa ha sido presentada en Bruselas ya que esta acción podría estar financiada hasta en un 50% por fondos europeos. Juan Ignacio Liaño matizó sin embargo que únicamente se podrán beneficiar algunas de las actuaciones elegidas por el órgano dependiente del Gobierno central y añadió que aún es pronto para saber cuáles son, pero puntualizó que habrá respuesta antes de final de año.

Respecto a la viabilidad de aplicar el proyecto en Canarias, el director de Operaciones recordó que Puertos de Tenerife está apostando «fuertemente por poder ofertar Gas Natural Licuado para uso marino tan pronto esté disponible y potenciar las escalas de buques demandando este combustible». Por este motivo, señaló que la naviera de origen noruego pero radicada en las Islas lleva tiempo estudiando conjuntamente con este organismo, con la Dirección General de Marina Mercante y con la Sociedad Clasificadora del barco «la mejor logística y los procedimientos más seguros que puedan garantizar que podemos continuar dando el mismo servicio, o mejor, a nuestros clientes».

Especificó además que la disponibilidad de GNL depende de varios parámetros incluidos precisamente en esos proyectos, aunque señaló que la intención es ejecutar las pruebas en los dos buques que unen Tenerife y Gran Canaria, llevando a cabo el repostaje como se hace actualmente, en las paradas que los buques realizan en la capital chicharrera. Aunque Fred. Olsen quiere implementar estos cambios «lo antes posible», no depende únicamente de ella misma, ya que en este proyecto «hay muchas partes involucradas y dependiendo de la evolución de cada uno afectará en mayor o menor medida la consecución del mismo».

Pero para tener el gas suficiente como para poder prestar el servicio con él, Juan Ignacio Liaño insistió que hay distintas partes implicadas, aunque recordó que ya se prevé la planta regasificadora en Granadilla, que podría ser utilizada por todos los servicios, «como hoteles y barcos». En el caso de Fred. Olsen, «nosotros seríamos un gran consumidor de gas porque seríamos un gran cliente, pero tenemos que empezar a movernos todos» y, en este caso, la naviera está «bastante adelantada». «En cuanto un cliente como nosotros genere la necesidad», la introducción de este tipo de combustible será más fácil, ya que «en base al consumo se construirá» ese tipo de instalaciones como la regasificadora, apuntó el director de Operaciones.

Esta infraestructura, sin embargo, se encuentra en la actualidad en un limbo ya que la Justicia ha paralizado su construcción, pero Juan Ignacio se mostró tranquilo al respecto porque «tenemos garantías de que se va a introducir» y que a Enagás «le venga esa necesidad le ayuda mucho» porque no se desarrolla una instalación «sin saber que van a consumir».

En caso de que los tribunales pongan punto y final a ese proyecto, señaló que existen otras vías de suministro y de hecho citó como ejemplo una planta portátil de GNL que existe en Madeira. «El gas se trae por barco y se va rellenando. Es una alternativa», puntualizó Juan Ignacio Liaño. »

El Cabildo de Gran Canaria ha mostrando con rotundidad su negativa a que se instale en la Isla la regasificadora proyectada para el Polígono de Arinaga por el Gobierno de Canarias junto a la de Tenerife en el Puerto de Granadilla, produciéndose en este sentido declaraciones de los presidentes de ambas instituciones, Antonio Morales y Fernando Clavijo respectivamente, en defensa de sus posturas enfrentadas, a las que se sumó el entonces ministro de Industria, Energía y Turismo, el grancanario José Manuel Soria, en su visita institucional a Canarias con motivo de la celebración de una cumbre Canarias-Estado, que el 27 de julio de 2015 recoge Canarias Ahora en un artículo que con el titular Clavijo considera que el debate del gas debe centrarse en Gran Canaria y Soria señala que «es el futuro»‘, dice:

« El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha señalado este lunes que el debate sobre el gas se tiene que producir en la sociedad de Gran Canaria a pesar de las declaraciones del presidente del Cabildo insular, Antonio Morales, sobre la negativa a que en la isla se instale una regasificadora.

El presidente canario apuntó que las declaraciones de Morales «pueden ser una postura personal, no necesariamente institucional», de ahí que reiteró la necesidad de que el debate debe producirse. «La apuesta es tener un sistema seguro, eficiente y que nos dote de mayor competitividad; que amplíe el abanico, entre otras cosas, al sector industrial», apostilló.

De esta forma se refería Clavijo, en rueda de prensa, a uno de los temas tratados en la cumbre Canarias-Estado entre el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y varios secretarios de Estado con el presidente canario y consejeros del Gobierno regional.

