El ‘caso’ de los tres yihadistas detenidos en San Isidro

12 Jun, 2018 | Sucesos | 0 Comentarios

La Policía Nacional detuvo el pasado 7 de mayo en San Isidro a tres hombres de nacionalidad marroquí por captar y favorecer el viaje a Siria de un yihadista para unirse al grupo terrorista Al Nusra y proporcionarle a su regreso cobertura y apoyo económico. Los arrestados, de 27, 35 y 37 años fueron acusados de un delito de captación, encubrimiento y financiación del terrorismo.

Según informó en su momento el Ministerio del Interior en un comunicado, los tres detenidos son los responsables de captar y de favorecer el desplazamiento de un combatiente extranjero o ‘foreign fighter’, también marroquí y de 35 años. La captación del yihadista se produjo en un locutorio de San Isidro que regentaban y en la mezquita local donde tenían un papel protagonista porque actuaban como imanes, vocales y custodios de la misma.

El ‘captado’ (actualmente en paradero desconocido tras ser expulsado a Marruecos por las autoridades húngaras) inició su proceso de radicalización cuando se trasladó a vivir a San Isidro y comenzó una relación de amistad con sus captadores, que lo introdujeron en el extremismo salafista y que culminó con el convencimiento y decisión de éste de viajar en 2013 a Siria para unirse a las filas de combatientes de la organización terrorista Al Nusra.

En el transcurso de estos acontecimientos, el ‘captado’ cambió completamente tanto su estética como su forma de pensar adoptando una fisonomía radical e incluso se hizo en la frente una marca denominada ‘zabiba’, la cual se produce al apoyarse de forma continuada en la alfombra del rezo. Este hombre, con antecedentes por tráfico de drogas, que antes de conocer a los detenidos llevaba una vida ajena a la religión y tenía aspecto occidental, se transformó radicalmente una vez entabló amistad con los tres individuos detenidos.

Tras su marcha, los arrestados conocían en todo momento que éste se hallaba en Siria, siguieron manteniendo contacto con él y sabían que había perdido la mano izquierda en combate así como que tenía malherido uno de los tobillos, haciéndose por ello prácticamente imposible su permanencia en la zona de conflicto.

De regreso a Tenerife en 2015 de forma ilegal (en ‘patera’) obligado por las circunstancias, los detenidos continuaron prestándole cobertura y apoyo económico a este ex-combatiente hasta que, conscientes de la dificultad que suponía ocultar su conexión con el terrorismo yihadista, apoyaron su propuesta de abandonar las Islas Canarias ayudándole a introducirse en el flujo de refugiados de Siria y Libia en Centroeuropa presumiblemente con documentación falsa.

Ya en Centroeuropa, utilizando nombres falsos y aportando orígenes diversos, los arrestados continuaron encubriéndolo y financiándolo. De hecho, uno de ellos llegó a hacerle un envío de dinero a Hungría para su subsistencia durante ese periodo. Finalmente fue detenido en Budapest y expulsado días después por las autoridades húngaras a Marruecos, permaneciendo desde entonces en paradero desconocido.

Esta operación, durante la cual se practicaron dos registros domiciliarios, fue realizada en colaboración con Europol por agentes del Grupo de Investigación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional junto con policías de la Brigada Provincial de Tenerife, y desarrollada bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción Número 6 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

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