Como ya hemos dejado constancia en anteriores artículos, sobre nuestro paisano Antonio Bello Pérez se ha escrito y dicho mucho tras su fallecimiento ocurrido el pasado mes de marzo en su residencia de Madrid, pues además de un gran científico que se entregó en cuerpo y alma a la investigación, fue también una persona muy cercana, luchadora y bondadosa por naturaleza. Puesto que ‘de lo que se siembra luego se recoge’ (nunca mejor dicho por lo que fue su gran pasión: la ‘agroecología’), Antonio Bello no ha dejado de recibir parabienes y elogios desde el ámbito más local hasta los más diversos rincones del planeta.
En este caso queremos hacer referencia de su agradecimiento a Antonio Bello por parte de alguien que tuvo un dilatado protagonismo en la vida pública local. Nos referimos a Eladio Morales Borges, que fuera por un largo período Alcalde del vecino municipio de Arico, quien en una carta manuscrita de su puño y letra dirigida a su amigo (y también nuestro) Francisco Bello (‘Pancho’ Bello), hermano de Antonio y vecino de Granadilla de Abona, venía a decir lo siguiente:
« Querido amigo:
Me he enterado del fallecimiento de tu hermano Antonio. Quiero transmitirte mi más sincero pésame. Yo siempre le estaré muy agradecido a él, un sabio, un luchador, pero sin duda un gran amigo de los amigos. Él fue mantenedor de las fiestas mayores de la Villa de Arico, él me organizó actos muy importantes en nuestro municipio, pero lo que más le agradecí fue que se enteró que yo estaba en Pamplona con mi hermano diagnosticado de cáncer de laringe y llamó a un amigo de la universidad que nos ayudó mucho. Por ello le estaré siempre agradecido.
Ánimo y siéntete orgulloso de haber tenido un hermano excepcional, un ‘chasnero de pro’.
Un fuerte abrazo. »
Ya lo dice el refrán: “Como muestra un botón”. En este sencillo acto de ocuparse de las necesidades puntuales de un amigo que se refleja en el contenido de la carta, queda perfectamente expresado el ‘talante’ y la bonhomía de nuestro paisano Antonio Bello.
Siempre estarás en nuestro recuerdo, Antonio… Y a pesar de tu enérgico carácter, nunca te estaremos suficientemente agradecidos por tu trabajo como científico y tu proceder como persona.