(…Continuación)
Con este reportaje sobre el que decidimos publicar el primer capítulo el pasado 23 de agosto tras haberse producido en dos ocasiones (14 y 22 de junio) el cierre de las playas Chica, Central y Leocadio Machado de El Médano por superar el índice de contaminación permitido de la bacteria E.Coli, pretendimos informar sobre el asunto realizando un recorrido en el tiempo a partir del momento en el que se cerró la primera playa en Canarias (la de El Confital en Gran Canaria, el 28 de abril) al haber sobrepasado sus aguas el límite de contaminación permitido, un problema que a finales mayo ya llegó a zonas de Tenerife como Las Teresitas y el Puertito de Güímar y que en junio afectaba a Candelaria y, tal como señalamos, en dos ocasiones a la costa de nuestro municipio (que volvió a repetirse por tercer vez a principios de septiembre en la Playa Leocadio Machado), de manera que al final nuestr@s lectores/as pudieran tener una visión lo más objetiva posible sobre el desarrollo de este fenómeno y sacar sus propias conclusiones.
Por la importancia y el interés mediático que en su momento tuvo este polémico asunto y porque afectó nada menos que en tres ocasiones a playas de El Médano, queremos retomarlo en el instante que lo dejamos tras la publicación del segundo capítulo el pasado 5 de octubre, que terminaba con la referencia a un artículo publicado el 20 de julio por ABC Canarias que este medio titulaba ‘Las repugnantes algas que invaden las playas canarias’.
Así, continuando con ese compromiso de seguir informando, decir que el día siguiente al segundo cierre de la zona comprendida entre Playa Chica y Los Balos, laopinion.es se refería a ello junto a la coincidencia en el tiempo con otro cierre de varias zonas de la costa del municipio de Candelaria en un artículo que, con el título ‘El Médano y tres playas de Candelaria, cerradas al baño por contaminación’, decía:
« La bandera roja ondea en un buen puñado de playas tinerfeñas estos días. La contaminación ha obligado a cerrar la playa de El Médano -apenas una semana después de la primera prohibición- y tres zonas de baño de Candelaria. El Ayuntamiento de Granadilla de Abona decidió ayer volver a vallar la costa desde playa Chica hasta la playa de Los Balos al detectarse de nuevo un pequeño índice de bacteria E.Coli, mientras que el Consistorio candelariero mantiene la prohibición de baño en Caletillas, La Hornilla y Los Guanches ante la aparición de una mancha de la que aún se desconoce su origen.
El Ayuntamiento granadillero, que se ha visto obligado a izar la bandera roja en dos ocasiones en apenas siete días, ha abierto una investigación a través de la empresa concesionaria del mantenimiento de la red de saneamiento, Entemanser, para determinar las verdaderas causas del índice de contaminación y esclarecer si se trata de un vertido o si, por el contrario, existe alguna rotura interna en la red.
En este sentido, el concejal de Servicios Generales y Playas, Marcos González, avanza que el estudio analizará si el origen de la bacteria en las aguas del municipio coincide con el de otras partes del litoral de la Isla, como Santa Cruz, Güímar o Candelaria.
La zona en la que se ha prohibido el baño de manera puntual es la misma que la de hace una semana, es decir, desde playa Chica hasta la playa de Los Balos. El Ayuntamiento ha decidido adoptar esta medida por precaución y para garantizar las adecuadas cotas de seguridad.
Por su parte, en Candelaria, la medida permanecerá activa hasta conocer el resultado de los análisis del agua realizados ayer por parte de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias.
Aunque las manchas que aparecieron en el litoral candelariero este martes ya han desaparecido, el Ayuntamiento ha decidido mantener el cierre hasta garantizar la salubridad del agua de baño y evitar así posibles riesgos en la salud de las personas.