Respecto a este tema, Soria subrayó que el gas «va a ser el futuro» en cuanto a la energía complementaria a las renovables, ya que dijo que en islas como El Hierro «puede ser 100% renovables» pero en otros territorios con 400.000 o un millón de habitantes «no es posible».

En este sentido, citó los dos proyectos de plantas regasificadoras previstas en Canarias, tales como son la de Granadilla (Tenerife) y la de Arinaga (Gran Canaria) con el objetivo de que ambas islas sean «más competitivas», y con un coste cada uno de 300 millones de euros que se pagarán a través del sistema en el plazo de unos 30-40 años.

Sin embargo, matizó que mientras que en el caso de Tenerife «está muy claro», salvando un problema con la declaración de impacto medioambiental, que se prevé que esté para octubre de 2015 el nuevo estudio, y la planta esté en funcionamiento en 2018; en Gran Canaria, dijo, se tendrá que tomar la decisión pero «sabiendo que el futuro es el gas» porque si no el complemento, apuntó, es el petróleo.

«Se tendrá que plantear en Gran Canaria si realmente se quiere renunciar o no a ese proyecto, si se quiere estar en dependencia de Tenerife donde sí va a haber una planta, o si se quiere restituir esa tecnología de respaldo basada en el gas por la tecnología del petróleo. No debería ser menos, a estos efectos, la isla de Gran Canaria a la isla de Tenerife», apuntilló.

Soria señaló que este proyecto «no hay que darlo por paralizado» porque se trata de una cuestión que «situaría a los grancanarios en una posición de desventaja» respecto a Tenerife e insistió en que la alternativa, «si no hay una energía de respaldo a las renovables basada en el gas, tiene que ser en el fuel».

Además, agregó, que «no todos los días se pone sobre la mesa 300 millones de euros» que introduciría «competitividad» en Gran Canaria y ayudaría a «reducir el coste de generación del sistema eléctrico», de ahí que incidió en que «no hay que darlo por paralizado». De todos modos, puntualizó que la posición del Gobierno central al respecto «es muy clara», de tal forma que si no se hace la regasificadora será porque lo habrá «paralizado el Cabildo». »

El día siguiente, Canarias Ahora publica otro artículo sobre este asunto comparándolo con el debate sobre las prospecciones petrolíferas que entonces enfrentó al Gobierno de Canarias con el ministro José Manuel Soria que, con el titular El gas sustituye al debate del petróleo en Canarias’, decía:

« El proyecto de construcción de dos plantas regasificadoras en Canarias vuelve a dividir a partidos políticos, instituciones y a la sociedad isleña. El presidente del Gobierno de Canarias , Fernando Clavijo, y el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, acercaron posturas sobre este tema durante la cumbre mantenida este lunes en Gran Canaria. Lejos han quedado las escenas de reproche mantenidas durante ambos gobiernos en la pasada legislatura con el debate sobre las prospecciones petrolíferas sobre la mesa y así lo han denunciado ya diversos colectivos y formaciones políticas. Entre ellos, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, que se opone de forma contundente a la implantación del gas en la isla.

Las voces contrarias a la instauración de estas plantas ya se hacen notar y defienden que el futuro de Canarias debe basarse en la apuesta firme por las energías renovables. De hecho, el catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Roque Calero, asegura que la alternativa de las Islas es «maximizar» este tipo de energías.

Según un estudio elaborado por Calero para el Cabildo de Gran Canaria sobre optimización del sistema energético de la isla, se deduce que el ahorro que se genera al sustituir fuel por gas natural «es mínimo», pero añade que si se cambia el modelo por energías renovables la diferencia se sitúa en 700 millones de euros menos al año.

Con esta investigación -que incluía la posibilidad de producir electricidad, desalar toda el agua potable de Gran Canaria y conseguir una movilidad de 200.000 vehículos eléctricos- el catedrático pone de manifiesto que es posible que la isla se sostenga con un 60% de energías limpias. Calero explica que el porcentaje restante se puede obtener de varias maneras, una de ellas es el gas licuado, pero insiste en que descarta esta posibilidad porque supone «una inversión muy alta y un riesgo para la seguridad» que no cree que compense. Además, rechaza que Clavijo haya dicho que se trata de una «transición» ya que para amortizar la inversión, se tendría que consumir durante 30 años ese gas licuado.

«En Canarias no hay ningún sitio donde se pueda instaurar una regasificadora», asegura Calero. Y es que , para construir una planta de gas, esta se debe situar a menos de 2.000 metros de las viviendas y «en las Islas no hay ningún sitio con estas características», puntualiza. Además, explica que la normativa exige que, en caso de una complicación, el barco debe alejarse de la costa por las corrientes marinas.

