La Guardia Civil del Puesto de Granadilla de Abona finalizó recientemente la denominada ‘Operación Okupa’ en la que agentes de las Áreas de Investigación de dicho Puesto y del de Playa de las Américas detuvieron a dos personas, vecinos de San Isidro, a quienes se les acusó la comisión de cinco delitos de robo y de uno contra la salud pública.
Cuatro de los robos fueron cometidos en Granadilla de Abona y el otro en la localidad de Guaza, en Arona.
La ‘Operación Okupa’ se originó a raíz de la denuncia presentada por un ciudadano británico en las dependencias de la Guardia Civil de Granadilla de Abona, quien manifestó que cuando se disponía a acceder a su segunda vivienda situada en San Isidro sorprendió a tres jóvenes en su interior, los cuales emprendieron la huida a pie al verse sorprendidos por su llegada.
El denunciante dijo que le habían sustraído casi la totalidad de los enseres de la vivienda (televisores, sillas, utensilios de cocina y reproductores de cd, entre otros) desconociendo el valor de los mismos y sospechando que son jóvenes okupas debido a que la vivienda tenía síntomas de estar ocupada.
Al ser interrogado por los agentes en dependencias policiales, un testigo manifestó que conocía a los autores del robo y que éstos también habrían intervenido en otros delitos de robo con fuerza en varios comercios de San Isidro ocurridos en 2014 y otro en octubre en Guaza al que accedieron mediante fractura en el interior de un comercio de informática, del que se llevaron objetos electrónicos por valor de 34.000 euros.
La Guardia Civil realizó una entrada y registro en el domicilio de uno de estos ‘amigos de lo ajeno’ donde encontraron útiles para llevar a cabo los robos con fuerza, numerosos objetos sustraídos de los delitos esclarecidos, como televisores, teléfonos móviles, muebles o consolas de videojuegos, así como 847 gramos de hachís, 5 gramos de cocaína dispuesta para su venta, 47 dosis de anabolizantes, 15 plantas de marihuana y 300 euros en billetes pequeños, por lo que también se le imputó al detenido que vivía en este domicilio un delito contra la salud pública.
El precio de las sustancias intervenidas se estima que podría alcanzar en el mercado ilícito la cantidad aproximada de 5.000 euros, dando la Guardia Civil por concluida la ‘Operación Okupa’ y con ello cerrado el punto de venta de drogas.