El Consistorio sureño sostiene que los emisarios municipales están funcionando correctamente, por lo que se ha descartado que haya sido esa la causa. En este sentido, desde el Ayuntamiento se pedirá a los organismos correspondientes que realicen las averiguaciones necesarias para conocer el origen del vertido. »
A finales de julio el problema llega a las playas del norte de la Isla. Así, un artículo publicado el día 27 por laopinion.es con el título ‘Sanidad prohíbe el baño en las playas de Martiánez y El Castillo por contaminación‘, decía:
« Otras playas tinerfeñas en las que este verano se prohíbe al baño. El Servicio Canario de Salud, a través del Área de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha decretado el cierre de las playas de Martiánez y El Castillo, dentro del complejo de playa Jardín, en Puerto de la Cruz, por posible contaminación. La medida se ha tomado después de que el Ayuntamiento norteño recibiera un informe del organismo con un valor por encima del legalmente establecido en el análisis microbiológico.
El concejal de Playas portuense, Javier González, asegura que se ha actuado «con la mayor celeridad posible, para evitar cualquier malestar a nuestros bañistas». Asimismo, el edil pide disculpas por las molestias que este hecho pueda ocasionar, pero «entendemos que la seguridad de los usuarios tiene que prevalecer por encima de todo».
González añade que, en las zonas afectadas se han colocado «señalizaciones alertando de la prohibición y el servicio de socorristas estará informando a los usuarios de las playas de este hecho. No obstante, el responsable de Playas aclara que en el municipio sólo se ha prohibido el baño en las zonas antes mencionadas, «estando las demás playas en perfectas condiciones para su uso».
El Ayuntamiento portuense confía en que las nuevas muestras de agua tomadas durante el día de ayer, obtengan unos valores positivos en los niveles detectados y el Servicio Canario de Salud levante la prohibición de baño decretada lo antes posibles. Además, el Consistorio ya está investigando las causas que han podido originar la alteración de los parámetros del agua en estas zonas.
Se trata del cuarto municipio tinerfeño donde han sido cerradas algunas de sus playas este inicio de verano. La contaminación de las aguas y la presencia de vertidos han obligado ya a prohibir el baño en el Médano (Granadilla de Abona), en dos ocasiones, en varias zonas de la costa de Candelaria y en un tramo de la santacrucera playa de Las Teresitas. »
El 30 de julio, también laopinion.es publica un interesante artículo titulado ‘Así son las microalgas que invaden este verano la costa de Tenerife’, en el que da una visión del problema según el punto de vista de una profesional investigadora de la Universidad de La Laguna, que decía:
« El tema más comentado de este verano en Tenerife son las microalgas, cuya llegada a las costas está provocando avisos de precaución en el baño en diferentes playas de la Isla. Este domingo, por ejemplo, se han visto entre Tabaiba y Radazul, por lo que el Ayuntamiento de El Rosario ha colocado las banderas de alerta en las zonas de baño por precaución.
Pero ¿qué hay en esas corrientes marrones que muchos tinerfeños confunden con aguas fecales por su color marrón rojizo? ¿De dónde vienen? ¿Por qué han proliferado este verano? Las respuestas las aporta Nereida Rancel, desde el pasado mes de mayo investigadora postdoctoral del grupo de Botmar de la Universidad de La Laguna, a las órdenes de la investigadora principal Marta Sansón (departamento de Biología Vegetal, Ecología y Fisiología Vegetal). Está contratada con cargo a un proyecto de investigación. En 2004 se licenció en Biología especialidad Marina. Fue en 2005 cuando comenzó a investigar con macroalgas en este mismo grupo, donde obtuvo la suficiencia investigadora en botánica marina en 2008.
Según Nereida, en un artículo publicado en el blog Fitopasión, estas manchas marrones están formadas por la alga Trichodesmium erythraeum. «Cuando se observa con detalle la superficie del agua donde están presentes se pueden distinguir pequeños agregados en forma de diminutas agujas, característicos de las colonias que forman. Cada filamento contiene una media de unas 100 células», asegura.
Tal y como explica esta investigadora de la ULL, «en el microscopio, esta microalga forma unas colonias filamentosas, con tricomas rectos en grupos cubiertos por un fino mucílago, presentan un color marrón rojizo, en este caso medía unos 6-8 micras de ancho, en los extremos atenuados células terminales alargadas e hialinas, o en los no atenuados, sólo con una célula terminal redondeada o estrechada, sin vainas firmes».
