Agentes de la Guardia Civil de Granadilla de Abona detuvieron la pasada semana a un hombre de 47 años y vecino de ‘Los Blanquitos’ tras serle intervenidas 1.559 plantas de marihuana, por lo cual se le imputó un delito de cultivo de droga.
Unos días antes se produjo una intervención similar en Alcalá (Guía de Isora) donde los guardias civiles actuaron guiados por el intenso olor que salía del lugar, y en esta ocasión fue otro ‘clásico’ el método utilizado para detectar la plantación.
Los hechos se iniciaron cuando una patrulla de servicio observó desde la lejanía cómo en un invernadero las siluetas de las plantas tenían una forma similar a la marihuana, ante cuyas sospechas se inició una investigación con el fin de comprobar si efectivamente se estaba produciendo un cultivo ilegal, además de averiguar la identidad de sus propietarios.
Tras dos días de investigación se comprobó la existencia de dos invernaderos, uno al lado del otro, con cada vez mayores indicios de que pudieran contener una gran cantidad de plantas de marihuana que se estaban cultivando para ser vendidas a los establecimientos dedicados a la venta de este tipo de productos en la zona, hasta que en la mañana del pasado lunes día 20 se conoció la identidad del ocupante de la vivienda de la finca donde se encontraba ubicada la supuesta plantación, la cual estaba alquilada a un ciudadano de 47 años de origen irlandés.
Como suele ser habitual en estas ocasiones, ya desde las cercanías a la finca se percibía un fuerte olor a planta de marihuana viva, observando los agentes en los alrededores de uno de los invernaderos al supuesto autor de los hechos, ahora detenido y que se mostró en todo momento colaborativo permitiéndoles la entrada y registro de los invernaderos, además de reconocerle a los agentes lo acertado de su investigación. Una vez en el interior, se comprobó que se cultivaban 1.559 plantas en distintas fases de crecimiento y elaboración.
En cuanto a la comercialización de las plantas, todo apuntaba a que se estaba cultivando para venderlas en los ‘grow shops’ de la zona, que son establecimientos dedicados al asesoramiento y venta de productos para el cultivo de cannabis. En estos locales se comercializan accesorios de iluminación, fertilizantes, medidores de ph, equipos de ventilación, armarios completamente equipados para cultivo interior, etc.
Los establecimientos ‘grow shops’ son legales en España, al punto que hay varios en Canarias con una antigüedad que sobrepasa los diez años y cuyo negocio, además del abastecimiento local, incluye exportaciones a países como Alemania y Argentina, entre otros.
La droga y el detenido fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de Granadilla de Abona.