Para el catedrático, por tanto, la transición hasta conseguir una producción renovable es quemar todo el fuel «pero de manera que cada vez se reduzca más y se llegue hasta un nivel mínimo», aclara. El ingeniero también enumera otras opciones como el biogás, y pone el ejemplo del experimento que se está realizando en el Sureste a través de tuneras. Calero sostiene que «Canarias puede apostar por un modelo energético de futuro que pueda ser referencia mundial».

La plataforma Por un nuevo modelo energético también ha manifestado su posición contraria al proyecto del gas. Antonio Pérez es miembro de este colectivo y señala que la isla que apueste por combustibles fósiles «no caminará hacia el futuro» sino que «se encontrará problemas a medio plazo» que deberán solucionar.

Pérez destaca que el gas sigue siendo un combustible fósil y, por lo tanto, contiene unos índices de contaminación que siguen siendo altos. El miembro de este colectivo también recuerda que existen problemas de seguridad a la hora de instalar una planta de estas características y aún más teniendo en cuenta que Arinaga tiene un polígono industrial propio y una zona urbana importante donde “habría cierto nivel de peligro”, asegura.

Según Pérez, la primera consecuencia de apostar por el gas sería el retraso en la inversión de las renovables. Los combustibles fósiles tienen fecha de caducidad, pues son cada vez más escasos y su extracción sería cada vez más cara. «Apostar por el gas no sólo no es necesario sino que es contradictorio”, puntualiza. Y es que, según explica, todo lo que se invierta en las regasificadoras se va dejar de destinar a renovables.

Para la plataforma, la implantación del gas «supondría un retraso en desarrollo, investigación en este campo y en la posibilidad de ofrecer un turismo sostenible”, asegura.

El miembro de la plataforma sostiene que tiene que haber otro tipo de interés detrás de esta iniciativa. De hecho, las regasificadoras «parecen más un intento de Soria y Clavijo de forzar la situación con el Cabildo de Gran Canaria que otro tipo de cuestión», aclara.

En este sentido, la Coordinadora Canaria Contra las Regasificadoras también denunció la semana pasada que de instaurarse esta planta en Arinaga supondría una «bomba»para la zona, puesto que las casas se encuentran a apenas 400 metros de esta futura construcción. Este colectivo incluso ya se ha manifestado al respecto para anunciar su rechazo.

El portavoz de la coordinadora, Arístides Rodríguez, también señaló que estos proyectos supondrían «un atentado ambiental, social y paisajístico» en concreto para las salinas de Arinaga, declaradas como Bien de Interés Cultural (BIC).

Un proyecto que avanza en Tenerife y se frena en Gran Canaria

Soria adelantó este lunes que el Estado aportará 300 millones de euros para la regasificadora de Granadilla (Tenerife) y la misma cantidad para la que está prevista en Arinaga (Gran Canaria). Sin embargo, mientras el proyecto de Tenerife está en marcha -de manera que será una realidad a finales de 2018-, en Gran Canaria debe tomarse una decisión al respecto. En este punto coincidió Clavijo, quien considera que es necesario abrir un debate en la sociedad grancanaria.

Además, el ministro de Industria ya ha apuntado a Morales como el responsable de que Gran Canaria no se sume a este proyecto y señaló que «se tendrá que plantear en esta isla si se quiere estar en dependencia de Tenerife, donde sí va a haber una planta».

El presidente el Cabildo, por su parte, adelantó que «no va a tolerar un chantaje insularista» e insiste en que estará vigilante para que no se mueva ni un sólo papel por la regasificadora en Gran Canaria, pues «no va a permitir que cuatro mangantes de la política y de las eéctricas decidan el futuro de esta tierra».

La Industria canaria, a favor del gas

Hay colectivos que también aprecian ventajas en la implantación de las regasificadoras en el Archipiélago. Para el presidente de la Asociación Industrial de Canarias (ASINCA), Eugenio Castillo, el gas permitiría reducir los costes energéticos y considera que desde el punto de vista industrial esto les permitiría ser más competitivos.

Castillo considera que esto no es excluyente de las energías renovables, por las que también apuesta. Sin embargo, defiende que «la isla no puede abastecerse sólo de estas energías» y por ello cree que es necesario contar con otras como el gas, que es menos contaminante que el combustible.

Para el presidente de ASINCA, la implantación de las regasificadoras también generaría puestos de trabajo cualificados para una producción más eficiente. No obstante, sostiene que hay situaciones en las que se debe producir un diálogo de por medio porque pueden darse conflictos.

Castillo también defiende la necesidad de potenciar el autoconsumo y de innovar en otro tipo de energías que contribuyan a abaratar los costes del sector de la Industria. »

 

(Continuará…)

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