«Presentan aerocistes (vesícula cargada de aire que ayuda en la flotación) en el interior de las células, lo que le confiere capacidad para flotar y migrar con la columna de agua», añade Nereida en el referido artículo.
El grupo de Botmar recibió la primera alerta sobre la llegada de estas colonias de microalgas el pasado mes de junio. Primero llegó por mensajes de amigos pero luego vino una circular del Gobierno de Canarias que decía que se cerraban algunas playas con motivo de una macroalga tóxica. Al día siguiente, la viceconsejera de Medio Ambiente dio la noticia en los medios: se trataba de un bloom (florecimientos masivos) de Trichodesmium erythraeum.
En ese momento, y todavía ahora, hay tinerfeños que no se creen que sea un alga y asocian este fenómeno a los vertidos de aguas negras y los emisarios. La investigadora lo niega pero aclara que «esto no quiere decir que no haya un problema con los emisarios, los sedimentos en el mar o incluso el polen». Sin embargo, estas manchas en concreto no son provocadas directamente por los vertidos residuales.
Los investigadores, aún teniendo claro de qué se trataba, quisieron comprobarlo in situ. Así es que el pasado sábado 15 de julio, Nereida Rancel fue a trabajar en la costa de Teno a Los Gigantes (municipio de Santiago del Teide) en zodiac junto con la doctora Marta Sansón y el doctor Javier Reyes. «La mancha abarcaba toda la costa, zonas más densas que otras. La morfología de la mancha recordaba a la de Trichodesmium, flotando y con aspecto pajizo. Así que sin dudarlo cogí una muestra y Javier Reyes sacó fotos y videos», explica Rancel en el blog Fitopasión.
«Aunque sospechábamos de qué se trataba, la curiosidad nos pudo. Así es que fuimos al departamento a mirar las muestras que habíamos recogido al microscopio. Y, efectivamente, eran Trichodesmiun erythraeum», subraya.
Según observaron los expertos, las manchas que flotan en la superficie tienen color marrón pajizo y cuando la tocas se disipan, abriéndose. Ahí es cuando puede observarse su similitud con las hebras de heno, pero en miniatura.
Estas cianobacterias forman capas flotantes en la superficie del mar. Existen estudios de la NASA realizados en las costas de Florida (Estados Unidos) por un problema parecido que concluyen que el afloramiento se ve favorecido por un incremento de hierro en el agua a causa del polvo del Sahara, un fenómeno que afecta especialmente a Canarias.
«Lo que pasa en la zona de Canarias es que, en épocas de calima, donde el Alisio no sopla y las temperaturas son altas, se dan las condiciones perfectas para que se dé el afloramiento de Trichodesmium, pues la calima viene cargada de polvo del Sahara rico en hierro. Como no hay viento, se deposita en grandes cantidades en las costas canarias, que unido a la temperatura del agua en esta época del año forman un caldo de cultivo ideal para el afloramiento de esta cianobacteria. Después del afloramiento, las cianobacterias mueren y las aguas lucen entre rojas y marrones durante un tiempo, liberando la ficoeritrina (pigmento rojo) al mar, tiñéndolo de rojo y quedándose los filamentos de color verde a la vista», expone Nereida Rancel.
No solo los expertos dejan claro que una cosa son las microalgas y otra distinta la contaminación por vertidos de aguas negras o de otro tipo. También lo ha hecho la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que aclara, además, que no se están cerrando las playas cuando se detectan estas manchas, sino que se colocan señales de advertencia para que los bañistas no entren en contacto con ellas por precaución.
La Dirección General de Salud Pública recordó que «la mayoría de las microalgas son inocuas, aunque algunas pueden producir toxinas con distintos efectos para la salud, ya sea por contacto, por la ingesta del agua que las contiene o por la inhalación de los aerosoles provocados por el oleaje». El contacto con las microalgas que han florecido en Canarias genera en algunos casos irritación, según confirmó este departamento, pero nunca problemas graves.
