Antonio Bello Pérez, aunque nació el 27 de agosto de 1940 en Granadilla de Abona (concretamente en la clínica de Don Antonio Pérez Díaz, en la calle de la Iglesia), fue inscrito en el Registro Civil de San Miguel de Abona donde sus padres vivían. Su padre era un agricultor granadillero y su madre, natural de San Juan de la Rambla, ejercía como maestra en Los Abrigos.
Contaba con 10 años de edad cuando se vino a vivir a Granadilla al adquirir sus padres una vivienda en la calle Tagoro y así facilitarle los estudios que realizaba en la Academia de don Eudoxio en la calle del Pino, a la que tenía que trasladarse a diario caminando desde San Miguel por el Camino Real.
Cursó estudios básicos, Bachillerato Elemental y Superior en Granadilla de Abona hasta los 18 años y el Preuniversitario en el Instituto de Canarias Cabrera Pinto de La Laguna en 1959, el cual compatibilizó con los estudios de magisterio. Se traslada a estudiar Ciencias Biológicas a la Universidad Complutense de Madrid, donde termina la licenciatura en 1964 y el doctorado en 1967.
La profesión de su padre le llevó a tener muy clara la importancia de eliminar los agroquímicos de la agricultura. Así, cuando apenas contaba con 20 años y estaba en los primeros cursos de su carrera, acudió al Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) buscando formarse en Nematología Agraria donde, aprovechando que acababa de crearse el Laboratorio de Nematología dependiente del Instituto de Edafología y Biología Vegetal, comenzó a trabajar compatibilizándolo con sus estudios.
Además de su especial personalidad, de Antonio Bello Pérez hay que destacar la importancia que su enorme trabajo ha supuesto para la INVESTIGACIÓN. Doctor en Ciencias Biológicas, fue Profesor de Investigación en Ciencias Agrarias desde 1978, nematólogo, fundador del primer departamento de Agroecología en España y de la sociedad ‘Científicos por el Medio Ambiente’ (CIMA), Vicepresidente de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, director durante ocho años del Centro de Ciencias Medioambientales del CSIC y defensor a ultranza de una ‘AGRICULTURA BIEN HECHA’ para la obtención de alimentos libres de contaminantes.
Su carrera ‘investigadora’ en el CSIC comenzó en 1971 en calidad de ‘Colaborador Científico’, alcanzando el grado de ‘Investigador Científico’ solamente dos años después. En 1978 ascendió a ‘Profesor de Investigación’, con el número uno de su promoción. En 1979 pasó a ser ‘Jefe de la Unidad de Biología Ambiental’ en el Instituto de Edafología y Biología Vegetal, del que en 1983 sería Vicedirector y posteriormente Director hasta que en 1990 el Instituto se convirtió en el Centro de Ciencias Medioambientales (CCMA), desde donde continúo su labor investigadora como ‘Jefe del Departamento de Agroecología’.
Ha sido asesor de las Naciones Unidas y de la FAO en alternativas al ‘bromuro de metilo’ (un producto muy utilizado como fumigante del suelo pero gran destructor de la capa de ozono que nos protege de los rayos ultravioleta de la luz solar), así como de los Ministerios de Medioambiente, Agricultura, Pesca y Alimentación.
A lo largo de su vida laboral ha ocupado numerosos cargos, ha realizado innumerables publicaciones, ha participado en incontables congresos y ha recibido diversos galardones. Ha sido Presidente de la Organización de Nematólogos de los Trópicos Americanos (ONTA) y de la Sección de Nematología de la Unión Fitopatológica Mediterránea, Vicepresidente de la Sociedad Española de Fitopatología y de la de Agricultura Ecológica, miembro del Grupo de Trabajo de Experimentación de la Comisión Reguladora de Agricultura Ecológica (CRAE), Vicesecretario de la Sociedad Española de Ecología y Biogeografía, Miembro de Honor de la Cátedra de Ecología y Agricultura Sostenible de la Universidad Agraria de La Habana, integrante de la Junta de Gobierno de la Asociación Española de Científicos y miembro fundador de la Sociedad de Científicos por el Medio Ambiente (CIMA)…
(Continuará)