Como muestra de reconocimiento al servicio que presta en el municipio, El Ayuntamiento de Granadilla de Abona ha apoyado a la Casa de Acogida para Inmigrantes ‘San Antonio de Padua’, gestionada por Cáritas y con sede en el Casco, con la concesión de una subvención de 12.000 euros, garantizando con ello la permanencia del único centro de la Isla de estas características. El acuerdo se hizo efectivo en una reunión en la que estuvieron presentes el Alcalde, la concejala de Servicios Sociales, el presidente de Cáritas y la coordinadora del proyecto.
“El Ayuntamiento respalda con esta ayuda económica un importante recurso de Cáritas en el municipio y para toda la Isla con una larga trayectoria en el casco granadillero; es un merecido apoyo económico para un servicio que cubre una importantísima labor en pro de los que más lo necesitan y con el que venimos manteniendo una estrecha colaboración durante el actual mandato” puntualizó Jaime González Cejas.
La subvención concedida corresponde a la partida económica de la Concejalía de Servicios Sociales, avalando así el compromiso del actual Grupo de Gobierno municipal con las políticas sociales. En este sentido, la concejala Ana Esther Flores señaló que “a pesar de la compleja situación económica en la que estamos inmersos y los recortes por parte del Gobierno del Estado, creemos que hay que hacer un esfuerzo y centrar la mayor parte de nuestros presupuestos en los servicios sociales”.
El director de Cáritas Diocesana de Tenerife, Leonardo Ruiz, destacó que “el apoyo del Consistorio granadillero al Proyecto de Imigrantes San Antonio de Padua, supone un espaldarazo muy importante para ampliar la atención a las necesidades básicas y la integración socio-laboral de estas personas, así como para continuar con su seguimiento y asesoramiento”. Además, indicó que “para este año, el proyecto también incluirá la atención no sólo a la población inmigrante, sino que también facilitará el acceso a todas aquellas personas de la Isla que se encuentran sin hogar».
El alojamiento temporal en la Casa de Acogida para Inmigrantes, que comenzó su andadura hace 15 años, ofrece asesoramiento jurídico y formación, contando en la actualidad con 18 plazas para varones sin hogar y en riesgo de exclusión social. En cuanto a medios personales, el proyecto cuenta con un equipo de técnicos con titulación universitaria y amplia experiencia con el colectivo inmigrante, apoyados por 25 personas voluntarias.
El servicio que presta la Casa de Acogida para Inmigrantes San Antonio de Padua, entre otros aspectos ofrece a los usuarios una intervención integral mediante la acogida y apoyo, alojamiento temporal y cobertura de sus necesidades básicas, orientación jurídica para su regularización, interculturalidad y formación.