Aún así, se están tomando medidas de precaución para garantizar el buen estado de los numerosos bañistas que acuden al mar para refrescarse del intenso calor. »
El 31 de julio eldiario.es a través de canariasahora publica el siguiente artículo con el título ‘Atención: microalgas tóxicas’:
« Han sido vistas en la tinerfeña costa de Güímar, o en El Rosario, donde varios bañistas tuvieron que ser atendidos por vómitos y urticaria, y son las responsables de que en Las Teresitas luzca la bandera amarilla y de que el mar muestre lo que se asemeja a una espuma amarillenta. Viajan a gran velocidad, de forma que han afectado a distintas zonas de La Gomera, El Hierro, La Palma y han llegado hasta Mogán, municipio del sur de Gran Canaria.
Se trata de las denominadas microalgas, en concreto de la variedad Trichodesmium erythraeum, cuyo viaje por las corrientes marinas hace que su aparición en la costa sea impredecible. Esto ha ocasionado que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias haya recomendado a los ayuntamientos que detecten la presencia de estas floraciones masivas (blooms), que instalen carteles o indicaciones de aviso a los usuarios.
Salud Pública señala que son un fenómeno natural, que se produce como consecuencia de diversos factores biológicos, ambientales y climatológicos, llegando a producirse proliferaciones esporádicas que se manifiestan dando lugar a cambios en la coloración del agua que las contiene.
El técnico de Medio Ambiente del Ejecutivo regional Rogelio Herrera, que ha estudiado este tipo de microalgas, explica a Canarias Ahora que la floración de laTrichodesmium erythraeum tuvo lugar hace más de un mes y que es la tercera vez que esta especie recala en la Islas de forma masiva. El Archipiélago ya había sufrido estos blooms en 2004 y en 2011.
“Es un fenómeno totalmente natural, pero todavía es pronto para saber si ahora hay más proliferaciones que en los últimos años. Entre otros aspectos, tiene que ver la estabilidad del mar y el aumento de la temperatura, así que es esperable que sean más frecuentes en el futuro”, asevera.
Herrera afirma que esta especie se genera a varios kilómetros de la costa y que no es el resultado de los vertidos que puedan generar las islas y terminan en el mar, sino del cambio climático. Al respecto, indica que el incremento de la temperatura del océano está haciendo que especies tropicales proliferen en el Archipiélago.
“Aquí hubo unas semanas de calma que permitieron que se desarrollaran floraciones y por diferentes condiciones se quedaron las natas al sotavento de las Islas y según las corrientes, las mareas y los remolinos, circulan a la deriva y un día te las encuentras en una playa y mañana un poco más allá”, explica.
Herrera insiste en que se trata de fenómenos naturales para los que se requiere prevención y en que “no hay que alarmarse, sino saber cómo reconocerlo y cómo nos tenemos que comportar, nada más”.
La doctora en biología y profesora del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de La Laguna (ULL) Marta Sansón aseguró recientemente a Cope que había tenido la oportunidad de recoger muestras y no descartó que la mano del hombre y los vertidos hayan influido en la aparición de este tipo de manchas en el mar.
Sin embargo, sostuvo que “actualmente, este microorganismo se debe principalmente a los cambios más recientes, como es la temperatura del agua por el calentamiento global”.
Sansón explicó que las cianobacterias resultan visibles en la superficie porque son fotosintéticas y, por lo tanto, buscan la luz para vivir y aparecen con el mar en calma y las altas temperaturas. “Como se reproducen muy rápido, se degeneran también muy deprisa, por eso hemos visto que en algunas de las zonas hay mal olor, porque todas estas células se mueren, se degradan”, apostilló. Serán los alisios los que dispersarán estas manchas.
El de las microalgas, sean tóxicas o no, es un fenómeno que el Gobierno de Canarias estudia junto con entidades científicas, como el Banco Español de Algas, y que cuenta con financiación europea. »
(Continuará…)